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Los “Espadones” vuelven a hacer ruido con sus herrumbrosos sables. No es posible olvidar que sus raíces caudillistas forman parte de su adoctrinamiento bélico y les hace impermeables a cualquier forma democrática: ““… tenemos que convencernos de una puta vez que nuestra sangre no admite la democracia…”, dijo uno de ellos en un chat de Whatsapp, recientemente. Lo suyo es llenarse la pechera de chatarra a cuenta de sus “guerras” y de los muertos. Así que cuando llegó el Golpe de Estado del 36 (lo de Alzamiento es un eufemismo para blanquear su ataque a la democracia de una República).

Aquel Golpe Militar, fue como una eclosión de sus neuronas militaristas, alimentadas por el fascismo proveniente de Italia y Alemania. No fue algo espontáneo, fue premeditado con chispazos premonitorios como la “Sanjurjada” del 1932, cuyo cabecilla participó en el posterior del 36. Continúan jactándose en el grupo de chat de amigos: “No fueron las únicas sublevaciones, pero sólo las de Primo de Rivera y la del Irrepetible, trajeron paz y prosperidad a España”. Es que cuarenta años viviendo a la sombra del guindo franquista imprime sello y nostalgias antidemocráticas.

El franquismo no se “liquidó” como quieren hacernos creer los partidos de alternancia en el gobierno (PP-PSOE). Habitó entre nosotros bajo los auspicios de una Constitución hecha por ellos y para ellos. Porque aquella Ley  (de las llamadas fundamentales del régimen) de Reforma, se elaboró para unas Cortes franquistas, y respalda por el Consejo superior del ejército y por el consejo Nacional del Movimiento, padres putativos y herederos del “todo atado y bien atado”.

Que ahora nos sorprenda sus alardes de “poderío” es desconocer su ADN soldadesco y golpista, por mucho que lo disfracen de “guerras santas” en zonas internacionales, como defensores de la paz. Es vanagloriarse demasiado. No olvidemos que son los mismos que miraron a otro lado cuando murieron 62 militares en el accidente de Yack 42, e incluso, de forma miserable, no les importó cambiar los restos sin saber quién era quién a sus familiares, asunto que todavía colea.

Y de aquellos polvos estos lodos. Como en activo se la juegan y jubilados ya no dependen del régimen militar, se desfogan a gusto, sacando a relucir sus pensamientos “ocultos” y sus fobias más trasnochadas, amagadas detrás de sus cínicos aires democráticos, que no pueden aceptar que en un gobierno entren los que no han pasado el test de “pureza de sangre”, al mejor estilo inquisitorial de tiempos ha.

 A primeros de diciembre, 73 excomandantes del Ejército de Tierra, pensionistas, envían una carta al VI de los Felipes, como capitán general de todos los ejércitos, al igual que su padre, y al igual que su “padrino”, el dictador. Que por eso tenemos una Constitución (espíritu del 78) vigilada por las armas, para que no se descarríe. Como decía, una carta en la que tildaba al gobierno español de “socialcomunista avalado por filoetarras e independentistas”. Así, a la brava, todo mezclado, que eso de lo políticamente correcto no va con ellos, que para eso están, como su “jefe” por encima del mal y del bien.

También, anteriormente, excomandantes de la XIX Promoción de la Academia General del Aire, enviaron una carta al Parlamento Europeo y otra al “rey” en sintonía con la segunda sobre la opinión que el nuevo Gobierno les merecía, por relacionarse con “partidos, cuyo objetivo es la separación de una parte del territorio de nuestra Patria”. Primero el rojerío, con rabo y a lo loco, y después con el independentismo separatista. Y entre col y col un etarra. No pueden remediar el odio que siembran. Van al unísono de los partidos “nodriza” (PP y Vox), cuyo discurso totalitario se arropa de patriotismo trasnochado, y se envuelve en la bandera y con el aguilucho revoloteando.

