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SIENTO LUEGO EXISTO

Hace unos años, dando clases en la Universidad y tras calificar a mis alumnos durante el proceso de revisión de notas, Andrea, una alumna brillante, sostuvo la siguiente conversación conmigo:

-Profe: Su materia fue mi calificación más baja y yo siento que merecía más-me dijo.-Yo la miré a los ojos y  sin burla repliqué-: –Yo también siento que mereces más querida Andrea. La cara de Andrea fue de una confusión total.

-¿Luego Profe?- ¿Por qué no saqué mejor calificación?-preguntó con una sonrisa inquisidora. –Por qué yo pienso que el siete punto siete que sacaste es lo justo– argumenté. Faltaste seguido a clases, hiciste un buen examen y la participación en clase era un 15% de la calificación. Tu compañera nunca faltó y obtuvo el 15% de asistencia y participación. Ella sacó nueve.

Fue un tema de razón y no de sentimiento Andrea.

Queridos lectores:

En la entrega pasada hablábamos de Dite, El Lucifer de Dante, que en su noveno círculo del infierno estaba estancado en el Lago Cocito, lugar que él mismo congelaba en su desesperación y llanto. Páginas atrás, Virgilio, el maestro y guía del poeta, advertía que el infierno era aquel lugar donde había que abandonar todo temor y toda cobardía; que el infierno era aquel lugar donde las doloridas almas que se encontraban allí, abandonaron el bien preciado de la inteligencia; el infierno era el lugar donde se abandonaba toda esperanza. Donde las emociones y las pasiones más bajas habían arrastrado a cada uno de sus habitantes hasta allí.

La inteligencia que es luz y nos ilumina, es aquello que nos diferencia y distingue del resto de los animales, que por natura son instintivos e irracionales.

Nosotros, los Homo Sapiens, tenemos ese no sé qué que es entelequia; y que también llamamos alma espiritual.

Ésta alma nos permite razonar, crear valores, ponernos limites y generar conversaciones abstractas y concretas.

Es así como los de nuestra especie hemos llegado a acuerdos y  a crear a través de consensos  y leyes naciones enteras.

En una comunidad de “Homo Sapiens”, podemos hablar sobre lo que hablamos y podemos considerarnos y llamarnos unos a otros hermanos, paisanos, amigos, enemigos, mexicanos, americanos, europeos, delincuentes y ciudadanos civilizados.

Todo a través de realidades imaginadas, que aunque imaginarias, son reales porque creemos en ellas y nos constituyen como personas en sociedad.

Ésta inteligencia e ilustración humana, tras el renacimiento de las artes y de la cultura, tras el descubrimiento del nuevo continente y tras iluminar una oscura edad media;  llevó a Rene Descartes, padre de la modernidad a deferimos así:

¡COGITO ERGO SUM!

Que en todas sus letras dice:

¡PIENSO LUEGO EXISTO!

Y es así, queridos lectores, como coronamos a la modernidad y pusimos a la razón en el más alto pedestal de nuestro ser y de nuestro hacer; dando paso así, a la industrialización del mundo y  a las libertades individuales.

¿Que es la modernidad?

La modernidad se caracteriza por la racionalidad surgida de la dialéctica filosófica y de la cultura greco-romana. Surge de la uniformidad en las creencias y la organización de las naciones bajo los principios de la diosa razón: Igualdad, libertad y fraternidad.

La Modernidad es entendida como un proceso filosófico y cultural de cambios que buscan homogeneizar a la sociedad a través de valores entendidos y constituidos.

La modernidad supone un gran cambio en el ámbito mundial: Economía y sociedad cambian a partir de la industrialización y el desarrollo de los medios masivos de comunicación.

Con la industrialización, la invención de la imprenta y de la maquina surgió la clase empresarial, la burocracia, la secularización y la producción en masa.

El trabajo manual es sustituido por la maquina, y el obrero pasa a ser un eslabón más en la cadena productiva; y no necesariamente el más importante.

