

ARDILLA
La felicidad se esconde entre las hojas, entra por los ojos, tiene tacto y sonido, luz y gusto, cora-zón de viento, es criatura de instantes
Günter Petrak
La felicidad se esconde entre las hojas, entra por los ojos, tiene tacto y sonido, luz y gusto, cora-zón de viento, es criatura de instantes
Quería labrar en madera una flor que celebrara la amistad… terminé tallando un perro: no tenía mucho que decir, ni siquiera podía hablar, y su
1-La bandita de los peluches Pérez comenzó mal el día. Les dieron jalón de orejas por cochinos y los mandaron a bañar… 2-Eloso Pérez trató
El juicio se internó por un inexplora- do territorio dialéctico de argumentos y contra argumentos, de criterios y anti criterios donde los códigos mora- les
Y me pregunto, ¿cuánto de mí se quedará en ese cristal en el que ahora me reflejo? ¿Habré escrito una versión de mí en cada
Trepidante, trémulo, sin tregua trepana trechos el tren de trementinas, tres tre-tas trenza, tremor de trebejos, trenecito tremolín ¿treparías al tren?, ¿al tremendo trebejo que
Y ese juego fugaz de las nubes, que quieren ser olas, o montañas, o rostros de viejos y algodón de azúcar. Quién pudiera urdirlas, amasarlas,
Cuanto más feo es el cielo sobre esta urbe extraña más hermosa es la ciudad que comienza a levantarse, los edificios son de espejo y
Sucede que un día caminas por una calle desconocida, miras las puertas, las cornisas, las ventanas… y de pronto te extraña no ver a nadie,
Universos paralelos invertidos. Uni, ver ¡SOS! ¡Para! Lelos invertidos. Uni, versos, párale; los invertí: dos. ¡Uh! ¡Ni ver! Sos para lelo, sin vertidos.