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El inicio de la “Revolución Mexicana” es un episodio que hoy ya casi nadie quiere recordar, como diría el corrido respecto a “Los Dorados” en relación al recinto de los despojos de Villa en Hidalgo del Parral.

La propaganda televisiva engañó y endilgó a toda una generación con la cantaleta de que los sucesos del “levantamiento popular” y de la “guerra civil” habrían sido hechos baladíes, en comparación de “la enorme trascendencia” que los panegiristas en cuestión le atribuyen a las “marchas por la democracia”, no pocas de ellas encabezadas por Felipe Calderón por cierto, y que tuvieron como momento culminante el robo de la elección de Guanajuato, cuando el PAN perdió la elección y se adueñó del cargo por la vía expedita del chantaje.

En remembranza de la efeméride en cuestión, y ante las actuales circunstancias que la realidad presenta, me permito recomendar a los lectores de las presente líneas, si es que acaso las mismas contasen con alguno, que emprendan un interesante viaje por las memorias del General Salvador Rangel Medina, rescatadas por el periodista Juan Valedíaz.

Durante el año que expira presenté a la prensa el relato de mi autoría “La Danza de Giselle”, en la que se hace una apretada síntesis de la historia del ejército mexicano, institución conformada al fragor de las batallas de la  rememorada “Revolución Mexicana” y cuyo tránsito por la vida de México, se entrecruza con la biografía del General que se atrevió a cuestionar la actuación del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional en el batimiento de la sublevación encabezada por Lucio Cabañas en Atoyac de Álvarez.

La semblanza que del General Rangel hiciera Carlos Montemayor en su novela “Guerra en el paraíso”, aunada a la agudeza para incursionar en situaciones y diálogos en la que se reproducen no sólo los sucesos sino el entorno espiritual de la época y del lugar en cuestión, ofrecen una perspectiva por demás interesantes que nos permiten intuir los entretelones que se derivaran de la reciente designación del General Luis Sandoval.

La Auditoría Superior de la Federación realiza a la fecha observaciones por demás graves en relación a la obra cancelada del aeropuerto en Texcoco, centrando gran parte de las mismas en la barda edificada o adjudicada por la Secretaría de la Defensa Nacional, observaciones en la que compañías fantasmas algunas de ellas constituidas ante la fe del Notario Jaime Juárez Hernández de Puebla.

En la cruenta guerra declarada por Calderón contra la población, tras una elección por demás cuestionada, no pocas prebendas pudieron ponerse a disposición de las fuerzas armadas, sin que ello redundara en menoscabo de la institucionalidad, sin que jamás se hubiese permitido que el instituto armado se involucrara en especulación o tráfico mercantil de índole alguna, contrariando los lineamientos básicos que le dan razón de ser.

Al decir del viejo adagio de la formación castrense: “con el arma la Doctrina”, y durante años “La Revolución Mexicana”  habría sido el ETHOS sobre el que descansaría la educación castrense en nuestro país, constituiría el episodio histórico que acrisolaría una tabla axiológica en la que se forjaron caracteres como el del General Salvador Rangel Medina, y que sería de esperarse acompañaran durante la administración entrante las decisiones del General Luis Sandoval González como nuevo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.

 

Por: Atilio Alberto Peralta Merino

albertoperalta1963@gmail.com

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