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Nada mas descriptivo alrededor de los trastornos del sueño que “El vuelo de una abeja alrededor de una granada, un minuto antes de despertar”, del excéntrico y estrambótico “Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech” mejor conocido en el mundo como “Salvador Dalí” o “El Insomnio dos” de la artista española, fallecida en la Ciudad de México: María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga “Remedios Varo” para fines prácticos que son temas que atormentan y descomponen la tranquilidad de los seres humanos, asunto que no es patrimonio exclusivo de nosotros, los perros, nuestros amigos inseparables también los sufren.

Para mi en lo particular el insomnio no es mi enemigo aunque a veces si lo sea, por lo general mis noches en vela las tengo ocupadas en la lectura de historias, el desarrollo de proyectos de índole creativa que casi nunca termino pero que si me entretienen, sin embargo a veces me toman por asalto pensamientos más o menos abstractos por lo absurdo que le parecen a mi limitado entender durante las primeras horas después de despertar, ejemplo de ello es la sospecha y suspicacia que me causa la noticia de que a esta fecha ya son siete los detenidos por el accidente de diciembre de 2018 y no lo puedo entender, amanezco con cara de: ¿qué onda mi querido Watson? Suelen pasar lapsos muy largos de análisis nocturno y mi Sherlock Holmes concluye siempre que algo falta, el móvil de los acusados es lo de menos, lo que verdaderamente me preocupa es la “Ruta del Dinero”, una bolsa importante de la que nunca se habla, un montón de plata se tenía reservada para un proyecto muy importante que no puede haber desaparecido con el accidente, alguien la debe tener y no veo a nadie siguiendo esa pista, “digo yo”.

Regresando al tema del insomnio, no todos ellos son malos, decía “Mario Benedetti”, “Que buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo”, pero la regla que es la regla en todas las cosas de la vida se empeña en regresarnos a la realidad, aunque sea de noche, ¿Qué hace Emilio Lozoya en su casa? A estas alturas del 2021 pandémico y absurdo, no hay nadie en la cárcel, ni siquiera el propio Emilio y entonces me doy cuenta qué son las dos y media de la mañana y me tengo que dormir, la luna está en creciente, desde su lúcido lugar me anima a seguir pensando que algo esta mal y no tiene remedio.

A estas alturas de la historia, imagino que si por alguna razón Salvador Dalí Viviera estaría pintando la escena de “El asombroso pez gordo nadando alrededor de una bomba nuclear, minutos antes de despertar” hipotético pero real.

Quisiera dejar claro antes de terminar, lo aquí escrito y descrito es producto de la imaginación del autor, algún parecido con los hechos reales son puras casualidades que el “karma” (enigmática palabra) se empeña en deslizar durante nuestras cálidas noches de cuaresma, entonces me doy cuenta que siendo cerca de las cinco de la mañana y no habiendo otro tema que tratar por esta noche se anuncia y decreta que se cierra la sesión y que los asuntos pendientes, serán tratados en su momento, en otra sesión nocturna… buenos días.

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

alfonsodiazordaz@gmail.com

18 de marzo de 2021

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