

La tía viejita
La tía Carmela tenía ¿80, 90, cien años? Nunca supe su edad, pero para mi madre y mis hermanos era “la tía viejita”, hermana de
Günter Petrak
La tía Carmela tenía ¿80, 90, cien años? Nunca supe su edad, pero para mi madre y mis hermanos era “la tía viejita”, hermana de
“¿Qué ves? Y eso que ves, ¿cómo lo expresarías con palabras? El mundo nos entra por los ojos, pero no adquiere sentido hasta que desciende
¿Sabes besar? Ella se llamaba Dinorah tenía 13, yo 14. Nos conocimos un 15 de septiembre cuando nuestras madres fueron a celebrar la Independencia en
La despertó un crepitar de leños. Venía, quizá, desde la profundidad de su sueño, de un paraje remoto. O quizá provino del bosque. Dormía desnuda
Ah, pandemia, su eternidad asustará solamente a Tiempo… Ah, pandemia, suéter, ni dada a sus taras o la mente a tiempo… Ah, pan de Mía,
Mi pasión por ti nació al ver tu foto de la credencial del INE, así está asentado en el acta de nacimiento respectiva. Luego te
Detrás de la puerta está la ciudad añorada, con sus callejones, sus puertas, sus palacios, sus cementerios, sus iglesias, toda ella con sus parques y
Y esa melodía que me dolía, salía de una casa modesta, de un violín sin cuerdas, de razones cuerdas de la sinrazón, locura no curada
− Pensábate pura, Pita−protestaba, patético, papá pato – pariste pato prieto, pata pérfida. − ¿Parir? ¡Ponte pilas perico! Patas procreamos por… − ¡Para, por piedad,
El evento esperado, espectaculares equilibristas, escapistas entrenados, en este espectáculo el elefante es enterrado, ebria ebullición, ébano ebúrneo, elocuente escaparate, ecléctico esperpento. En este económico,