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Don Luis Benavides, siendo un pedagogo ampliamente reconocido tanto en México como en el extranjero, ha promovido entre nosotros la corriente de la educación permanente, así como la necesidad de enarbolar los perfiles humanos del desempeño a largo plazo de las comunidades, la orientación conducente para que los programas educativos contribuyan a  formar el tipo de mexicano cuyo ideal se plasma en el artículo 3° de la Constitución.

Las huellas de tales lineamientos pedagógicos pueden encontrarse en el Modelo de Educación Híbrida expedido por las autoridades escolares del estado de Puebla  para el Ciclo Escolar 2021-2022; en el que, a partir de las consideraciones del sociólogo brasileiro Buenaventura De Sousa relativas a las presumibles implicaciones sociales que la  crisis sanitaria de la Covid-19 traerá aparejada, se  deja por completo de lado el esquema denominado ‘Escuelas al Centro’ , auspiciado por la OCDE y promovido de manera por demás interesada por la agrupación “Mexicanos Primero”.

La educación pública del país hunde sus raíces en las políticas que promoviera Gabino Barrera emblematizadas en la Ley de Educación expedida el 2 de diciembre de 1867; al principio de “libertad de enseñanza” preconizado en la Constitución de 1857 se sumaba la decidida promoción de la educación pública laica, atribuyendo a los municipios

El Constituyente de Querétaro a propuesta del general Francisco J, Mújica amplió de manera universal el carácter laico y público de la educación en México, atribuyendo a los municipios  la función escolar a la manera de lo que tradicionalmente sucede en los Estados Unidos con respecto a los condados.

En la actualidad, estos últimos, de hecho y con la destacada salvedad del ayuntamiento de Tijuana en Baja California, no prestan servicios educativos pese a lo que al efecto se dispone en los preceptos constitucionales,  desde la reforma de 1921 promovida por José Vasconcelos y Ezequiel A. Chávez mediante la que quedó plenamente establecida entre nosotros la Secretaría de Educación Pública.

Esta herencia fue objeto de una violenta agresión desde los días en que Ernesto Zedillo al frente de la SEP decidió asumir los modelos educativos promovidos por la OCDE;  posteriormente  un  grupo de interés  se dio a la tarea de medrar con ella llegando al extremo de expedir la reforma de 2013 acompañada de una andanada propagandística en contra de los docentes del país dotada de un carácter infame e infamante.

De cara al vertiginoso futuro que se presenta en el horizonte, resulta digno de destacarse que en el texto de presentación del modelo en cuestión, el término alumno o educando se sustituya  por el de “aprendiente”, entendiendo por tal a aquel que es capaz de aprender en cualquier momento por sí mismo aquello que su necesidad y gozo demande ante los retos que en la ocasión enfrente.

El documento en cuestión enfatiza la importancia de valorar la información que se desprende del lenguaje corporal en las sesiones presenciales de los “aprendientes”; incluso por encima de los contenidos, ya que el programa tiende a dotar de elementos metodológicos que le permitan ser el propio creador de los conocimientos que su ser íntimo y personal demande  a partir siempre de su esfera emotiva, la cual  se manifiesta de manera siempre indubitable precisamente en el lenguaje corporal.

El documento también destaca la necesidad de actividades comunitarias de los propios “aprendeintes”, tanto en la enseñanza presencial como en la que se imparte por medio de tecnologías digitales, de suerte que el constante intercambio entre estos les permite descubrir por sí mismos los conocimientos adecuados para interactuar de manera satisfactoria con su entorno social, proceso en el que el educador cuenta con la función de guía, que ayuda a estos a encontrar por ellos mismos el tipo de conocimiento útil y necesario para interactuar creativamente con su comunidad.

La expedición del programa de educación híbrida ha requerido de gran valor por parte de las autoridades educativas locales, las que han terminado por enfrentar un esquema interesado que atenta contra la mejor herencia de nuestra educación pública pretendiendo erigirse en un paradigma que a nombre del futuro lo cancela, y habiendo tenido que enfrentar hace poco más de año, al promulgarse la reglamentación local de la Nueva Ley General de Educación, los falaces y envenenados dardos propagandísticos  que aludían a disposiciones confiscatorias de bienes, lo que al efecto terminó por ser desmentido a cabalidad por los fallos conducentes de la Suprema Corte de Justicia; siendo digno de destacarse que en la nueva ley de la entidad, a la educación por medios diversos, presenciales y digitales como es el caso, se le denomina no con el adjetivo de híbrida sino mixta.

Al haber tenido el privilegio de poder convivir con una persona de la sapiencia de Luis Benavides, tal y como acontece con amigos como Manuel Senderos Bracamonte y un servidor, se concluye sin que al respecto medie duda alguna, que  el mejor destino del país podría muy bien depender de que el denominado modelo híbrido propuesto para el ciclo escolar próximo a iniciarse en Puebla, termine por expandirse en todo México.

Por: Atilio Alberto Peralta Merino

Correo: albertoperalta1963@gmail.com

Facebook: Alberto Peralta merino

Twitter: @catulo63

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