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La percepción del dolor es un punto de referencia que nos indica límites físicos y psicológicos que no debemos cruzar, si queremos conservar nuestra integridad y salud física; y mental-emocional.

Desconocer esos límites o rechazarlos, puede causar visitas a especialistas médicos, y a utilizar un exceso de medicamentos y calmantes.

Pablo Saz (Médico y Terapeuta)

EL DOLOR TIENE MUCHAS CARAS

El dolor es una experiencia sensorial y emocional muy desagradable que hemos sentido todos alguna vez. Es uno de esos motivos más frecuentes de visita médica, afecta al cuerpo y también conlleva problemas emocionales y psicológicos.

En su difusión y transmisión intervienen el sistema nervioso, y el sistema endocrino, ambos influenciados por factores psicológicos, emocionales, genéticos y sociales.

Siempre que me pregunto por los limites del dolor, observo los míos y veo que no están muy lejanos, solo con doblar la espalda, el encuentro con la tirantez de las piernas o al volver de lado la cabeza en la base del cuello, me alertan de que no debo sobrepasarlos. El dolor se puede presentar bajo distintas formas:

  • El dolor agudo; es intenso y rápido, como el de un golpe o confusión.
  • El dolor crónico: que funciona como un recordatorio constante de que algo va mal y puede tener relación con problemas emocionales o psicológicos.
  • El dolor punzante: como el que afecta al nervio directamente, es cólico y repetitivo.
  • El dolor puntual: puede afectar a la cabeza, muelas, espalda, incluso a otros miembros de nuestro cuerpo.

SE EXPRESA A TRAVÉS DE EMOCIONES

La pena, la angustia, la tristeza que acompañan al dolor tampoco son difíciles de percibir, y así nos damos cuenta de que el dolor, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte son parte de nuestra naturaleza. Aceptarlos, entrar en sus límites, conocerlos y saber de nuestras posibilidades es también natural. Desconocerlos, rechazarlos, puede a veces ser causa de la entrada en la rueda de especialistas médicos, de medicamentos y calmantes en exceso, en una rueda de sufrimiento como en la que esta metida mucha gente, ya que entre un 8% y un 45% de la población general padece dolor crónico.

La atención sobre el mismo dolor lo aumenta, mientras que la distracción en otros problemas o motivaciones liberan opioides para suprimir el dolor.

PRODUCIMOS OPIÁCEOS INTERNOS

Algunas circunstancias especiales, como realizar ejercicio intenso, ingerir comidas muy picantes, participar en una pelea, vivir situaciones estresantes, padecer excesivo calor o frio, unidas a estados de animo especiales, van a favorecer que la respuesta al dolor sea la misma.

El dolor nos ayuda a sobrevivir, a nacer, a superar una prueba, a elegir un camino para llegar a una meta. Según la situación y la sensibilidad de cada persona, la respuesta va a ser distinta.

Veamos algunos casos:

  • En situaciones de angustia limite, de hambre o de infortunio, somos capaces de liberar endorfinas internas, opiorfinas en la saliva, sustancias que actúan como eficaces calmantes naturales y que nos hacen olvidar y superar el dolor.
  • En situaciones de esfuerzo limite, como el caso de los deportistas de competición, se da la capacidad de producir opiáceos internos y soportan el dolor hasta límites insospechables.

En general, estas situaciones aumentan la tolerancia al dolor, de hecho, se soporta mejor cuando le vemos una finalidad. A través del dolor conseguimos algo tan útil como librarnos de un mal mayor (una gran quemadura, por ejemplo) si no nos retiramos de la fuente del dolor.

ACTÚA SOBRE EL UMBRAL DEL DOLOR

Estar ante el dolor siempre me produce una sensación de alerta, de respeto, de admiración y, sobre todo, una gran curiosidad por aprender de su significado, sus porqués y sus límites, el descubrir cada día su finalidad positiva. Muchos deportistas de elite saben que hay que ir a los limites de este umbral de dolor, pero solo llegar a la puerta, sentirlo y no sobrepasarla, pues de otro modo lleva a la rotura del limite y a la lesión crónica. Para poder descubrir donde están tus límites, hazlo sin calmantes o sin medicación, pues si hay de por medio medicación que disminuye la sensibilidad al dolor, nos pasaremos de nuestro limite.

