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Me dice el diccionario que “La Nostalgia” es un sentimiento, a veces es la pena, otras la ausencia y muchas los pensamientos letárgicos del pasado, para los que de vez en cuando nos gusta disfrutar de una tarde y noche de bohemia, la nostalgia es una emoción sabrosa, sentarnos solos o en compañía de amigas y amigos, preferentemente de nuestra época para recordar anécdotas, para escuchar canciones y compartir experiencias e historias del pasado, es una práctica extraordinaria y deliciosa que vale la pena ejercitar.

A mi me gusta la música, no toda por supuesto, la clásica antigua y la moderna, la opera y algo de la música popular, la que me recuerda un hecho del pasado, sobre todo del pasado, los que cargan como yo algunos años encima lo sabrán y desde luego lo podrán apreciar.

Mi gusto por el tango no es reciente, tampoco podríamos decir que se remonta a mi primera infancia, mas bien es algo que desarrollé en mi edad adulta, después de los veinticinco y antes de los cuarenta, algunas veces me hago preguntas, una de ellas es ¿cambiarías una noche bohemia por otra cosa? Yo creo que no, ir a un bar, salir a bailar o escuchar una conferencia, no me llenan lo suficiente para hacerme espacio en “una noche bohemia”, los tipos de música han variado, algunos de ellos permanecen en mi gusto que es muy particular como “el Tango” que no es de aquí, pero lo disfruto tanto como si lo fuera.

Quiero emborrachar mi corazón
Para apagar un loco amor
Que más que amor es un sufrir…
Y aquí vengo para eso,
A borrar antiguos besos
En los besos de otras bocas…
Si su amor fue “flor de un día”
¿Porqué causa es siempre mía
Esa cruel preocupación?
Quiero por los dos mi copa alzar
Para olvidar mi obstinación
Y más la vuelvo a recordar.

¿La recuerdan o la conocen? Se llama Nostalgia, la música la escribió Juan Carlos Cobián, músico argentino, compositor, arreglista y cantante, la letra por su parte la hizo Enrique Cadicamo, poeta y compositor nacido en Argentina también; en 1935 unieron sus talentos con esta “Nostalgia” que por generaciones nos ha deleitado a los que disfrutamos ese género, uno de sus intérpretes, tal vez el más famoso lo fue Carlos Gardel al que le siguieron muchos más que le dieron fama universal a este tango.

Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración.
Angustia
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto… pronto le hablará de amor…

Un sentimiento en apariencia triste que con los años se mitiga y convierte en añoranza de un pasado antiguo que no volverá de la forma en que fue, como tampoco volverá el pasado siglo XX que muchos en nuestra sociedad mexicana ningunean, un México que ignoran, que supo de alguna forma incorporarse al mundo global, no lo entienden porque no lo vivieron ni tampoco han leído sobre las cosas qué si se hicieron, sobre todo aquellas de las que podemos sentirnos orgullosos.

¡Hermano!

Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir…
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud.

Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental…
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas…
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez…
Quiero emborrachar mi corazón
para después poder brindar
“por los fracasos del amor”…

Evidentemente hay muchas cosas en este México que quisiéramos olvidar, muchos fracasos que la realidad nos dice que debemos asumir y otras muchas cosas exitosas que debemos admirar, la vida nos dice, sobre todo a los que cargamos unos años que hay mucho porque brindar, que asumamos las tristezas y los desaires, que apostemos por un país de iguales, que el objeto de nuestras nostalgias quede reducido a los amores idos, a las personas que dejaron de estar con nosotros y con optimismo y pasión le hagamos compañía a nuestros compañeros de vida que aún se encuentran con nosotros.

Carlos Gardel “inigualable”

Yo no se si ustedes, la verdad es que lo ignoro, lo que se es que una tarde con todo y noche de bohemia no se cambia por nada del mundo… ¿usted está de acuerdo?

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

alfonsodiazordaz@gmail.com

4 de julio de 2021

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