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Una despedida en la semana anterior para ponerle marco y clavarle buenas puntillas. Desde la presión de dos fiscales a otro fiscal del Tribunal Supremo para que admitiese a trámite denuncias contra el gobierno, hasta un monarca que elude su neutralidad constitucional para ponerse al lado del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en una maniobra filibustera, dejando al gobierno “progresista” a los pies de los caballos de la caverna mediática. Es que la monarquía no puede evitar su antidemocrático linaje, que es hereditario como si de un cortijo se tratase y que el gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos no es de su “agrado”. ¡Vamos!  Que se deriva a la derecha.

Vimos como el VI de los Felipes no asistió a la entrega de despachos a los nuevos jueces, en Barcelona, no porque se durmiera en los laureles, que le suele pasar hasta de pie, sino debido a que el “profe” del cole (Sánchez) le castigó al rincón de palacio, con lo que le gusta presumir de protocolo y pajarita al lado de los que tienen el poder en la sombra, o al de los militares que el uniforme infunde poderío, o lo que es lo mismo, apegarse a los brazos ocultos del “Deep State” justiciero. Ese poder que lo mismo inhabilita a un presidente de la Generalitat que deja en libertad a los cuervos de Bankia, sin despeinarse siquiera. Adiós a 24.000M€ del rescate de Bankia que se van por la alcantarilla y no podrán ser devueltos. Pero lo de “antes roja que rota”, o algo así, fue un gesto de cara a la galería fascista allá por 1936. El presente está en el ”A por ellos” y medallas al represor uniformado. Que el pecado está poner una pancarta al hilo del derecho de expresión y no en la corrupción, ya sea bancaria o monárquica.

Y con esos aires de contaminación política, entramos en la presente semana, que no tiene desperdicio, tampoco.

Siguiendo al hilo de las “puñetas” togadas. El CGPJ, con Lesmes (presidente) al frente del chiringuito, más caducado que un yogurt con dos años en la estantería del super, sigue funcionando como si el tiempo le fuera de cara y no de culo, que sería lo normal y lo constitucional en un “estado de derecho, democrático” (¿Demo qué? Suspiro entre líneas), ha nombrado nueve magistrados de la sala de lo penal sin unanimidad. Algo así como apadrinar a la casta de los suyos. Y es que dicen las malas lenguas, que alguno de ellos le ha salido los colores porque era “progresista” y la cosa se ha emborronado, llegando a denunciar en voto particular que hay   un “bloqueo inconstitucional intencionado” en el CGPJ que, a su juicio, supone una “injerencia política intolerable que se debería denunciar”. “Un bloqueo a propósito”. Por lo pronto, uno de los nombrados para el Tribunal Supremo es el único juez de la “Gürtel” que se negó a llamar a declarar a MpuntoRajoy, y pidió la absolución del PP (un tal Ángel Hurtado, no el Marcelo de Fernández Díaz, este es otro ángel de la gaviota). Para clamar al cielo si no fuera ateo.

Pues eso, que el equipo judicial de más poder sobre la piel de toro, quedará con 12 conservadores y 4 progresistas, que ya no sé lo que quiere decir “progresista”. En todo caso, todos los procesos pendientes del PP pasarán por sus manos en algún momento y lo de Rato y su banda, quedará como una anécdota del pasado. Mientras, la renovación de los jueces caducados, sigue bloqueada. Y ¡cágate lorito! Los magistrados de esta cosa, son vitalicios, es decir que la jubilación queda en la sala de espera hasta el día del juicio final por la tarde. Que aquí no hay ERE que valga. Que pasar de los 70 es lo normal, no como yo que ya he pasado la raya y tengo que llevar la mascarilla con turbo y la pensión mordida. Aunque me han rebajado el porcentaje que pago por los medicamentos. Algo es algo, ahora sólo falta subir las pensiones y a vivir como un Borbón.