 En otro orden de cosas, un grupo de Whatsapp, con el nombre de “XIX del Aire”, donde veteranos jubilados escriben mensajes de aire autoritario, muy lejano del perfil democrático que deberían tener, por haber servido en un ejército de época “democrática”, aunque entonces era “democracia orgánica”, diferente de la “democracia occidental” de allende los Pirineos. Con mensajes que ponen los pelos de punta:

  • “No fueron las únicas sublevaciones, pero sólo las de Primo de Rivera y la del Irrepetible, trajeron paz y prosperidad a España”.
  • “¡¡¡Tal como está la situación, la única forma de pararla es extirpar el cáncer!!!”
  • “La sociedad española está dividida y los buenos son más cobardes que los malos en la actualidad. Sólo queda repetir la historia”.
  • ¿Preparados para el combate! ¡A por los rojos! ¡Levanta el ánimo y a la lucha!
  • “Confío en que salga otro mata rojos pero esta vez no se quede corto… hay que aniquilar 26 millones, niños incluidos”.

No podemos dejar de lado, que por mucho menos se procesó a Tamara Carrasco, independentista y miembro de un CDR, estando más de un año confinada en su localidad, acusada de terrorismo y rebelión, que al final fue absuelta porque el mensaje de Whatsapp enviado a unos amigos no incita a desórdenes públicos. Es la diferencia de ser separatista pacífico o franquista violento que desea matar 26 millones de rojos y su prole.

Otro grupo que tal lo baila, son los Ayudantes de Campo del “emérito” refugiado en los Emiratos Árabes Unidos, al que han enviado una carta, dándole su apoyo por la “reciente salida” · de España. Estos son los que, al estilo de ujier, abren la puerta al paso del “soberano” gritando: “Su Majestad el rey”, por si alguien no se entera y, viven en la Zarzuela (no el teatro), lo que da a entender la militarización de la monarquía.

Sin olvidar que hay una Revista de la Academia Militar de Zaragoza (Armas y cuerpos), que entre sus páginas esconde loas al dictador, y algunas no tan ocultas. O, la revista “Militares” que dice que la “Ley LGTBIJKLM… promueve la mariconería y el lesbianismo”, en tanto que la “ley de Violencia de Género enfrenta a hombres y mujeres.” O que la “ley de Memoria Histórica es putrefacta y busca el pensamiento único totalitario”. Eso lo dicen en revistas militares y totalitarias. Y aquí no pasa nada.

Pero lo más grave de todo, no es que un general, en la reserva, promueva un golpe de estado, u orqueste operaciones militares contra la población civil, donde se incluya bombardear la sede de la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC). Lo más grave es la “omertá” de las instituciones pública y del ejecutivo que intenten “suavizar” el tema militar, metiendo la cabeza debajo del ala.

Defensa se apoya en una ley de Secretos Oficiales, de 1968, para hacerse la irresponsable, y eso que la ministra es jueza y sabe cómo capear una tormenta de índole judicial.

La Mesa del Senado, pide que se reformule una pregunta, por llamar “genocida e ilegal” al régimen del dictador Franco, por ser una falta de respeto. ¡Manda güevos! Y los cerca de 140.000 desaparecidos en cunetas, tumbas sin nombre, etc., a qué se deben, cuando el que manda es un dictador. Se nota la mayoría de la derecha en la Cámara Alta.

La Fiscalía de la Comunidad de Madrid, marea a la perdiz enviando escritos a Defensa que se hace la despistada devolviendo información publicada en la prensa y tirando balones fuera.

Pedro Sánchez “ve marginal el chat de militares españoles”. Tú mismo presidente: “Cría cuervos y cada vez tendrás más

Un discurso ultranacionalista, fascista-franquista, y carpetovetónico que traspira por sus poros manifestaciones contrarias a la Constitución, con alusiones veladas al pronunciamiento militar. Un mensaje que pasa a lo mediático y a lo político convirtiéndose en ataques al “Gobierno progresista” tachándolo de ilegítimo, como hacen continuamente el PP y el partido con nombre de diccionario. Incluso la secretaria general de Vox, en el Congreso se refirió a esos militares:” Por supuesto que son nuestra gente”.

Por: Paco González

11/12/2020

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