Creemos firmemente en el PODER DE LA PALABRA y que EL LENGUAJE GENERA REALIDADES. Así la historia política de México y de Latinoamérica lo ha corroborado en los últimos veinte años.
La posmodernidad y los lenguajes populistas están de moda; porque es allí donde la posverdad y los “otros datos” proliferan; porque es allí donde la “nueva izquierda” proveniente de los foros de Sao Paulo realizados hace unos años resurgió con fuerza y vitalidad tras la caída del muro de Berlín; porque es allí donde la polarización, la descalificación y la persecución a la verdad proliferaron.
No importa si la voz altisonante venga de un líder de la derecha (Trump, Bolsonaro, Milei); no importa si la voz disonante venga también de la izquierda (Fidel, Chávez, Maduro, Evo, Cristina o la Cuarta Transformación). Sean de ultra derecha o de izquierda, estos políticos “maquiavélicos” y profundamente pragmáticos han sido privilegiados y han desquiciado a naciones enteras logrando la división y el odio entre connacionales; logrando el caos y el crecimiento del crimen organizado. Los únicos ganadores de éste discurso son los políticos en turno que generan dividendos de estas narrativas.
Porque en el lenguaje y su poder transformador decimos con fuerza que no es lo mismo “EL PODER DEL AMOR, QUE EL AMOR AL PODER”; y ellos, los de ahora, los que gobiernan y gobernaron son los mismos de antes; y nos dejan más que claro nunca que lo que les mueve no es el amor a la patria sino el amor al poder. ¿Apoco tienen duda?
Por eso urgimos a los políticos de un lenguaje nuevo; un lenguaje que no es tan nuevo, porque tiene raíces griegas y judeocristianas, un lenguaje de amor que que coloque en el centro a la razón, al bien común y a los valores; que EMPODERE y RECONOZCA AL CIUDADANO PONIÉNDOLO COMO EL FACTOR MÁS IMPORTANTE DEL CAMBIO QUE TODOS QUEREMOS VER.
Sabemos que hay transformaciones para bien y para mal. Si antes existía la demagogia y las mentiras disfrazadas de verdad, es decir, las promesas no cumplidas de campaña; hoy nos dicen las mentiras a la cara sin ningún pudor y respeto. Antes la verdad estaba desnuda y escondida en un pozo porque la mentira se disfrazó con su ropas; hoy, la mentira es una sin vergüenza que sale desnuda, nos desfila, se ríe de nosotros cada mañana y le aplaudimos.
Pero fíjense que lo más triste para nosotros no es la falta de ética en el actuar y el hablar de los líderes políticos y empresariales de hoy; lo más triste es un gobierno arrogante, que cancela aeropuertos por corrupciones impunes, porque no hay nadie en la cárcel; un gobierno que por ineficiencias burocráticas le quita a los niños sus medicamentos oncológicos y que tiene desabasto de medicinas; un gobierno que quiere hacer de una aldea global una ciudad tribal, que escribe libros de texto con faltas de ortografía y con ideologías de género, que tala miles de árboles para un tren y seca una presa para un aeropuerto que no funciona; y lo más grave es que tiene más de 170,000 muertos y abraza a los delincuentes y no escucha a las madres buscadoras ni a las mujeres. Lo más triste es que en México todos los días celebramos día de muertos.
Para un servidor éste gobierno pasará a la historía como el gobierno que no pudo con el pasado. Porque todo lo malo que ha hecho es culpa del pasado.
Pero: ¿qué creen?, que más triste que eso, que un gobierno ineficiente, es una oposición política soberbia y arrogante que no abre espacios a la ciudadanía y que piensa más en cargos de 3 o 6 años que en una generación entera; triste oposición que se arregla en lo oscurito haciendo la “vieja política” del fuero y los impresentables a las listas plurinominales; triste oposición que carece de líderes de primera que quiten gobiernos de quinta. No se inspiran ni ellos mismos. ¿Cómo van a inspirar a la ciudadanía? Por allí encontramos honrosas excepciones en todos los partidos.
Pero: ¿Y qué hay de la ciudadanía? Tenemos una ciudadanía dormida y aletargada. Una ciudadanía como la de Estado de México que no salió votar en una de sus elecciones más importantes. Si la candidata hubiese sido la “Señora Abstencionismo” le hubiera ganado a Alejandra y a Delfina con el 50% de los “NO VOTOS”.
Es por eso que nos debemos unir como ciudadanos, debemos hablarle de frente a los jóvenes, a las mujeres mujeres y unir a algunos empresarios que están pasmados viendo a ver qué pasa con México.
Un día en una comida con un grupo empresarial, un empresario le dijo a un amigo político: ¡Si sigue México así, yo sí agarro mis maletas y me largo con mis hijos a Woodlands, Texas. ¿Qué es eso? ¿No son los cobardes y las ratas las que huyen primero del barco en las dificultades? ¿No es ahora cuándo más nos necesita México?.
Queremos pasar de las quejas a las acciones, de los dichos a los hechos. No hay un liderazgo que nos una. Tiene que salir de la ciudadanía, lo tenemos que formar y preparar.
A muchos, de un lado, les mueve más el miedo de los “otros”,del “oficialismo”, de los que gobiernan que las virtudes, los discursos y los liderazgos que los partidos políticos de oposición asignan e impulsan por dedazo.
No obstante éste panorama queridos lectores, debemos de estar más allá de las circunstancias y debemos participar y lograr equilibrar al Honorable Congreso de la Unión, que a veces de Honorable tiene poco, por la calidad de los debates. Necesitamos de pesos y contrapesos, de Instituciones Fuertes autónomas e Independientes como el INE, el INAI, El Poder Judicial. ¡La división de poderes está en juego!
Entiendo y muchos me dicen que no hay ni a quién irle. Yo pienso igual, salvo honrosas excepciones; pero: ¡Escoge el mal menor! ¡Escoge al menos peor! Y ¡Escoge el bien posible y alcanzable!
Ojalá que éstas líneas te muevan y junto conmigo lleves mínimo a cinco personas que no votan a las urnas éste dos de junio. Ojalá que logremos participaciones del padrón electoral de un 70%; porque históricamente oscilamos entre 50% y 55% en las intermedias y 60% en las presidenciales.
Ojalá que despiertes de tu sueño y que desde tu liderazgo y amor a México abras las puertas de tu creatividad e imaginación para que entre todos hagamos un mejor México posible.
No te puedes deslindar de la política porque aunque no te guste, tarde o temprano la política te alcanzará, ya sea para bien o para mal; porque si no decides otros decidirán por ti y te diré lo que le dijo su mamá, la Sultana Aixa, al príncipe musulmán Boabdil tras salir de la Alhambra en Granada tras ocho siglos de dominación árabe: ¡NO LLORES HOY, LO QUE NO SUPISTE DEFENDER AYER!
Facebook: Diego Cardoso Pérez
@livh.institute