El 14 F, S. Valentín, habrá, o no, elecciones al Parlament de Catalunya. Y al Govern también, que ha quedado hecho unos zorros con tantos cubos de agua fría que la judicatura tira desde los balcones de los tribunales político-judiciales, que viven en las alturas.
Habrá elecciones: “Con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide”, hablando en términos taurinos. Unos dicen que sí. Otros dicen que no. Que el Covid19 no está para elecciones, que la pandemia sigue su carrera sin mirar atrás. Que la vacuna todavía no ha llegado al nivel que se cantaba. Muchas aleluyas, pero al ritmo que va no se si llegaremos al verano con el capirote en cuarentena, la mascarilla debajo del brazo y el voto de paseo. O tendremos que hacer una tómbola para ver cuál es la vacuna más rápida para quitarnos el moquillo. La Pfizer, la Moderna, la de más allá y la otra. Y no hablo de la picaresca de vacunar a familiares metiéndolos por la puerta de atrás. Para correrlos a gorrazos. Que hay para todos. O ¿no? Bueno, por lo menos, según el cuento de la lechera, tendremos vacunas para intercambiar como si fueran cromos de la “liga”, o de la “champions”. Algo es algo.
Unas elecciones que, en un principio, parecían que estaban a la vista, porque hasta el ministro de Sanidad (Salvador Illa) del gobierno español deja el tren de la vacuna en vía muerta, a ratos si, a ratos no, y se suma al “proyecto” del PSC, de hacer de ariete, junto a los poderes empresariales, financieros y mediáticos, izquierda, derecha un, dos tres, como la “yenka” aquella de nuestras mocedades, y acabar con el independentismo catalán.
Iceta es ya un punto y aparte. Las operaciones de estado tienen estas cosas. Aunque la Junta Electoral Central (JEC) no entrará al trapo porque la TVE publicite a “Illa precandidato” cuando da noticias del Covid. Sólo con el “contumaz rebelde” Torra, que ni en casa se está quieto y, con el independentismo, entran. Aunque según avanza el tiempo, Cs y Vox ya están sacando rendimiento al tema de los lazos amarillos y de las pancartas pro-presos políticos para tener a la JEC y todas sus sucursales haciendo el juego político, con la cantinela de que eso influye en la campaña electoral. Algún día saldrá la democracia, la de verdad, no esta que parece un sucedáneo “made in Taiwan”, a relucir en este juego sucio de la política y la judicatura, interviniendo en procesos electorales. Por lo menos en Catalunya, salta a la mínima (la JEC).
De todas formas, la fecha electoral andaba en la cuerda floja. J.Ma. Argimón (Secretari de Salut Pública de la Generalitat) decía que “hacer las elecciones no es el mejor de los escenarios”, “aunque lo más importante es garantizar el derecho fundamental de votar”, o algo así como que si sí, que si no, que la tarara si, la tarara no. Una cosa es lo que diga el Departament de Salut y otra lo que dirá el Govern (en funciones) de la Generalitat. Decían los rumores “oficiales” u “oficiosos”, que el Govern planteará a los partidos atrasar las elecciones hasta mayo. Por ahora, sólo el PSC estaba empeñado en el 14F, aunque Illa no se decide. Por otro lado, la CUP: ”Es primordial preservar la salud y el derecho al voto”, pero “Hay que acabar con este desbarajuste de este gobierno” (D. Sabater) y en Cs decían que “para cuando pase la tercera ola”.
Aunque el vecino Portugal, que tiene elecciones el próximo día 24 de enero, no las suspenderá, a pesar de que también estuvo en el debate de atrasarlas. El gobierno portugués hará un paréntesis del confinamiento y dejará libertad de movimientos para ejercer el derecho al voto. Y prevé que las mesas electorales se puedan desplazar a las residencias de mayores. También ha dispuesto mesas electorales más pequeñas (1.000 votantes). Otro sí. Se ha comprometido a pagar alrededor del 10% de las facturas de luz de las familias del país. Un detalle que sirva de aviso a navegantes. Y están viendo las orejas al lobo, como aquí.
