Hay una edad en la que la vida empieza a cobrarte las facturas de tus excesos o malas decisiones.
Unos en forma de enfermedad ( muchas), otras en forma de pobreza y las peores en forma de soledad.
Puedes seguir caminando con estas cargas a cuestas y sufrir cada segundo de tus últimos días de vida, o puedes empezar a aceptar tu condición que es absolutamente tuya.
La diferencia es que morirás triste solo y amargado o bien morirás tranquilo y sonriente llevando tus males en el zurrón , a un lado, sin agraviarte más que tu deseo de ser feliz, así como tú lo hiciste, sin dramas, sin chantajes y lleno de paz interna y externa.
Pon tus malestares en una maleta ( zurrón), y llévala contigo a un lado o atrás como te acomode sin que te afecte en tu andar diario…!
SE FELIZ…!!!