Tiene casi dos años desde que Luis Enrique llegó al Paris Saint Germain e hizo cambios que al principio parecían incomodos para algunos, le quito jugadores protagonistas del marketing así como comenzó a crear una cultura ganadora en la Champions League. El asturiano sin tapujos es uno de los mejores entrenadores actualmente, no le interesa la fama, o quedar bien con la directiva y mucho menos con los jugadores y aficionados, simplemente le interesa ser él mismo y le parezca a quién le parezca, es el Bielsa de la actualidad en el futbol de europa.
Existe una serie en Max que se llama “No tienes ni p….. idea” que habla del día a día de Luis Enrique desde que llegó al PSG. Algo que a mi me sorprendió fue sacar a los jugadores franquicia si asi se le pueden llamar a aquellos que tenian fama y que en ese momento eran íconos del futbol mundial, fue una de las condiciones que puso para ser entrenador de la capital francesa. No contaba con Neymar, ni con Verrati ni con Messi (Este último ya estaba arreglado con el Inter Miami). El caso de Mbappe fue distinto, Luis Campos, Director Deportivo, le pidió hacer un equipo alrededor del astro francés a lo que el español accedió. Todos conocemos como terminó esa historia, llegando a la semifinales de Champions y Mbappe saliendo rumbo al Real Madrid.
Ya sin Mbappe, Luis Enrique se le ve más tranquilo, motivado y ansioso por mostrar un trabajo bien hecho, dicho por él mismo, juegan mejor sin Kylian la pregunta lógica es ¿Por qué? porque no hay un referente en donde el equipo gire alrededor del él, sino todo el equipo es un referente. Esta filosofía me gusta porque el equipo se vuelve uno, y no dependes de un sólo jugador que salga en momentos inspirados para ganar partidos importantes sino que aparecen todos, hasta los de banca preparados para afrontar lo que les indique y enfrentar a cualquier rival.
Donnaruma, Marquinhos, Beraldo, Kimpembe, Nuno Mendes, Lucas Hernández, Hakimi, Joao Neves, Warren Emery, Vitinha, Fabían Ruiz, Dembele, Gonzalo Ramos y el recién llegado Khvicha Kvaratskhelia procedente del Napoli, son la base de Luis Enrique para demostrar que no se necesitan de grandes nombres ni desembolsar grandes cantidades de dinero para ganar el máximo trofeo y obsesión del club que es la Champions League.
Recordemos que cuando el Emir de Qatar compró el PSG quisieron a base de billetazos, ganar la Champions, inclusive llegaron a un final con Messi, Neymar y Mbappe pero la perdieron en 2020 a manos del Chelsea. Cada año se invertía grandes cantidades de dinero para traer jugadores con gran renombre pero Luis Enrique cuando fue contratado, pidió él tener voz en los fichajes porque sabe que luchar con un ego muy alto es muy desgastante inclusive más que ganar un trofeo importante. Hay entrenadores que son buenos con sobrellevar egos, como Ancellotti o Zidane pero son muy pocos, los jugadores con renombre piensan que son mejores que los entrenadores y que los clubes les deben mucho sólo por el hecho de haber aceptado estar ahí. Luis Enrique no tiene paciencia con este tipo de jugadores por esta razón no los quiere en el PSG.
Hay una escena icónica en la serie de MAX cuando le dice a Mbappe, que tiene que defender que si quiere ser un líder no sólo debe atacar sino poner el ejemplo y también defender máxime que es el capitán del equipo, el francés solo dice que si, lo observa pero sin un compromiso real o una motivación, por eso cuando Mabppe se fue, Luis Enrique dijo que fue una de las cosas que mejor le ha pasado desde que llegó a Francia porque puede formar un equipo alrededor de nadie e impregnarle su propio estilo.
El PSG acaba de echar al Liverpool de la Champions, el equipo número 1 en la ronda de liga, salió con las manos vacías del Parque de los Príncipes. No es descabellado que el Paris Saint Germain, se enfrente en semifinales al Real Madrid y ahí será su verdadera prueba para Luis Enrique. De algo estoy seguro si lo siguen dejando trabajar les dará el tan ansiado trofeo la Champions League.