JxCat y ERC señalaban con el dedo que Illa es “el único ministro de Sanidad del mundo que prioriza elecciones”. Yo no iría tan lejos. No creo que haya muchos ministros de Sanidad en la tesitura de participar en unas elecciones en medio de la pandemia, como “precandidato” a presidente. Creo que mean fuera del tiesto. En cuanto a lo de aplazar las elecciones, ni sí, ni no, sino todo lo contrario. En tanto que los Comuns (Catalunya en Comú-Podemos (CatECP)), también hacían la “cobra” sobre el tema, y ponían a los hospitales de parapeto. Total, que entre unos y otros la casa sin barrer.
Llegado a este punto. Se confirma el aplazamiento de las elecciones, pero con trampa. Es decir, no se señala la fecha definitiva y se deja una rendija para que se puedan mover a gusto del “consumidor”. Supeditando el 30 de mayo a formalizar la nueva convocatoria con 54 días de antelación, y pendientes de que la pandemia deje un hueco libre en su calendario.
Y siguiendo el refrán de que “hasta el 30 de mayo no te quites el sayo”. Una cosa es curarse en salud y otra que la judicialización no se meta por medio. Porque Iceta ha saltado como una avispa. Muy “cabreado” ha dicho que “se opone al retraso y no descarta impugnarlo”. Y cuando el río suena agua lleva, o lo que es lo mismo el interés del PSC por no retrasar la votación. Y la JEC esperando el silbido.
Y es que el gobierno español, mejor dicho, el PSOE, apuesta por mantener la fecha, aunque a él no le corresponde, pero por lo visto la “Operación: Illa for presi”, le está haciendo sacar la caballería oculta contraatacando. “Es grave para la democracia” “porque se trata de “democracia y derechos fundamentales”. ¿Y la salud no es un derecho sr. ministro (Campo)? o Ábalos diciendo que “nadie puede garantizar que más adelante la situación epidemiológica no sea más buena” Ni que sea peor, puestos a opinar de futurólogos, o de “cuñaos”, que es lo está pareciendo el debate cruzado, hasta yo me atrevo a hacer la previsión. Faltaría más.
Por mi parte, no veo ningún inconveniente que se pueda votar el 14F, siempre que se mantengan las distancias de seguridad, al igual que en los comercios: En los de bricolaje, por ejemplo, no hay nada mejor que darse una vuelta por las cajas y verán lo “educados” que estamos a la hora de pagar, incluso adivinas lo que ha comido el que viene detrás en la cola. Teniendo en cuenta la “confianza” depositada en el ciudadano-súbdito, por parte de las instituciones.
Por otro lado, podríamos recordar lo del “censo único” llevado a cabo el 1-O del 2017 en el Referéndum de Catalunya. Ya deberían de haber gestionado un sistema de voto online, o electrónico, como corresponde al siglo XXI, y no seguir con un sistema de votación como en el siglo XIX. La verdad, es que yo hago esta reflexión, pero los que mandan en el patio no cambiarán el sistema por lo mucho que les beneficia. Como las decisiones de la Mesa del Congreso, en la Casa de los Leones, por no ir más lejos, para denegar comisiones de investigación sobre los chanchullos de la Casa (ir)real. Cinco, más una de Tarjetas Black, son las veces que la Mesa ha denegado una comisión de investigación al mismo cortijero. ¡Ay PSOE! que se te ven las plumas de alabardero. Porque no creo que sean las encuestas favorables al ministro Illa, lo que pone en “rebeldía” a los del PSC.
Que conste que no hablo de las elecciones del Barça, que llevan años atrasadas.
Viñeta de Sansón _Rafa Vega_publicada en Twitter_19_05_2020
Por: Paco González.