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Algunas veces me gusta jugar a imaginarme cosas, este ejercicio suele ser divertido y a la vez ilustrativo, en estos días, como están las cosas me resulta recurrente pensar en Franz Kafka (nacido en Praga en 1883)  una autentica fantasía, si Kafka viviera en México en la época actual estaría escribiendo una nueva versión  de su obra cumbre, “Metamorfosis”, un ser humano mutante que se convierte en un insecto monstruoso, en este caso imagino que la mutación no sería de una persona en particular, sería una  metamorfosis colectiva que es en lo que se están convirtiendo los mexicanos de hoy, el encono social, el enfrentamiento diario de sectores de la población, nos está pervirtiendo apresuradamente.

Pienso que Kafka desde la ventana de su piso, en cualquier lugar de la República, estaría observando cosas que la mayoría no vemos, el proceso electoral de este año nos agobia, en todos lados hay personajes impresentables, candidatas y candidatos fallidos como Raúl Morón Orozco y Félix Salgado Macedonio que tuvieron que bajarse de la contienda por no reportar sus cuentas de pre campaña, por disposición expresa de seis de los siete ministros de Tribunal Electoral de la Federación, el único de ellos que votó en contra de sus resoluciones fue el Presidente del organismo, José Luis Vargas Valdez que consideró excesiva la inhabilitación de las candidaturas, opinión que me parece inconsistente, no presenta ninguna opción opuesta al citado veredicto, la ley no contempla una escena distinta, ni siquiera consideró una propuesta diferente, suspenderles la campaña por quince días o por siete cuando menos, ni modo, así es este señor y que se le va a hacer, la ley es clara.

Tengo que decir que estos problemas no son exclusivos de un partido pero por las circunstancias han sido reiterativos en el partido oficial, el poblano Saul Huerta ya fue suspendido y su candidatura retirada, el de Zacatecas inaugura una nueva versión del “hermano incómodo”, David Monreal es “el carnal” del Senador y ex Gobernador Ricardo Monreal cuyo familiar se ha convertido en el “hermano cachondo” fue retratado acariciando los glúteos de una de sus compañeras, aunque en realidad esto no merece un castigo oficial, toda vez que la señorita lo acepta y tal vez hasta le gusta, sin embargo creo que su castigo fue más fuerte, me imagino … las cosas que le dijo su esposa cuando vio la fotografía seguramente fueron contundentes, realmente estamos siendo testigos un episodio kafkiano.

A otro que sin ser candidato le está yendo como en feria es al recién desaforado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Gobernador Tamaulipeco, a este le promovieron un juicio de procedencia en el Congreso Federal y ya no podrá salir de su entidad por el riesgo de ser detenido en cualquier lugar en donde no tenga fuero, ni siquiera puede meterse a bañar a una playa que ya es terreno federal.

Según los datos con los que cuento, son 707 veces las que se ha modificado la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estos datos proceden de un informe al respecto publicado por el Senado de la República en el año 2018; es significativo por cierto el crecimiento de su texto qué en su original versión, la del Constituyente de 1917 contenía 21,382 palabras y la versión actual, la de 2018 revela un crecimiento sustancial, tiene un total de 111,783 palabras.

No es mi propósito presentar un panorama de nuestra Carta Magna en crecimiento, lo que pretendo es tomar estos datos como punto de partida para hacer una reflexión, durante muchos años los mexicanos nos hemos sentido orgullosos de su contenido, las Garantías Individuales y las Sociales que dicta han sido ejemplares, el México Constituyente de 1917 y el estado que guardan las cosas al día de hoy han evolucionado sustancialmente, algunas políticas públicas han sufrido cambios y alteraciones, de acuerdo a lo que demanda cada etapa de la vida política y social de la nación, ella, por cierto no tiene la culpa del desequilibrio económico ni de los problemas sociales, la formación de los Poderes de la Unión se fueron acomodando a las demandas sociales (de una manera más lenta de lo que sería deseable) la formación del Congreso, la organización del Poder Ejecutivo y la estructura del Poder Judicial son mejores que las que existían antes.

Ni mi modesta persona y muy probablemente la mayoría de los legisladores actuales podemos hacer un diagnóstico efectivo y justo de lo que México necesita en materia legislativa, de hecho, la mayoría de las legislaturas con sus honrosas excepciones han parchado nuestra Ley y las leyes complementarias, no hay muchos constitucionalistas de verdad en la historia del Congreso de la Unión, esta es una verdad que lamento profundamente desde mi humilde posición de ciudadano normal.

Ahora que se habla con un exceso de frecuencia de que si una ley no sirve para determinado fin, hay que cambiarla, que sobre cualquier ley o reglamento debe imperar un principio de justicia, se oye muy bonito, lamentablemente la realidad es distinta, la justicia es un concepto ambiguo, muy subjetivo, discrecional y peligroso.

Por cierto, me voy a dar una pequeña licencia literaria para ilustrarme mejor, si alguien de ustedes ha visto o ve a Franz Kafka, díganle que por favor me preste a su perro, no deja de darme vueltas en la cabeza su atinada frase “Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro”, lo cual parece real, no es fruto de la atormentada creatividad del escritor, es la neta del hoy que estamos viviendo.

En sus consideraciones acerca del pecado el mismo autor nos dice: “Afortunadamente la incongruencia del mundo es de índole cuantitativa” y en otra nos afirma: “El mal conoce el bien, pero el bien no conoce el mal”.  

Derivado de lo anterior me atrevo a pedirle a todos que para superar esta difícil encrucijada nacional vayamos a votar del modo como nos lo dicte nuestra conciencia y esperemos que el trance pase pronto y en paz.

Para terminar dejo esta reflexión para todos, se nos dijo que la justicia debe prevalecer por encima de la ley, perdón pero no estoy de acuerdo, la justicia es un termino subjetivo, se aplica de acuerdo con el criterio de quien la ejerce, para eso está la ley, para ejercer la justicia dentro del marco de una norma explicita.

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

alfonsodiazordaz@gmail.com

2 de mayo de 2021

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