SER OPTIMISTA DISMINUYE EL DOLOR

Muchas personas van a sufrir dolor con estímulos muy bajos. Esta sensibilidad depende de la genética, de aspectos emocionales, de las expectativas en la vida y en la supervivencia y también de los daños cerebrales. Así, la anticipación, el miedo, la ansiedad y las expectativas de dolor aumentan el malestar, mientras que las expectativas OPTIMISTAS lo disminuyen. La atención sobre el mismo dolor lo aumenta, mientras que la distracción, la concentración en otros problemas o motivaciones como la búsqueda de comida, o defender la vida, liberan opioides para suprimir el dolor.

Hay dolores que conllevan vivencias y emociones que sobrepasan todas las perspectivas, conflictos en los que estamos cerca de una amenaza de muerte, enfermedades graves. Estos dolores nos llevaran, como dice Kübler Ross, desde la ira y el rechazo a este malestar y a todo lo que lo rodea, hasta la aceptación del dolor y de la misma muerte.

En medio de estos dolores nos encontraremos con el ofrecimiento de la medicación para el dolor, de la muerte sedada, y veremos desde pacientes que eligen la sedación hasta los que eligen percibir su vivencia atravesando la experiencia con gran dolor.

Para descubrir donde están tus limites de dolor, hazlo sin calmantes, pues si hay de por medio medicación, que disminuye la sensibilidad al dolor, puedes sobrepasar tus límites.

ESCUCHA QUE QUIERE DECIR TU CUERPO

Muchos días, frente a mis pacientes, me pregunto el porque de muchos dolores de cabeza, del dolor cólico, del infarto:

“¿Que nos está diciendo el cuerpo con ellos?, ¿Qué cambios de vida nos propone?, ¿Qué debemos llegar a comprender para poder aliviar ese dolor?” El dolor se aguanta mejor cuando comprendemos su finalidad. No todo es tan sencillo como dar el calmante mas fuerte para quitarlo. A veces, incluso en muchos pacientes, el uso indiscriminado de calmantes y sus efectos secundarios complican más el cuadro. Estos son algunos de los mensajes del dolor.

  • A veces señalaba una zona del cuerpo expuesta a posibles lesiones o daños.
  • Ayuda a poner limite a movimientos corporales o a moderar situaciones ambientales o psicológicas.
  • Ayuda a poner freno al estrés.
  • Avanza a posibles diagnósticos, como en apendicitis o cólico renal.
  • El dolor también va unido a la muerte, a la culpa, al sufrimiento moral o al miedo. Esta ahí como alerta a nuestro cerebro para que produzca un cambio, para que secrete endorfinas, cambie neurotransmisores o proponga vivir y sentir nuestra realidad de otro modo, ayudando a la curación, al fortalecimiento a sobrevivir.

¿INTENTAR CALMARLO O SENTIRLO?

Se puede controlar el dolor con una medicación externa, pero también se puede observar como el mismo dolor dirige nuestras acciones y promueve cambios importantes en nuestras acciones externas, nos hace movernos o estamos quietos según las circunstancias y a la vez produce calmantes endógenos.

Muchas mujeres en la historia se han preguntado sobre el dolor del parto, lo han visto como una maldición bíblica. Otras han elegido la naturalidad y la aceptación del parto como es. Si bien es verdad que sienten la contracción fuerte y dolorosa, también sienten su propia capacidad de segregar endorfinas que les hace vivir el parto como una experiencia positiva.

PROPUESTAS NATURALES QUE DAN ALIVIO

La medicalización, tanto de nuestra vida como de nuestra muerte, nos expropia las capacidades autónomas de sanación, con lo cual debemos plantear otros tratamientos del dolor desde nuestra propia autogestión. Tras descubrir hasta donde llega nuestra tolerancia y poner limites a las acciones físicas (e incluso a las relaciones físicas o psicológicas) que pueden producir dolor. Si lo consideramos necesario, las terapias naturales pueden ayudarnos a lograr un alivio:

  • La acupuntura, la aplicación de calor o frio, la digitopuntura, manipulaciones o masaje, nos ayudaran a controlar el dolor o a calmarlo.
  • La intervención cuerpo-mente con técnicas de meditación o control mental también nos facilitara controlar el dolor o el sufrimiento.
  • Las puertas dietéticas o el ayuno nos evitarán dolores o los modificaran, muy claramente en problemas digestivos o metabólicos.
  • La fitoterapia nos viene a recordar que de las plantas se han sacado los mejores calmantes, anestésicos que existen en la actualidad, opiáceos, benzodiacepinas, lidocaína, codeína, morfina.

Enviado y adecuado por:

Juan de Dios Flores Arechiga.

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