Un mundo mejor es posible
El próximo 3 de mayo se celebra como cada año “El día de la libertad de prensa o libertad de expresión” y el hecho nos llama a la reflexión sobre esta celebración, a la que principalmente los políticos son tan proclives a celebrar, tanto más llamativamente cuanto menos libertad existe, no puede existir, de hecho esta celebración nació muerta por varias circunstancias: la primera es que quienes escriben en un diario o tienen un micrófono para transmitir por radio o tv, son asalariados, tienen patrón, por lo tanto en una sociedad regida por el sistema capitalista esa relación ya es de sumisión al patrón, de modo que el periodista recibe “línea” es decir es advertido por el patrón de lo que puede y lo que no puede decir y si transgrede esta regla sin más es puesto en la calle.
Por su parte “el patrón” tiene también intereses, los cuales pueden o no estar en línea con el gobernante en turno y, si su medio se permite criticar o descalificar o peor aún desafiar abiertamente la política del gobierno, vienen los problemas, no se olvide la célebre frase de JLP cuando retiró a la revista Proceso todo tipo de apoyo publicitario aduciendo que “no pago para que me peguen”, por citar un caso conocido y relativamente reciente en la historia del periodismo. De tal manera se vive el periodismo en México y en el mundo.
Caso aparte es el de Julian Assange fundador de Wikileakes quien recientemente fue detenido por el gobierno británico aliado eterno de los EUA, por filtrar a los medios, información que los gobiernos consideraban confidencial y entonces uno se pregunta ¿Cuál libertad de prensa?, si la información fuera falsa, cabría manejarla como calumniosa, pero nadie se ha quejado de eso, sólo de que era “confidencial”, información que fundamentalmente afecta a la población pero que los políticos no quieren que se conozca.
En estos días también un periodista independiente Julio C. Roa dio a conocer los nombres de periodistas que se repartieron mil millones de pesos que pagó con dinero del pueblo el ex presidente EPN, nombres que no sorprenden, porque ya son bien conocidos por sus ataques rabiosos en contra del presidente AMLO, como son López Dóriga, Alemán, Hiriart, Gómez Leyva, Loret de Mola, etc.
Mención aparte merece, ellos sí haciendo uso de la libertad de prensa, un grupo de “abajo firmantes”, entre los que se cuenta a Enrique Krauze, Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Rolando Cordera, Claudio X. González, Jesús Reyes Heroles, López Dóriga y una pléyade más de ultra conservadores, que enviaron una carta al presidente AMLO, solicitando que no vaya a incluir en su gabinete al Dr. Alfredo Jalife Rahme, a quien le pegan peor que a una piñata navideña, con los peores calificativos imaginables, más apropiados para los peticionarios, que para el denostado, a quién no se atreven a enfrentar con argumentos, sabedores de seguro de que quedarían en ridículo, pero olvidando por completo ese derecho que ellos tanto defienden de “libertad de expresión”.
Sin embargo, lo que supera toda la hipocresía imaginable es el “premio” que la agencia española EFE, otorgó a Joaquín López Dóriga como el periodista emblemático de México, lo cual es una afirmación muy cercana a la realidad, si consideramos que nuestro país se ha distinguido en el ámbito mundial, por tener la que muy probablemente sea la peor prensa del mundo, precisamente por servil, por vendida a los intereses de sus patrones y del gobierno.
No podemos dejar de apuntar que el sistema capitalista se nutre precisamente de corrupción, de bandidaje, de atrocidad en la lucha por obtener mayores ganancias, objetivo único del sistema al que la gente no le importa, no le importa su bienestar, no le importa destrozar el medio ambiente, en ese afán absurdo y ciego que no les permite ver lo obvio, lo evidente, que no se puede aspirar a obtener cada vez más ganancias a costa de los recursos naturales, a costa de la explotación de la gente, de su empobrecimiento permanente.
El ser humano que ha logrado alcanzar un avance tecnológico impresionante en tan sólo los últimos cien años, ha sido desafortunadamente incapaz de superar sus propias deficiencias como son la codicia, el egoísmo, la ambición desmedida, la honestidad; por el contrario, vemos un mundo en el que miles de niños mueren diariamente de enfermedades curables, unos pocos acaparan la mayor parte de los bienes a costa del sufrimiento, el hambre, la enfermedad, la ignorancia de millones de seres, para los cuales el capitalismo es solamente instrumento para vivir en condiciones más allá de toda lógica, unos pocos ávidos de satisfacer sus desmedidos afanes de consumismo, mientras al resto de seres humanos se les priva cada vez más, de los más elementales satisfactores como pueden ser alimento, agua, vivienda, educación, salud.
Llegará inevitablemente el tiempo en el que el grueso de la población tenga conciencia de esta grave situación y se rebele violentamente para cambiar las cosas, de no ser así sabemos que el planeta lo hará sin distingos, pero en las peores condiciones imaginables.
Por: Enrique M. Díaz Sánchez
30/Abr/2019