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A Malva Marina no le alcanzó ser hija del poeta, no le alcanzaron los versos tristes que una noche estrellada su padre le entrego a su madre o a alguna otra de sus mujeres,  lo que le sobró fue hidrocefalia, enfermedad terrible de la que nadie es culpable y mucho menos una niña pequeña, ni su madre ni su padre, su padre, el insigne Pablo Neruda o Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto por otra parte si es culpable de soberbia, la repudió a ella y a su madre, un ser perfectamente ridículo decía cuando se refería a la pequeña Malva que solamente sobrevivió ocho años.

Tercero en el poder tras la revolución cubana, después de Fidel y del hermano Raúl, Ernesto Guevara, el mítico personaje convertido en juzgador y ejecutor, mato de propia mano a cientos de disidentes y recluyó sin misericordia alguna a cuantos homosexuales pudo, el carismático hombre cuyo retrato se hizo famoso en millones de camisetas, resulta ser un falso idealista, de acuerdo con lo que relata Payton Alexander, intelectual experto en política y en relaciones internacionales, la otra versión, la del intelectual y el aventurero resulta menos creíble, lo lamento por los que se fascinan con portar la imagen del guerrillero, mejor pongan un letrero en su ropa que diga “soy un ignorante”.

Esa es la vida, la mayoría de las personas, incluido por supuesto quien esto escribe, creemos muchas de las cosas que nos dicen, nos vamos con la finta como se dice coloquialmente, los contrarios de la verdad histórica (Ayotzinapa) no han podido demostrar lo contrario, no les salen las cuentas para culpar con la debida certeza al estado y al ejército, los responsables de las investigaciones se sienten impedidos para darle carpetazo a las pesquisas sin incurrir en falta, no se atreven porque lo saben, los personajes encarcelados son culpables y no hay argumento válido para exculparlos.

Esto sucede en todos los ámbitos de la vida, en la política, en la empresa, en el barrio y en la tertulia social, nos gusta inventarnos cosas, hasta en el arte se dan todo tipo de falsedades. Dice Avelina Lésper, la más filosa y punzante crítica del arte contemporáneo en este México de hoy, dice que son unos farsantes, que una caja de zapatos vacía o un espacio sin nada no puede representar un monumento invisible, que Frida Kahlo, la muy venerada y elogiada no sabía pintar, que Diego Rivera, el que si sabía le tuvo paciencia y la enseño a dibujar, que su obra (la de ella) no trasciende, que su supuesto feminismo nunca existió, que solo buscaba dos cosas en la vida, acabar con sus dolores y tener un hijo, nunca combatió por la causa como se afirma ahora.

Y ya que estamos con Avelina Lésper, me permito decirles que nacida en la Ciudad de  México el 5 de mayo de 1973, curso sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, especializada en historia del Arte de la Universidad Politécnica de Łódź de Polonia, es una acérrima defensora del arte verdadero y combatiente activa en contra del fraude artístico, se burla de los millonarios que adquieren obras que no valen nada por miles y por millones de dólares la pintura de un foco marca osram, la caja de zapatos vacía, un cepillo montado en el pedestal de un micrófono no son arte por donde quiera que se le vea.

Admiradora de Caravaggio, nombre corto de Michelangelo Merisi da Caravaggio el maestro de los claros y los oscuros. Impulsora del arte verdadero y del arte mismo, una obra de arte no tiene necesariamente que ser bella, debe antes que nada transmitirnos un sentimiento, un rechazo o una condena (como el asunto del Guernica de Picasso) una alegría o tristeza, el verdadero arte nos dice algo, atrás de cada pintura, de cada escultura hay un concepto, hay una historia que el autor nos quiere transmitir, lo mismo sucede con el resto de las artes, arquitectura, literatura, música y danza, sus creadores e interpretes tienen algo que decirnos, vale la pena que les prestemos atención.

Lo que quiero decir en concreto es que en este momento tenemos mucho que escuchar, que hay gente que tiene mucho que decir y lamentablemente hay gente que desde las distintas tribunas del poder que nos habla mucho y no nos dice nada,

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

 alfonsodiazordaz@gmail.com

12 de junio de 2021

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