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“Hace mucho tiempo no les escribo para pedir me traigan lo que quiero, a la vez de exponer mis obligadas confesiones para convencerlos. Sé que ustedes existen en un mundo real e invisible y cuando logro estar en esa misma dimensión, nos encontramos y nos divertimos.

“Me he portado mal, pero soy muy buena estudiante y saco puros dieces. Soy muy desobediente con mi mamá porque grita mucho y me atolondra, pero obedezco a mi papá que siempre me dice: ‘Saca dieces y haz lo que quieras’; yo creo que debería haber más papás como el mío que comprende que a los niños y niñas nos ‘gana la gana’.

“Me gusta mucho jugar con mis hermanos al trompo, canicas, yo-yo, fútbol, béisbol, volibol, patines, bicicleta; escondidillas, policías y ladrones y otros juegos que inventamos. A ellos los quiero mucho porque son muy divertidos y me consienten; además cuando jugamos me siento libre y me río mucho; con las niñas nunca juego porque son aburridas: les gustan las muñecas y a la casita. Les ruego no me traigan muñecas, ni casitas, ni nada de eso; no me gustan y me dan miedo las que mueven los ojos. Cuando ustedes me traen muñecas, se las tengo que regalar a niñas pobres a quienes sí les gustan y mi mamá me regaña.

“Quiero decirles que me gusta mucho dibujar y pintar; me gustan pinturas de agua, crayones, gises y lápices que traigan todos los tonos de colores. Si me traen colores quiero que el amarillo sea el más fuerte porque cuando pinto por la noche, acostada en el suelo y bajo la luz encendida, el amarillo por más fuerte que le dé, no se ve, pero al día siguiente sí se ve, entonces quiero un ‘amarillo de noche’. Me gusta que me traigan cuadernos de hojas blancas para pintar cosas que invento y color que imagino. Los cuadernos de colorear, no me gustan mucho, pero me divierto al añadir figuras porque las que traen me parecen muy mensas.

“Muchas veces ayudo a mis hermanos a hacer sus tareas; porque yo las hago rápido y nos urge salir a jugar juntos. Mi mamá me regaña y dice que así ellos no van a aprender, pero ellos ya saben muchas cosas que mi mamá ni se imagina, por eso la escuela los aburre y los ayudo como ellos me ayudan cuando jugamos cosas que yo no sé.

“Si me traen ropa, quiero playeras de rayitas de muchos colores para que, en la escuela me digan ‘la de rayitas’. Al niño que me gusta, su mamá lo viste diario con playeras de rayitas y le dicen: ‘el de rayitas’, así soy: ‘la de rayitas’. Si me traen zapatos, quiero que sean de hule color naranja porque cuando me meto al río con mis zapatos nuevos de domingo, mi mamá me regaña y dice que tengo dientes en los pies y todo lo echo a perder y mejor me comprará zapatos feos baratos de hule; pero yo los quiero bonitos color naranja.

“Bueno, ya les escribí lo que quiero, pero lo que más quiero es que siempre nos encontremos en este mundo invisible que hoy se hace visible.

“¡Gracias!”

alefonse@hotmail.com

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