Hasta ahora, ya hay 52 nombramientos con mandato caducado, y la cosa sigue como lo del conejito ese que si no lo quitan las pilas no hay forma de pararle los pies. Ya lo dijo el catedrático Javier Pérez Royo: “Lo que está pasando en el CGPJ es gravísimo y manifiestamente anticonstitucional”, pero como son los mismos que sentencian en nombre de la Ley, así nos luce. Por algo se llama Consejo General del PODER Judicial, digo yo.

Por otro lado, la Comisión Europea, en el primer informe sobre el estado de derecho de los 27, le pica en la cresta a la España seudodemocrática, porque los procesos se alargan en el tiempo, tanto como la renovación del CGPJ, y que eso de la independencia de la Fiscalía está muy raro, raro, raro. Que la imparcialidad debe ser objetiva y libre de injerencias.

Estos de la Comisión no saben con quién se la juegan, que eso de la separación de poderes queda bonito como panfleto publicitario, pero el terreno judicial es como un caldero donde todos meten el cazo buscando tajada y el caldo queda para el mindundi de turno. También señala que el 94% de los españoles considera que la corrupción está extendida, y se queda corto, mientras que, en Europa, la media es del 71%. Y, lo que es muy importante, resalta que la Constitución consagra la libertad de expresión y de prensa y el derecho de información, y todo lo que tú quieras, pero con la “Ley Mordaza” no hay forma de darle cuerpo a los derechos. Y lo de la libertad de expresión habría que hacérselo saber a la Junta electoral Central (JEC), que, con trapicheos e interpretaciones caducas, castiga al MHP Torra (presidente de la Generalitat catalana) a la inhabilitación por una pancarta a favor de la libertad de los presos políticos, cosa que no afectaba al proceso electoral que en aquel momento se llevaba., pero aprovechando el paso del Pisuerga, transformó un acto de libertad de expresión en uno de desobediencia a la JEC. Por aquello de que aquí mandan mis puñetas. Una JEC que la imparcialidad se la pasa por el arco de la toga, y con una contaminación ideológica que supera los niveles de pandemia.

Entre tanto, me siento en el sofá a ver pasar la procesión de hermandad entre Spain y Turquía, que cada vez están más cerca, esperando que los de la UE oigan los tambores.

El ministerio de Sanidad (el ministro Illa, o Sánchez, o quien sea, fuere o fuese) reparte café para todos en el tema de confinar Madrid. Como un ejemplo de tender la mano. Es ceder ante las exigencias de Díaz Ayuso. Que eso de saludar al respetable después del encuentro con más de 20 banderas ondeando al viento de los populares, que les gustan mezclar churras con merinas, o lo que el mismo meter en el mismo saco los PCR y los CDR (Egea: “Más PCR y menos CDR”), que eso da votos en la centralidad.

Como decía, el pacto madrileño es de restricciones, en ciudades de más de 100.000 hab., con tasa de infección superior a 500 positivos por cada 100.000 habitantes, y un porcentaje de PCR positivos superior al 10%, y otras coletillas diseñadas a medida de Madrid. Que todo sea por el bien común y que al ciudadano lo pille confesado y no por el pataleo político. Y mucho menos que se tache al ejecutivo estatal de impotencia. ¡Qué va! ¡Hombre! Que no.

Entre tanto, al diputado Rufián (ERC) se le escapa un pedo en el Congreso al señalar con el dedo de la mano “izquierda” que el 53 diputado de Vox está en la Zarzuela, no en la del teatro. Y en lugar de cabrearse los del “caballo bayo” (los de Vox), se le calienta la sangre a Casado (del PP), porque cree que se ofende al rey. Bueno si decir que el VI es un diputado de Vox es una ofensa, debería hacérselo mirar. Porque los “colegas” son de la misma cepa. Y vuelve a salir el tema, según la presidenta del Congreso, que lo de Rufián es “libertad de expresión”. Tomamos nota para ver todos los sinónimos de “Libertad de Expresión”, ya que los antónimos están en la interpretación que se hace de la ley.

Viñeta: De Pedripol. Publicada el 09/08/2015 en Pedripol.com

Por: Paco González. 02/10/2020.

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