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Sé que a nadie le agrada pensar sobre este asunto: “la muerte”, pero hacerlo ayuda a pensar sobre las cosas realmente importantes en nuestra existencia. Y tal vez sea la muerte, “la indeseada de los hombres”; la más importante de ellas; porqué caminamos hacia ella, queramos o no.

Nadie tiene un solo aspecto. Aunque alguien este gravemente enfermo, aunque sufra y no tenga a nadie a quien confiarse, aunque la muerte venga a buscarlo a la mitad de la vida y no haya comenzado todavía a vivir de veras, aun así, es preciso que mire el lado puesto de la medalla.

No se puede crecer psico-emocionalmente estando sentado en un jardín donde nos sirven una suculenta cena en una bandeja de plata. Si no que se crece cuando se está enfermo, o cuando hay que hacer frente a una perdida dolorosa.

Se crece si no se esconde la cabeza en la arena, sino que se acepta el sufrimiento intentando comprenderlo, no como una maldición o un castigo, sino como un regalo hecho con un fin determinado.

Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las perdidas mas importantes, así como todos los acontecimientos ante los que decimos: “Si lo hubiese sabido antes, no lo habría podido soportar”, son siempre regalos.

“Ser infeliz y sufrir es como forjar el hierro candente, es la ocasión que no es dada para crecer y la única razón de nuestra existencia”

De pronto se llega a formar parte de esas pocas personas que pueden echar por la borda todo lo superfluo, y dirigirse a alguien diciéndole: “Te amo”, pues saben que no les queda mucho tiempo de vida.

  • Se puede al fin hacer cosas que verdaderamente se tiene deseos de hacer.
  • Muchos de entre nosotros no hacemos el trabajo que en nuestro fuero interno habríamos querido realizar.

Deberíamos volver a casa y empezar otra cosa. ¿me doy a entender con lo que les quiero decir?

  • Nadie debería vivir en función de lo que los otros han dicho que hay que hacer. Esto es como si se obligase a un adolescente a emprender un oficio que no le conviene.
  • Si se escucha la voz interior y el propio saber interno, que con relación a uno mismo es el más importante, entonces uno no se engaña y sabrá lo que debe hacer con su vida.
  • EN ESTE CONTEXTO EL FACTOR TIEMPO NO TIENE NINGUNA IMPORTANCIA.

“La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, de la misma manera que la mariposa deja su capullo de seda”.

La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo, y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo.

La única cosa que perdemos en esta transformación es nuestro cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos.

Es como si se acercase la primavera, guardamos nuestro abrigo de invierno, sabiendo que ya está demasiado usado y no nos lo pondremos de todas maneras.

Apuntes varios de:

Juan De Dios Flores Arechiga.

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