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Un mundo mejor es posible

Hemos vivido durante quinientos años bajo el sistema capitalista y desde principios de los 80´ bajo la modalidad neoliberal, cuyo resultado es la globalización del intercambio comercial, con aproximadamente 140 empresas trasnacionales apoderadas del mercado mundial, con una concentración brutal de la riqueza, donde unos cuantos poseen un mayor patrimonio que la mitad más pobre de todos los habitantes del planeta, las empresas farmacéuticas ocultan los medicamentos para la cura de muchas enfermedades porque les resulta más redituable mantener enfermos a los pacientes toda la vida comprando sus productos manteniendo a la gente enferma crónica, pero consumiendo medicamentos, hay alimentos para más de 13 mil millones de habitantes, pero se desperdician, se tiran antes que distribuirlos entre la gente que muere de hambre y de enfermedades curables, pero cuyos remedios quedan fuera de sus posibilidades económicas; si todo esto no fuera suficiente, hemos llegado a los límites de procesamiento del dióxido de carbono que emitimos a la atmósfera, debido a la tala de bosques y a la contaminación de los mares que contienen las algas capaces de convertir este gas en oxígeno indispensable para la vida y en resumen como ha dicho Leonardo Boff “el capitalismo prefiere ser suicida que cambiar”, tal vez el capitalismo lo prefiera, pero sin duda los seres humanos buscamos la vida.

Se requiere un radical cambio de civilización, que paradójicamente es posible, pero el sector más poderoso, el que se beneficia de este sistema criminal, se opone con todas sus fuerzas al cambio, negándose a reconocer, aunque de hecho lo sepan, que seguir bajo este sistema es inviable por una razón muy sencilla, el mundo, la Tierra, es finita algo que es irrefutable, que nadie puede negar, por lo tanto los recursos naturales de los que se nutren las empresas capitalistas para la manufactura de sus mercancías se terminarán irremediablemente y no podremos respirar ni beber dinero, esa es la realidad pura y simple, pero verdad al fin.

Entonces ¿qué podemos hacer?, ¿debemos vivir como los hombres de las cavernas?, la verdad es que no es así, podemos aprovechar TODOS los avances de la ciencia para vivir mejor, pero no en beneficio de unos pocos, sino de todos los que habitamos el planeta. El requisito único es la racionalidad necesaria para desterrar el despilfarro, el frenesí de tener más y más, de cuidar el medio ambiente de manera que no lo sigamos destruyendo de manera demencial, eso, la verdad no es mucho pedir, es más, tenemos la obligación moral de legar a nuestros descendientes un mundo en el que puedan vivir, como nuestros antepasados nos lo dejaron a nosotros, solamente se necesita que el hombre deje de ser el lobo del hombre.

¿Cómo debiéramos vivir para sobrevivir? ¿bajo el socialismo o el comunismo? ¡Pero esos sistemas ya probaron su inoperancia y sus resultados desastrosos en la URSS y los países socialistas! Bueno, yo propongo que nos quitemos de la cabeza el nombre del sistema que debiéramos adoptar para el futuro, propongo que los mejores especialistas de todas las diferentes disciplinas y ciencias que hay en el planeta, se reunieran en una convención mundial con el objeto único de establecer donde estamos, como es nuestra realidad actual, que enlistaran en una columna, todos los parámetros reales de salud, alimentación, abrigo, educación, trabajo, etc. todos los datos que tengamos sobre la vida en el presente, pero que en otra columna colocada enfrente esos mismos especialistas de todas las nacionalidades y filosofías describieran cómo quisieran que todos los seres humanos vivieran en el futuro, de hecho hay procedimientos que han propuesto grandes pensadores especialistas en resolver problemas, sobre la metodología a seguir para cambiar de una situación insatisfactoria a otra deseada como objetivo. Recuerdo y muchos tendrán presente la “espina de pescado” de Kaoru Ishikawa, japonés quien proponía lo que él llamaba las siete herramientas básicas para la solución de problemas.

Bueno que una vez de acuerdo SOBRE DÓNDE ESTAMOS Y DÓNDE QUEREMOS ESTAR, sin ponerle nombre al sistema o definiéndolo solamente como “un mundo mejor” todos, todos los países del mundo, todos sus habitantes puestos de acuerdo por una vez en la vida, pudiéramos disponernos a llevar a cabo la parte que nos toque en este nuevo mundo solidario, no de competencia, no de ganadores y perdedores, sino donde todos seamos ganadores y pudiéramos vivir como seres humanos y como parte integrante de la naturaleza, no sintiéndonos dueños de ella, porque en estricto sentido ¡así es!, cualquiera que se apropie de una parte de ella, estaría despojando al resto de algo que nos pertenece a todos en general, pero a nadie en particular.

Si no procedemos de esta manera, la naturaleza lo hará y nos mostrará que no es el planeta Tierra el que está en peligro como muchos neciamente afirman, ¡el planeta no peligra!, peligra la vida en el planeta, peligra el ser humano sobre la tierra, peligran los seres vivos, la Tierra seguirá existiendo con humanos, o sin ellos, ¡con vida o sin vida!

Por: Enrique M. Díaz Sánchez

26/Mar/2019

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