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“El último cuplé” es una cinta española de 1957 que consolidó el inicio y la carrera de Sarita Montiel, en un pasaje memorable de la película interpreta con su presencia sensual y exquisita voz “Fumando Espero”   que estimula al que la escucha por varias razones, a los que fumamos y disfrutamos de vez en cuando un cigarrito nos tranquiliza y le da pausa a nuestra actividad cotidiana, por otra parte se admira la belleza de la diva interpretando a la señorita Lujan  que desde el diván exclama una letra pegajosa, para mi gusto, la mejor versión de la canción, aunque existan otras ­versiones que también nos gusten como la más reciente de la cantante y actriz Inma Cuesta, hermoso nombre el diminutivo de inmaculada.

El cine nos ha dado muchas escenas de hombres y mujeres fumando, dos de ellas, más antiguas que la de “El último cuplé” me hacen apetecer un cigarrillo como lo es el ver a nuestra Andrea Palma en su celebre (la más celebre de todas) “La Mujer del Puerto” disfrutando de un tabaco bajo la luz nocturna de un farol o la del norteamericano Humphrey Bogart enamorando a la bellísima Ingrid Bergman con un cigarro en la boca en la muy celebre “Casablanca”.

Ahora que lo preguntan el fumar ya casi no se estila en las películas de hoy, por el contrario, beber es muy frecuente, para mi gusto demasiado frecuente y nadie dice nada como lo dicen con sus legitimas razones los detractores del fumar, aunque a los que como yo seamos fumadores moderados y respetuosos del espacio que ocupan ellos y el que ocupamos nosotros, aunque esta sea una adicción mas tolerable que algunas otras.

Hoy es viernes, estamos en marzo y los mayores en edad adulta llevamos recluidos casi un año, muy pronto cumpliremos el primero de nuestra pandemia particular, un viernes como todos estos en los que no es posible salir a ninguna parte, no hay demasiadas opciones, pero las que hay pueden, debieran ser agradables, nunca se me dio tocar un instrumento o exhibir mis aptitudes artísticas, no he tocado nada en mi vida y tampoco canto,  el piano y la guitarra nunca se me dieron, mi madre cuando era muy pequeño me llevó con la que fuera su maestra de piano que me expulsó por decirlo de alguna manera a la primera sesión, es como si yo tuviera dos manos izquierdas o que ambas extremidades fueran diestras, eso, desde entonces lo sé, no es lo mío, lo mío de a deveras son las letras, no quiero parecer ante ustedes un presumido que no lo soy, me refiero con toda la modestia que me es posible a las letras de las canciones y me dispongo a tener un viernes bohemio y relajado.

Pero antes de proceder a mi programa de hoy quiero detenerme un momento a reflexionar sobre las adicciones de hoy día que se suman a las adicciones del ayer reciente y del no tan reciente, el fumar y el beber nos viene de tiempos muy antiguos, las drogas de cualquier tipo son un poco más nuevas, se ha tratado recientemente de despenalizar la mariguana aunque el que escribe no este de acuerdo, la afición desmedida por la televisión le esta dejando su lugar y supremacía a los medios electrónicos y las redes.

Como una sugerencia propongo qué por ser viernes, aunque este viernes como todos los recientes es distinto, sentarnos a conversar en familia, contarnos historias y escuchar y cantar si se puede las canciones que nos gustan, los que saben bailar que bailen y “los que no, pues no”

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

 alfonsodiazordaz@gmail.com

5 de marzo de 2021

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