En una tertulia llevada a cabo en la residencia del embajador Arias Cárdenas conocí en fechas recientes al columnista Carlos Fazio, a raíz de ello me causó especial estupor, un hecho que, para cualquiera habría de resultar digno de escándalo aun cuando jamás hubiese intercambiado trato alguno con el connotado articulista, me refiero, claro está , al comunicado de la embajada de Israel en México en el que le insta a desmentir sus afirmaciones relativas al genocidio que se lleva a cabo en la zona conocida como “Franja de Gaza”, so riesgo de ser “cancelado”.
En los considerandos de la sentencia pronunciada en Juicio Amparo Indirecto 565/2018-I que fuera tramitado ante el Noveno Juzgado de Distrito con sede en Irapuato, Guanajuato con motivo de la desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco en agosto de 1974, consta el testimonio ante la procuraduría de justicia militar del piloto Margarito Monroy Candia.
El testimonio rendido en vida por el piloto, se señala la existencia de los llamados “vuelos de la muerte” a cargo de aeronaves que despegaban de la base aérea militar número siete adscrita a la Vigesimoséptima zona miliar y que, al efecto se encontraba en el momento ubicada en “Pie de la Cuesta”, Acapulco.
Los campesinos detenidos por presuntamente formar parte del grupo alzado en armas que al efecto comandaba Lucio Cabañas, eran trasladados a alta mar para ser arrojados, en un aeronave de fabricación israelí que ha sido plenamente identificada y que hoy existe como muestra en la “Universidad Aeronáutica de Querétaro”, siendo digno de destacarse el hecho de que, el propio testigo Margarito Monroy Candia hubiese señalado la instrucción recibida al efecto en Tel Aviv por persona de las célebres Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El criterio sustentado en el fallo emitido por el juzgado noveno de distrito con sede en la Ciudad de Irapuato, señala que la desaparición forzosa de Rosendo Radilla ha de seguirse por el delito de terrorismo de estado, estableciendo el criterio, a contracorriente de la ocurrencias contenidas en las afirmaciones fáciles que suele ventilar Abraham Mendieta, de que el propósito “ político, religioso, racial o ideológico” no es indispensable para surtir el tipo penal conducente (foja 274 de la sentencia en cuestión).
En los considerandos en cuestión se concluye tal aserto, en virtud de lo dispuesto por la legislación penal vigente en el país, y por las consideraciones establecida por “El Tribunal Especial para el Líbano”, estatuido por la ONU, a partir de la invasión de 1982 y del posterior establecimiento de la denominada “zona de seguridad” por parte de Israel que fue desalojada hasta 1995 en abierto desacato a lo dispuesto por las resoluciones de la propia ONU.
“Zona de seguridad” descrita magistralmente por David Yallop en su libro “HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA a la caza del chacal”, en la que, la referida “Zona de seguridad” es descrita como un centro de tráfico de opiáceos propiciado por las tropas de ocupación, que se destacaron por la sevicia practicada en una enorme violencia sexual, acaso equivalente a la descripción vertida en los considerandos relativa a la violenta violación constante perpetraba en la esposa detenida de Lucio Cabañas por Rubén Figueroa Figueroa , que trajo consigo el embarazo de Isabel Ayala Nava quién dio a luz un niño llamado Rubén Figueroa Ayala con graves problemas de conformación que falleció al poco tiempo.
El testimonio que rindiera en vida el piloto Margarito Monroy Candia, da cuenta de una presencia de las fuerzas de seguridad del estado de Israel en México, en momentos en que Eduardo Margolis no figuraba y Genaro García Luna tenía seis años de edad, muchos años antes de que el 24 de junio de 2019 fuesen ultimados por arma de fuego dos agentes del Mossad que se encontraban en la Plaza Artz del Pedral en la Ciudad de México.
Una noticia tuvimos no obstante, de un hecho aparentemente oculto en los más obscuros sótanos de los secretos que envuelven los acuerdos secretos de la seguridad internacional, al menos, desde el año 1985, en que se publicó la formidable novela de Amós Oz : “Las Mujeres de Yoel”, en la que, introduciéndose a la vida opaca y triste de un “asesino en nombre de la Tora”, refiere la presencia de los servicios en la costa del pacífico mexicano.
Los acontecimientos actuales de Gaza, parecieran reeditar los sucesos de 1982 desentrañados a cabalidad por David Yellop, el señalamiento de “Genocidio” para referirse a ellos, no son de la exclusiva autoría de Carlos Fazio, forman parte, incluso del señalamiento dirigido por la República de Sudáfrica contra el estado de Israel ante la Corte de Justicia Internacional de la Haya como lo referimos con amplitud en un artículo del primero de abril del presente año en la revista digital “La Voz del Árabe” (https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://lavozdelarabe.mx/2024/04/01/la-demanda-de-sudafrica-contra-israel/&ved=2ahUKEwifq6L08O2JAxXwlu4BHa-RDBgQFnoECBwQAQ&usg=AOvVaw3NJDvedqF5ZuPgoYOrsGOE ), esperando, no por el simple hecho de haber publicado el material en cuestión ser objeto digno de sen “cancelado”.