Surge la ética material, la idea de una revolución social y de un comunismo en el mundo. Pugna intelectual que sigue en boga en los más fervientes populismos de América Latina y Asia.

El humanismo, la razón, el progreso y la utilidad son las bases del desarrollo moderno.

El objetivo supremo de la modernidad fue convertir al ser humano en un trabajador y ciudadano libre que produce bienestar.  La organización racional de la sociedad debe permitir el libre desenvolvimiento de todas las necesidades individuales. El Estado no puede suprimir, sino regular éste libre desarrollo.

¿Pero con la modernidad fue el hombre más libre, más feliz y tuvo más tiempo para disfrutar la vida que se había prolongado con la ciencia?

La respuesta es no.

Y vino un proceso de deconstrucción e irracionalidad que Zygmunt Bauman consagró en su obra titulada: “Modernidad Liquida”

Así, la antítesis fundamental de la  modernidad fue la posmodernidad, que tiene que ver con su postura frente al “progreso”.

¿Qué es la posmodernidad?

Postmodernidad. 1. f. Movimiento artístico y cultural de fines del siglo XX, caracterizado por su oposición al racionalismo y por su culto predominante de las formas, el individualismo y la falta de compromiso social. Cfr. Diccionario de la Real Academia

La podmodernidad surge tras la caída del muro de Berlín en 1989, y surge tras la pérdida de significado de una generación completa al no saber qué hacer con las libertades y garantías ganadas por sus padres y abuelos tras la posguerra y la guerra fría.

La posmodernidad es fruto de la revolución tecnológica, de la globalización de la economía y la comunicación; pero nunca se globalizó el humanismo, la ética y los valores.

La posmodernidad pone en el centro de su diseño el consumo: ¡CONSUMO LUEGO EXISTO!

La posmodernidad disgrega los valores y principios, deja de creer en los grandes relatos y crea zombies conectados a las pantallas del celular; donde la memoria histórica de un joven es igual y proporcional a la duración de sus historias en Instagram o Facebook.

Como en la posmodernidad no hay valores que den identidad a un individuo;  la auto-percepción y el sentimentalismo son los dos mandamientos sagrados con los que un joven debe reglar su vida y su actuar.

La ballena no es un reptil atrapado en el cuerpo de un mamífero; pero sí podemos encontrar mujeres atrapadas en cuerpos de hombre y viceversa.

Abandonamos la lógica, la biología y la psicología más elemental y confundimos el lenguaje como en la torre de babel.

Ahora los Drags Queens deben estar en las ceremonias inaugurales de eventos deportivos y las ideologías de género deben estar en los libros de texto gratuitos dados por el gobierno. Pero erradicamos de la currícula las materias de civismo y ética.

Tampoco enseñamos a nuestros niños a cuidar el medio ambiente, a meditar a respirar; pero sí les decimos que tienen todo el derecho de auto-percibirse como tiranosaurio Rex si quieren, o como se les dé la gana.

SIENTO LUEGO EXISTO

¿No será que deberíamos hacernos acompañar de la razón sin abandonar las emociones?

¿No será que detrás de Quijote, que es la ilusión; debe haber un Sancho que nos  ponga los pies en la tierra?

¿No será que debemos de caminar con Virgilio desde el umbral de las puertas del infierno hasta las puertas del paraíso; donde nos encontraremos un día con el Amor representado en Beatriz?

¿No será que necesitamos un modelo más ecléctico que rescate el propósito y la razón y que se adapte a los tiempos de hoy?

¿No será?…..

Yo creo que remar con el remo de la razón es dar vueltas en círculo y no avanzar;  y yo creo que remar con el remo de la emoción es retroceder porque hoy no tengo ganas de remar y mañana quién sabe.

Pensemos en lo que sentimos y démosle razón a la emoción y emocionemos a nuestra razón.

Así encontraremos el equilibrio en nuestra vida.

PORQUE PIENSO LUEGO EXISTO, PERO TAMBIÉN SIENTO……

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Diego Cardoso
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