Comparte con tus amigos

Con la que está cayendo, por culpa de la pandemia y el cese del “picoleto” Pérez de los Cobos; la España de la seudo democracia, con el espíritu del 78 pesando como una losa, se las ve y se las desea para levantar cabeza ante el consejo de los 27 votos europeos que cortan el bacalao en lo de repartir “premios” a los más aplicados de la clase. Y Pedro Sánchez no es el que saca mejor puntuación, por culpa de los gobiernos anteriores que han dejado las arcas públicas hechas unos zorros.

La ministra de economía del gobierno de coalición, Nadia Calviño (PSOE), está haciendo encaje de bolillos para conseguir que la Comunidad Europea le haga el regalo de navidad antes de que el Corte Inglés le reviente la fiesta con la publicidad, pero lo tiene muy crudo. Aunque voluntad pone, defendiendo una vez sí, y otra también, la emisión de los llamados “eurobonos”, y es que la crisis del coronavirus, está más extendida de lo que se pensaba. Que sí, señora Calviño, que la crisis “trasciende fronteras nacionales”, a pesar de que en un principio eso de los límites territoriales era “una manía” del MHP Torra, cuando con dos semanas de antelación lanzó el reclamo de confinar a la población, y tomaron la decisión con retraso, porque eran cosas de los catalanes, como en tantas otras decisiones de controles y estadísticas.  Y no hablo de la Nissan que un tal Zapatero reventó el negocio de la instalación de otra fábrica en Igualada (Barcelona) y lo poder central la quería lo más cercana del Km. 0.

Pero volviendo al tema económico. La chulería de la ministra, hipocresía aparte, se jactaba de que el Estado español no tenía problemas de “liquidez”, ni de “financiación” para hacer frente a la crisis, aunque con el gesto torcido ha evitado valorar hasta cuando se podrán sostener las medidas económicas aplicadas por el ejecutivo. Dichas manifestaciones, no ha gustado a algunos países de la UE, y en palabras del economista Germà Bel ha sonado, así como: “Que es muy jodido decirles a los alemanes, escandinavos, holandeses, austríacos y un largo etcétera que tienen a sus trabajadores como esclavos comparados con España, y acto seguido pedirles “pasta” para mantener el montaje de aquí”.

 Hay que tener en cuenta que la deuda pública, se va acercando al 120% del PIB nacional, y eso en millones es una “suma”, en números rojos, imposible de pagar, algo inédito desde principios del siglo pasado. Por poner un apunte, no hay dinero ni siquiera para pagar los intereses. Aunque no toda la culpa es del presente ejecutivo, pero tampoco pone mucho interés en retratar los datos reales de la hacienda pública, cosa que en cualquier empresa ya hubieran echado a la calle al directivo culpable y con lo puesto. Pero “España va bien” y “Viva el vino”. Y es que esto de estar en la cuerda floja en un gobierno que se sostiene por los pelos, el malabarismo es un arte de la política, y los acuerdos entre unos y otros, entre la “izquierda”, la menos izquierda y a derecha, valen lo que Ciudadanos tarde en saltar la valla de la coherencia, por decir algo políticamente correcto. Y como la señora ministra sabe mucho de cómo funciona la Comisión Europea de Presupuestos, porque por algo fue directora del ente, ahora se encuentra en que no es lo mismo leer informes que hacen otros, que hacerlos para convencer a sus antiguos colegas.

Pues en medio de todo esto, sale Macron (Francia) y Merkel (Alemania) y pactan que la UE ayudará a los países del sur con una partida de 750.000 M €, que aportará la UE. Algo parecido al famoso Plan Marsahll (1947) de ayuda americana para la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial, por un importe de 12.000 M $, donde España quedó retratada en la película de Berlanga:” Bienvenido, Míster Marshall”. Y vamos por el mismo camino.

El problema ha saltado cuando se ha hecho público el acuerdo entre el PSOE y Bildu sobre la derogación de la ley de la reforma laboral aprobada por Rajoy (PP)., lo que conlleva unas partidas económicas que no tiene aún una valoración sobre su alcance y la ministra se ha enrabiado como una mona, ya que este acuerdo le mina la moral en las negociaciones con la UE.

El catedrático de “Estructura Económica”, economista de reconocido prestigio, Santiago Niño Becerra, desde hace tiempo viene tomando la temperatura a la economía española y no vaticina nada bueno. Ha manifestado que el problema de España es que no tiene suficientes ingresos para lo que necesita, y que el fraude y la elusión fiscal son descomunalmente más elevados, aunque la presión fiscal sea más baja que en otros países de la UE.

Austria ha sido tajante:” es inmoral que los países que incumplen, ahora exijan ayuda”, con una oposición frontal al mantra de la ministra española con el tema de los “coronabonos”, que también los pide Italia. Y ha matizado, por si no se entendía su postura:” No queremos que Austria sea el garante de las deudas de otros países…”. Holanda está irritada por el malgasto de España e Italia y “pide a la Comisión Europea un informe sobre por qué algunos países de la UE han acumulado reservas financieras en los últimos años, mientras que otros no lo han hecho”.

Y Austria y Holanda no están solas, también tienen esa posición Alemania y Finlandia. Los requisitos para entrar en la ruleta son complicados y los que dicen que las ayudas no salen gratis, tiene argumentaciones de hemeroteca que harían las delicias de unos y de otros. Es como el cuento de cigarra y la hormiga, mientras unas se dedicaban a ahorrar durante el verano, otras se dedicaban a cantar y a gastar de la despensa.

Hay un grupo de países, los llamados “frugales”: Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca que son partidarios de que el fondo europeo de recuperación tras el coronavirus sea temporal y puntual, a través de préstamos.

La Europa de la “unidad” comunitaria está tirando por la ventana sus argumentaciones de una UE con ventajas y la crisis del coronavirus está sacando los más feo de cada casa. Y bien mirado, 750.000 M € es un buen bocado para romper cualquier “amistad” por muchos acuerdos firmados y atrancados. Por lo pronto es el cuento de la lechera, sobre cómo se van a repartir los 140.000M€ que se dice en el entorno de la rumorología, que les van a “regalar” a Spain, y eso que aún no han sido aprobados.

La UE está dividida, aunque no rota. Así que tendremos que esperar a que el rey Salomón tome la espada y divida por la mitad el debate: una parte en préstamos, y otra parte en transferencias que no tengan que devolverse”.

Una postura que comparte S. Niño Becerra: “Es que, si se piensa detenidamente, tiene toda la lógica”.

Y aquí, en la España “ínclita”, aún queda el reparto de fondos Covid19 entre las Comunidades Autónomas. Que dios nos pille confesados.

Por: Paco González

30/05/2020

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *