Queridos amigos, continuamos con el tema del liderazgo.
El líder guía con el ejemo sugiere, no da órdenes. El líder convence, no impone sus ideas, respeta las ideas de los demás y brinda la oportunidad de crecimiento y desarrollo. El líder auténtico da lo mejor de sí mismo y espera, por supuesto, lo mejor de los demás. Procura mostrar a los demás con generosidad lo capaces que son para realizar mejor las cosas, para realizar mejor su función.
Sí amigos, lo anterior nos recuerda que el ejemplo brinda confianza a los demás. El líder sabe que dar órdenes, sencillamente porque él es el jefe, no fortalece los lazos con los colaboradores. Nos indica que la imposición no crea compromisos. El líder auténtico sabe que es importante mencionar las consecuencias de sus indicaciones al no realizarlas y de los beneficios que trae consigo el que se lleven a cabo.
El líder no impone sus ideas, escuche y respeta a los de los demás. Y si alguna idea importante de sus colaboradores considera que vale la pena, pide a todos el apoyo para que se conlleve la idea de quien la ha opinado. Esto amigos, fortalece el trabajo colaborativo. El líder auténtico siempre espera lo mejor de los demás, porque él mismo se muestra dando siempre lo mejor de sí.
El líder alient a los colaboradores mostrándole sus particulares fortalezas y habilidades. El líder auténtico elogia públicamente y oportunamente a quien lo merece.
¿Así que amigos, se consideran ustedes líderes, líderes auténticos o realmente son simple y sencillamente manipuladores?
Hasta la próxima.