A mí me agradan los paseos a pie en los centros históricos de nuestras ciudades, en ellos encontramos pedazos muy interesantes de nuestra historia que vale la pena disfrutar, uno de ellos es una caminata por las calles de la Ciudad de México, vale la pena detenerse en la esquina de la calle de Madero y Bolívar, justamente en donde se encuentra el Templo de La Profesa y entrar a él, para detenerse en la figura de la Virgen de La Purísima que mira con devoción la bóveda del templo, justo a la derecha del Altar Principal, realizada por el artista Manuel Tolsá.
Virgen de La Purísima en La Profesa.
Modela La Güera Rodríguez.
No vaya usted a creer que es una figura cualquiera, el artista uso una modelo muy especial que fue muy activa en los tiempos de la Independencia, se trata ni más ni menos que de la mítica, María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, mejor conocida como La Güera Rodríguez, a quien la historia le debe un lugar preponderante, como una de las mujeres más influyentes de su tiempo, que jugó un papel muy importante al lado de Miguel Hidalgo como informante y recaudadora de fondos de su movimiento y al lado de Agustín de Iturbide en la consumación de nuestra independencia.
De esta forma, cuando uno se postra frente a la imagen de La Purísima, está viendo en realidad a una hermosa dama de su tiempo, de quien se dicen historias por demás revolucionarias e interesantes para entonces, que si fue la mujer que inició en el amor a un joven Simón Bolívar de 16 o 17 años, estuvo casada tres veces con José Jerónimo de Peralta de Villar Villamil, Mariano Briones y Manuel Elizalde, del primero se divorció por celoso, el segundo murió a causa de un destape de cobijas cuando estaba enfermo de las vías respiratorias y el tercero le sobrevivió a su muerte, que tuvo relaciones sentimentales con Agustín de Iturbide y con el prusiano Alexander Von Humboldt y que influyó de manera determinante en las decisiones del primero para consumar la Independencia de nuestro País.
Otros de los datos interesantes es que siendo acusada por la Inquisición de conspiración y adulterio, fue absuelta debido a que los amenazo de revelar los malos manejos y conductas inmorales de inquisidores y gobernantes, que prefirieron decirle el “usted disculpe”, que sus esposos y amores eran personas inteligentes, cultas y preparadas y que pasó a la historia como una mujer excepcional sin el lustre arquetípico y anquilosado de Josefa Ortiz de Domínguez ni el de Leona Vicario.
Son pocas las mujeres relevantes de nuestra historia, es lamentable de verdad porque hay muchas que compiten con los hombres por su valentía, capacidad intelectual, que son unas verdaderas luchadoras sociales, que deberían ser ejemplo para las conciencias de nuestras generaciones, que no se arredran ante circunstancias adversas y que cuando quieren, hacen lo que les da la gana.
Es muy importante la participación de la mujer en la vida política, económica y social, es ejemplar sus esfuerzos para dignificar el trato social que reciben y para inhibir las injusticias a las que han sido sometidas, sin duda podemos y debemos apoyarlas con una valentía cuando menos igual a la de ellas.
Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères
22 de mayo de 2020