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Un mundo mejor es posible

Continuando con la segunda parte de nuestra propuesta para diseñar un mundo mejor, en esta ocasión el tema debería ser el análisis del socialismo, sin embargo, he estado pensando que de hacerlo así estaría cometiendo una omisión imperdonable, esto es así, porque si bien en círculos académicos puede estarse más familiarizado con el socialismo, en general poca gente muy poca, tiene un concepto claro de lo que es este sistema, inclusive, en mi experiencia la mayor parte de la gente no entiende la diferencia con el comunismo, entonces resultaría ocioso ponerme a discurrir sobre el socialismo sin antes dejar claro a la mayor parte de la gente QUÉ NO ES EL SOCIALISMO Y DESPUÉS QUÉ ES.

Resulta que el capitalismo, que cuenta con la colaboración decidida de los medios de comunicación, del que obviamente son juez y parte, se han encargado DE DESVIRTUAR MALÉVOLAMENTE, de hacer ejemplos ridículos, o de introducir el temor generalizado de que el socialismo les va a privar de sus bienes, o de que van a tener que compartir sus casas con unos advenedizos, que todos vamos a vestir igual, que vamos a sufrir racionamiento en la comida y en los insumos básicos, que terminaremos transportándonos en bicicleta y muchas más tonterías semejantes, pero sobre todo, nos quieren asustar con el sarape del muerto, diciéndonos que vamos a ser como VENEZUELA o peor aún como CUBA, que si el socialismo es tan maravilloso por qué la gente huye despavorida de estos países, acusando a sus gobiernos de déspotas, dictadores, asesinos y mil calificativos más que son de todos conocidos.

Esto es así porque el capitalismo NO QUIERE QUE PENSEMOS EN ALTERNATIVAS, no hacen un análisis objetivo no, introducen el temor para que la gente NO PIENSE y para ser honestos logran su objetivo maravillosamente, la mayor parte de la gente acostumbrada a ver y a escuchar a los mensajeros del desastre a través de la radio y televisión, están familiarizados con sus voces o mejor aún con sus rostros y con ese enorme factor a su favor LES CREEN; uno escucha decir a la gente todos los “argumentos” que los esbirros al servicio del sistema esgrimen, que al mismo tiempo, no son ni siquiera sus propias opiniones, ellos no están en los medios para opinar, están para decir aquello que LOS DUEÑOS de los medios que son sus jefes les indican, ejemplos sobrados hay de “comunicadores” e incluso hasta conductores de programas que por lo general son más populares e ignorantes, que cumplen con los encargos de decir lo que les ordenan, baste recordar el célebre caso de la “economista” Andrea Legarreta y su compañero de apodo El Negro, cuando recibieron la orden de decir que la devaluación del peso ¡no nos afectaba!, todo porque la gente estaba muy familiarizada con ellos por aparecer TODOS LOS DÍAS en un programa de temas triviales durante varias horas ¿en dónde? … por supuesto en Televisa.

Otros más cultivados, nos dicen Churchill ya lo dijo… y salen con una definición de ese personaje totalmente fuera de lugar,

 o citan a la “dama de hierro” Margaret Thatcher igualmente como si la definición de esta mujer empecinada y mentalidad medioeval fuera la última palabra y su definición del socialismos fuera universalmente aceptada, pero obvio decir que congruentes eso sí con el sistema que tanto los favoreció, decían su verdad, con convicción y firmeza, pero eso no quiere decir que estuvieran acertados, por el contrario, NO TENIAN IDEA de lo que en realidad es el SOCIALISMO.

¿Qué es pues el socialismo? Pasaremos a explicarlo a continuación. Antes que nada diré que para describir a cualquier sociedad, es necesario primeramente describir de qué manera PRODUCEN sus insumos, es decir cómo está organizada esta sociedad para producir el inmenso arsenal de mercancías que consumen para vivir, ya hemos visto que son tres los elementos que cualquier sociedad necesita para producir su bienes: Las materias primas que toma de la naturaleza, los medios de producción como herramientas y maquinaria que se requieren para la elaboración de esos bienes, que dicho sea de paso también se fabricaron en una primera instancia a partir de materias primas y, finalmente, el más importante de estos tres elementos: EL TRABAJO pues de nada sirve tener las materias primas y la maquinaria si no hay la mano del hombre que las mueva.

En el sistema capitalista se designa a estos como LOS FACTORES de la producción, en una revisión cuidadosa, vemos que el trabajo que es el factor primordial de la producción, solamente puede ser desempeñado por ¿quién? Pues obvio que por los trabajadores, estos tres factores en los hechos son comprados por el capitalista, que tiene el poder de comprar las materias primas, la maquinaria que en realidad no es otra cosa que el trabaja muerto ya realizado por otros trabajadores y esa mercancía tan importante, indispensable para la producción que es la fuerza de trabajo, que como ya hemos dicho aportan quienes no tienen otra mercancía para vender que su propia fuerza, la cual también compra el dueño del capital.

Es por demás ocioso aclarar, que el capitalista buscará pagar por estas mercancías el mínimo posible, de no hacerlo así correría el riesgo de que el valor de los bienes producidos fuera excesivo comparado con el de sus competidores, impidiéndole ofrecerlos en el mercado a precios aceptables para los potenciales compradores. Así vemos que los agricultores, los mineros, los criadores de ganado etc. invariablemente son gente que recibe recursos que solamente les permiten apenas obtener lo suficiente para reproducirse y continuar en sus ocupaciones.

El dueño del capital pagará igualmente lo menos que pueda al trabajador, para ello se vale de una herramienta poderosísima que es el ejército de desocupados, que siempre estará dispuesto a vender su fuerza de trabajo a quien se la compre, ya que como dijimos no cuenta mas que con su pellejo para ponerlo al servicio del patrón. Es por eso que por más que se esfuercen los capitalistas por decir que “crean” empleos la verdad es que siempre tratarán de sacar el máximo provecho de los contratados y al menor costo que les sea posible pagar. Esto es así o acaso ¿alguien conoce el caso de que un patrón le ofrezca al trabajador más dinero del que pide por su trabajo? Puede haber alguna excepción, pero no es el caso de las grandes corporaciones que acaparan los mercados mundiales y que son precisamente las que gracias al enorme poderío que sus operaciones tienen, imponen leyes, gobiernos y en general dirigen de manera subrepticia la marcha económica del mudo entero, si tenemos en cuenta que estas empresas tienen unos presupuestos de operación más grandes que muchos países del mundo.

No son las pequeñas empresas familiares, ni las que han logrado ir un poco más allá de la medianía las causantes de la crisis del capitalismo, son las grandes transnacionales que han crecido y en su camino han comprado a pequeñas empresas exitosas para evitar que les estorben en sus estrategias de ventas las que manejan e imponen condiciones, al  hacer alianzas formando grandes o mejor dicho gigantescos corporativos, las que gastan enormes sumas de dinero en cabilderos, así llaman a sus encargados de gestionar ante la clase política que ceda a sus pretensiones y se enriquecen en el trayecto al tiempo que enriquecen a los magnates empresarios que de este modo “logran” leyes favorables, políticos complacientes en los puestos claves del gobierno, o bien, los que hacen uso de los “sicarios económicos”[1] para descarrilar gobiernos y economías de países que no son afines con sus deseos.

En el próximo artículo definiremos ya claramente qué es el socialismos y plantearemos nuestra propuesta de un mundo mejor.


[1] Ver en YouTube Confesiones de un sicario económico https://www.youtube.com/watch?v=oh-j0icoz3o

Por: Enrique M. Díaz Sánchez

26/Jun/2020

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