Las tensiones existentes por las diferencias religiosas entre sunies y chiíes no
quedaron atrás con la reunificación de Yemen.
La lectura del libro de Thierry Meyssan sobre el suceder de los acontecimientos
desde el 11 de septiembre hasta el advenimiento de Trump, acaso podría explicar
muchas de las implicaciones que habrán de derivarse de los sucesos del catorce
de septiembre pasado.
La denominada "primavera árabe", que contara con el entusiasta respaldo
occidental en Túnez, Egipto, y ni se diga Libia y Siria, se habría combatido con
toda ferocidad, tras la detonación de drones en el palacio de gobierno de Saná.
Robert D. Kaplan, integrante estrella de la controvertida consultora Stratford que
dirige Georg Friedman, expone en su libro "Gruñidos Imperiales", la evolución
constitucional de Yemen
El país se unificaría en 1990 dado el colapso soviético, dando pie a un proyecto
de democratización que fracasó originando una nueva guerra civil en 1994, al fin
de la cual, se impuso con el respaldo saudiárabe con enorme precariedad, el
régimen presidido por Alí Abdulah Saleh en Yemen del norte desde 1978
Una guerra civil de 1962 a 1968 en Yemen del Norte, entre las fuerzas de un imán
conservador y oficiales revolucionarios apoyador por el Egipto de Gamal Abdel
Nasser se cobró 200 mil víctimas. Entretanto, en Yemen del sur, el protectorado
británico de Adén daba poso a un estado marxista.
La tendencia recesiva que observa a la fecha la economía mundial, se enfrenta a
partir de los sucesos del pasado catorce de septiembre, con un choque de preciso
que puede dar pie a un fenómeno que fuera referido en 1973 por John Keneth
Galbraith con la terrorífica designación de “estanfalción”
En 2013, los productores norteamericanos iniciaban de Dakota del Norte la
“revolución energética de los esquistos, la cual ha resultado por demás exitosa, a
grado tal, que el presidente Trump se declara del todo tranquilo ante el repentino
aumento de los precios del barril de petróleo, sin embargo, según los geólogos y
conocedores de la materia, como lo es nuestro amigo Vicente Valle González, los
depósitos de hidrocarburos el lutitas, alcanza con rapidez su pico de producción y
su declive resulta vertiginoso, eventual escenario que nos colocaría de frente a la
tormenta perfecta.
Seis años atrás, hacíamos el siguiente cuestionamiento:
“El procedimiento para extraer gas de las formaciones rocosas sedimentadas,
empieza por una profunda perforación seguida de un corte trasversal del suelo,
hendidura a la que se inyecta arena, agua en cantidades enormes y químicos que
afectan de manera forzosa los mantos freáticos aun sin que medie negligencia
alguna en el proceso.
Resulta por demás evidente que el método en cuestión, al margen de cualquier
consideración de índole ambiental, conlleva muy altos costos de operación para
llevar a cabo la extracción del gas de lutita.
¿Cómo es entonces que las compañías que explotan el gas de esquisto en
Dakota del Norte han logrado abatir el precio del gas natural en los
denominados mercados de “commoditys”? ¿acaso las referidas
compañías, operan con inusitados subsidios otorgados por el Departamento del
Tesoro de los Estados Unidos? ¿Cuáles son los juegos en el mercado de los
energéticos de los que no nos habla Ernets Moniz , el Secretario de Energía del
Gobierno de Obama?.
En los años 80, la C.I.A., al unísono de que traficada cocaína hacia Estados
Unidos y armas hacía la “contra nicaragüense” con auxilio de Rafael Caro
Quintero entre muchos otros personajes, de manera clandestina; negociaba la
sobreproducción de petróleo con Arabia Saudita con el deliberado propósito de
desplomar las precios del energético y descarrilar a la extinta Unión Soviética.”
Auténtica conocedora del mercado petrolero y ejecutiva de la firma Weatherford ,
Arlette Ruiz Esparza corrige matizando las inquietudes que plasmáramos hace
más de un lustro, señalando que las compañías americanas que explotan los
esquistos deben acreditar saldos favorables por exigencias del índice Dow Jones
dado que sus acciones cotizan en bolsa, al margen de que los denominados
“Commoditys” coticen por su cuenta el NYSEM ; no obstante, confirma la
existencia de subsidios por parte del Departamento del Tesoro, y la existencia de
diversas prácticas irregulares no pocas veces perseguidas por la agencia federal
del medio ambiente
Fox siguió como política contener los precios internacionales del petróleo, lo cual
no pareciera muy adecuado para un país exportador de petróleo. ¿Cual será la
estrategia adecuada a desplegarse en materia de diplomacia petrolera y
energética en estos momentos, tanto en Viena en el seno de la OPEP como con
respecto a otros países ajenos al acuerdo conformado en el 67 por Bagdad y
Caracas?
Por: Atilio Alberto Peralta Merino
albertoperalta1963@gmail.com