ESTAMOS CONDENADOS A LA LIBERTAD.

Entre cualquier estimulo que recibe tu cerebro, sea cual fuere, y la respuesta emocional que tú le des, hay un espacio breve y sagrado en tu conciencia al cual llamamos libertad.

¿Estamos condenados a la libertad?

 No lo sé. Pero lo que sí sé por experiencia propia y ajena, es que el vicio y la ignorancia son los peores grilletes y consejeros que atentan contra la libertad.

Si no me crees, date una pequeña vuelta por algún centro de rehabilitación de adicciones, o camina alguna tarde por las calles de Filadelfia, Vancouver o California.

Verás en el país que presume ser el más libre del mundo muertos en vida deambulando por allí, al garete, sin rumbo y sin ritmo hacia su desenlace fatal. Y todo bajo los efectos del fentanilo, el cristal, la mariguana o el alcohol.

Hoy vemos a la juventud marchita y destrozada en la primavera misma de la vida, esclavizada por la moda, el peso corporal, las drogas y el sexo desenfrenado.

Vivimos en un mundo que globalizó la economía y los vicios pero nunca la ética ni los valores.

Erigimos hace décadas como símbolo mundial la famosa “Estatua de la Libertad”, pero se nos olvidó por completo construir junto a ella “La Estatua de la Responsabilidad”.Porque libertad sin responsabilidad queridos amigos es libertinaje, es abuso, es anarquía moral, social y personal.

Estamos tan aferrados y atados a una manera tan limitada y a veces tan jodida de pensar.

A algunos los limita él fanatismo religioso y político que ciega y no deja ver al otro, al difiérete, al diverso como nuestro hermano; como parte de nuestra comunidad. Pero en el otro extremo de la cuerda social también nos limita la intolerancia de feminismos e ideologías de género recalcitrantes. Esclavos del progresismo que es retroceso a lo tribal y reptiliano.

Yo les juro, que sí por pintar paredes, romper cristales, y dañar iglesias el  día 8M salvara la vida de las mujeres, yo mismo lo haría.

Pero: ¿Qué creen? ¡Qué no!. Que la razón, el sentido común y los números me dicen que ninguna de éstas protestas han beneficiado a las mujeres. Y estas líneas no serán las más populares entre esos grupos, pero es parte de la verdad que no peca pero que sí incomoda.

¿Que no podemos ser más creativos para hacer visibles a numerosas mujeres luchadoras?  ¿La violencia no genera más violencia?

¡No hay caminos para la paz, la paz es el camino!

M. Gandhi.

Éste libertinaje moral ha llevado a sociedades enteras que no saben ser, ni vivir en comunidad a una batalla cultural que encumbra narrativas  polarizantes y populistas de derecha o de izquierda.

También asfixia la soberbia intelectual que nos limita creer que ya lo sabemos todo.

Nos limita el creernos ungidos y elegidos por un Dios, en determinada religión, para que en su nombre podamos colonizar tierras, costumbres, economías y culturas enteras.

Nos limita el ego espiritual y el alejarnos de la realidad escondidos en máscaras como la que se ponen aquellos “senseis” pseudo-orientales, pseudo-espirituales, que buscan la paz lejos de la realidad y del compromiso comunitario.

Nos limita el ego espiritual que nos coloca en la banca de hasta adelante de la iglesia, del templo y de la logia diciéndole a mí Dios: ¡Gracias porque no soy como el pecador de atrás, el ignorante aquel, el divorciado o la que se separó de su marido!

¿Cómo verá El Creador estas oraciones o afirmaciones interiores que hacemos? Yo creo que se debe llevar las manos a la cara, aunque no las tenga.

Nos limita también el celular en la mano que nos acerca de los que están lejos y nos aleja de los que están cerca; nos limita la superficialidad y la mercadotecnia que nos grita a través de unas cuantas pulgadas digitales la obsolescencia programada y percibida de las cosas. Allí, en la red social de tu preferencia, podrás ver la dictadura del relativismo, la dictadura de la moda que te acomoda, del dime cuánto tienes y te diré quién eres.

En la cultura progre de hoy, ya no existe aquello de pienso luego existo. Es siento y siento y siento tanto que soy esclavo de un sentimentalismo fruto del woke barato y de una modernidad líquida.

Recuerda que si no piensas lo que piensas; y si no piensas lo que sientes; te alejarás cada vez más de lo que te define: Sapiens Sapiens. Porque si no vives como piensas terminarás pensando como vives.

¿Qué te define a ti? ¿Liderazgo? ¿Ética? ¿Tus principios y tus acciones?

Si decides mal es una decisión. Si no decides nada también es una decisión y otros decidirán por ti.

¡Decidir o no decidir es  ya una elección!

¿Estás condenado a la libertad? Yo creo que sí, si eliges mal. Si te alejas del mundo de Sofía.

Somos libres de hacer lo que queramos pero nunca seremos libres de las consecuencias de nuestras decisiones.

Es así que los valores morales y culturales regirán nuestras conductas, pero nunca los resultados de ir en contra de los principios universales.

La tarea de nuestra vida es poder alinear el mapa conductual de nuestros valores a los principios universales.

De no hacerlo pagaremos el precio de nuestra libertad en ésta o en otras generaciones.

Por eso Carl Gustav Jung dirá:

“Hasta que no hagas consciente lo que llevas en el inconsciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y a eso tú le llamarás destino”

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Diego Cardoso
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