Soy incrédulo por naturaleza, tengo mis convicciones a resguardo de invasiones superficiales, la intrusión de agentes externos en mi formación ideológica es prácticamente imposible, así es mi naturaleza y no la puedo modificar a menos que una cruda realidad me alcance.
Escribir acerca de la infraestructura informativa de nuestro tiempo se lo dejamos a los expertos en el manejo de las redes y la informática, su amigo (el que esto escribe) solo sabe manejar alguna de ellas y con sus limitaciones, me asombra cada día descubrir nuevos recursos, aunque me parezca muy lejano utilizarlos.
Para entendernos un poco, dejemos llevar nuestra imaginación a una muy vieja Europa, a esa que no soñaba con soñar que podría haber sistemas mejores que el monárquico y el feudal, imaginemos que había un Rey soberbio y caprichoso que quería renovar sus lazos matrimoniales con una jovencita de veinticinco en sustitución de la Reina que ya estaba cerca de los cincuenta, mando llamar a su consejero, su confidente y cómplice, le pidió que investigara la conducta de la Reina para justificar su separación, el confidente por supuesto se abocó a cumplir con su tarea, investigo a la señora y a sus allegados, indago entre las voluntarias y voluntarios, su corte mas cercana y no logró resultado alguno, la Reina tenía una conducta impecable, no había forma de acusarla de nada; el Rey contrariado le dijo por primera vez en su vida a su consejero confidente, “yo tengo otros datos” y mando llamar a otro de sus informantes, un ridículo personaje al que le llamaban Sir Partícula, el más servil de todos, que por supuesto le construyó al patrón una historia de amor clandestina entre la señora, su Reina y el chofer de sus carruajes, a la Reina la mandó de regreso a casa de sus padres, al despreciable conductor lo mandó a ahorcar y se caso con la linda muchacha que lo subyugaba y fin de la historia.
Me refiero a lo anterior por una razón actual, el problema que existe entre alguna prensa y el gobierno, entre la otra prensa con la primera y no es este el más superficial de nuestros problemas, las acusaciones y los misiles se lanzan en todos los sentidos, unos se agreden y los otros contestan, el derecho a la información como usted quiera que sea éste, la libertad de expresión y la libre manifestación de las ideas está en segundo término, antes de ello prevalecen los intereses particulares de cada uno y cada cual, perfectamente disfrazados de “justos”.

Carlos Denegri (El Vendedor de Silencios)
Durante muchos años, algunos más allá de los que guarda mi memoria se celebraba en este país (el único que tenemos) el día de la libertad de prensa, es muy probable que este acto y ceremonia fuera una simulación protocolaria, se dice y cree que los asistentes al ingresar al recinto recibían un paquetito con dinero de acuerdo con el tamaño de su pluma (lo de las dimensiones de la pluma es un dato figurativo) y de esta forma vivían felices, todavía no existían los cincuenta o sesenta millones de pobres ni los doce millones de nuevos pobres que enumeran los periodistas y opositores del gobierno, hay un problema de soberbia extrema, acusadores y acusados se manifiestan cada día en la arena pública.
El periodismo según me dicen es una noble profesión que en muchos casos se ha prostituido, caramba… recuerdo un periodista muy famoso que se fue a hacerle una entrevista a algún lugar de la clandestinidad a uno de los narcotraficantes más buscados y todos, unos y otros se lo celebraron y este orgulloso se paseaba disfrutando de su hazaña, a que don Julio… tiempo después una actricita hizo lo mismo, se fue a entrevistar con el peor de los criminales de nuestra historia y presumió por ello, caramba otra vez…
San Francisco de Sales se ostenta, más bien lo ostenta la Iglesia como el Santo Patrono del Periodismo, algo bien ganado durante su trayectoria monástica, fue un buen divulgador de la doctrina y las creencias, un buen pastor de sus ovejas y un buen ejemplo, no lo dudo…
Julio Hernández López, autollamado “Julio Astillero” fue, es y seguirá siendo un personaje extremista, casado con la izquierda, se dice y se cree que participó en actividades guerrilleras, se le vincula con el grupo delincuencial que operó los primeros secuestros famosos de los setenta, Fernando Aranguren y Eugenio Garza Sada. Sus posiciones de izquierda extrema se respetan, aunque no se compartan, La Jornada su medio principal tiene una postura y unos principios desde su nacimiento, los que no creemos en ellos tenemos la obligación de tolerarlos.
Pero como se dice que en todos lados se cuecen habas, también del lado opuesto hay malos ejemplos, aunque esto les parezca a algunos una irreverencia o falta de corrección, me permito discrepar de un periodista que se dice un Líder para México y que su movimiento alterno se denomina La Revolución del Intelecto auto calificativos dignos de un diván de psiquiatría, es una persona víctima de una soberbia deficiencia en la auto estima.
Casos de esos existen muchos, un periodista radiofónico se ufanaba de pertenecer al selecto grupo de los que saben leer entre líneas, calificativo que por supuesto no le corresponde decirlo a nadie de sí mismo.
Aquí hago una pausa y me refiero a un personaje de mediados del pasado siglo, Director de la revista “Política” que sospecho se vendía y le rendía tributo al político de cualquier nivel que quisiera pagar por sus servicios, le recuerdo y me consta que era un hombre de izquierdas, propietario de una mansión en el Pedregal de San Ángel de la Ciudad de México, justo frente a la de Silvia Pinal, dueño de cuando menos 11 condominios en el mismo rumbo, izquierdista infrecuente cuando era frecuente acompañante en las comitivas y fiestas de José López Portillo.
Estoy leyendo con mucho interés la historia de uno de los mas importantes periodistas del Siglo XX en México, a la vez uno de los más perversos y corruptos, Carlos Denegri para las personas de la edad que tengo fue todo un personaje en los medios, como reportero nunca quiso dejar de serlo, le reportaba enormes beneficios, ser director de su cooperativa no le hubiera sido tan útil, él dependía de sus conocimientos y sus fuentes, sus silencios le reportaban enormes utilidades, su gran oficio reporteril lo llevó a la cumbre, lo que destrozo su vida fue su misoginia y propensión al maltrato de mujeres, propietario de un narcicismo sociópata y desproporcionado egocentrismo, la última de sus mujeres no soporto los maltratos y las humillaciones y terminó asesinando al hombre.
El problema de hoy es que se ataca al periodista, se ofende con o sin razón al personaje, se presiona al medio y se descalifica a todos los que difieren del poder, se les acusa de vivir en el pasado, aunque muchos de ellos también fueron críticos del poder en ese pasado lo recuerdo cada que los leo, los veo o los escucho, este o esta es la misma que despreciaba al presidente reciente y al anterior, la memoria es corta, a algunos les conviene olvidar que en el pasado había crítica, o tal vez ya olvidaron, lo más probable es que ni siquiera los leyeron o los oyeron, la mayoría son los ignorantes de siempre.
Por: Alfonso Díaz Ordaz Bailleres
14 de mayo de 2021