- Uno de los asesinados deja huérfanos a ocho menores de edad.
Con una misa concelebrada por cinco obispos de la Diócesis de Campeche, deudos y amigos de cinco de las dieciséis víctimas del fraude electoral en Puebla, participaron en la celebración eucarística, no sólo para orar por los asesinados, sino por los ocho huérfanos que dejó uno de los muertos, justo el primero de julio, día de la elección.
Estos hechos que forman parte del cúmulo de anormalidades registradas el día de la elección en Puebla, fueron presentados ante el altar de Catedral, los cuales coincidieron con el espíritu y significado de las lecturas litúrgicas de ese día, cuando a Jeremías lo mataron por llamar al orden.
En visible “asombro” familiares y acompañantes de uno de los muertos, Lázaro González Hernández, escucharon una de las frases de la lectura que parecía redactada para el homenaje póstumo:
“Y, cuando terminó Jeremías de decir cuánto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo: “Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?”.
Cabría apuntar otro hecho que para familiares y amigos de los deudos resultó significativo: al templo llegó numeroso grupo que compartió la celebración con deudos, y amigos y simpatizantes de los movimientos Opción Ciudadana, y el Parlamento Ciudadano, ambos, organizadores de la celebración litúrgica por las víctimas de la democracia.
DEJA OCHO HUERFANOS Y VIUDA, UNO DE LOS ASESINADOS.
Al respecto, Heriberto González Hernández, hermano de Lázaro –uno de los asesinados- narró que el primero de julio después del medio día, grupos de encapuchados robaron urnas y atentaron contra de ciudadanos y funcionarios electorales.
“El día primero de julio cuando fueron las elecciones, todos fueron a votar, pero después de la votación comenzaron a llegar personas al medio día. Fueron encapuchados con armas largas. Uno de mis hermanos fue víctima, le dieron cinco balazos y desgraciadamente ya no se pudo hacer nada. Llegó la clínica, fue operador pero ya no se pudo hacer nada”, lamentó.
González Hernández exigió que la Fiscalía General del Estado (FGE) apresurar las investigaciones de estos hechos violentos, y apuntó que hasta ahora no hay detenidos por estos actos delictivos.
Y narró:
“Los encapuchados se dirigieron a una casa. Los balazos fueron a su cuerpo. No nos explicamos cómo fue o por qué se los dieron si era una persona sencilla, trabajadora, responsable con su familia y nunca se metía en la política. Pedimos como familia a la autoridad, que no queden impunes los autores de estas víctimas. Hubo más heridos, cuatro tiroteos, a uno le dieron siete balazos y afortunadamente ya está recuperándose. A otra persona le dieron dos y a otra cinco balazos. Mi hermano llego a la clínica, pero no salvo subida”.