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Inés Récamier es una de las novelistas más interesantes del actual panorama de la literatura en México, la auténtica maestría que nuestra en la narración de situaciones, así como en la creación de personajes complejos que aborda con enorme profundidad queda por demás de manifiesto en sus novelas “Entre Mundos” y “El Quinto Cristal” ; me complace enormemente el hecho de compartir su amistas , y, asimismo, me veo constreñido al más sincero de los agradecimientos dado el generoso discurso que esgrimiera con motivo de la presentación de la novela de mi autoría “Ifigenia entre Sueños” que tuvo efecto el pasado 22 de marzo, coincidentemente el mismo día en el que el Presidente de la República virtió declaraciones públicas en torno al suceso que se narra en la misma, los trágicos sucesos vividos en Puebla el día de Nochebueno del 2018; he aquí la reproducción de las elocuentes palabras de la novelista:
“Ifigenia entre sueños” es un ensayo periodístico literario, en donde los hechos se nos muestran mediante un gran recurso que nos lleva a visualizar la obra desde una perspectiva artística. A través de “Ifigenia” nos empapamos de arte, mitología, religión, cine, música, literatura y teatro:
“Mediante el sueño, el ensueño y la alucinación, creía Pitágoras, habrían de cultivarse las artes adivinatorias y, ciertamente, es en el sueño donde nos visitan los seres queridos que han partido del mundo o las mujeres que en la vigilia deseamos, y en los que escuchamos los consejos que nuestros gatos no pueden transmitirnos en tanto la lúcida conciencia nos sostiene en pie mientras dura la luz del día. Una larga cuarentena en soledad nos permite, acaso como en el sueño, escudriñar en los rincones más recónditos de la conciencia humana, desde el que fueran escritas las tragedias griegas o las páginas del antiguo testamento”.
En Ifigenia encontramos una cantidad enorme de anécdotas que se tejen alrededor de una trama política -el poder, desde los hechos y sin juicio-. Una magnífica compilación de historia y cultura.
“El poniente se tiñe de amarillo al atardecer, en tanto que el claro azul cielo enmarca el verde de las palmas que proliferan por entre las arterias citadinas, acompañadas de tabachines y jacarandas sin que, de manera por demás sorprendente, los sauces hagan gala de presencia por lado alguno, dejando en entredicho la emblemática melodía de las bandas.”
Una imagen bellísima que visualizamos perfectamente, dentro de un contexto complejo y a ratos atroz. Un pequeño momento de paz, dentro de una historia que estremece. Alberto nos distrae con una prosa poética, para después golpearnos de nuevo con algún otro de los tantos crímenes que platica, e inmediatamente nos regresa a los griegos; un juego muy seductor. Las mujeres de sociedad, por ejemplo, pretendiendo jugar el papel de Sissi, emperatriz de Austria. La referencia al recurso deus ex machina, para explicar las inconsistencia y barbaries de la historia. Ejemplos reales que dignifican párrafos llenos de información. Nos atrapa con pequeños detalles como el crimen de la activista transexual Agnes del Toro y luego así, sin más, de vuelta a la tragedia con los griegos. Un libro que despierta nuestra curiosidad con los diferentes guiños que nos hace. En una misma página leemos nombres como Rita Hayworth, Orson Welles, el portorriqueño Rafael Hernández Marín y su canción “campanitas de cristal”, Stephen King y Jackson Pollock, Stanley Kubrick, la leyenda satánica que se cuenta de la canción “Hotel California”, y todos ellos armonizan perfectamente; la película “El ciudadano Kane”, es otro recurso que utiliza para explicarnos algunos episodios.
Está en nosotros elegir cuánto partido queremos sacarle a este libro, donde encontramos nuestra esencia y entendemos mucho de lo que vivimos hoy: gobernadores enriquecidos y cómo llegaron al poder, algunos de ellos sin tener la mínima experiencia; el absurdo del querer ser absoluto y luego así, sin más, la gastronomía, las antiguas casonas coloniales, lujosas residencias en donde las llaves del baño son de oro puro: una Puebla turística en todo su esplendor.
Alberto Peralta Merino no es un autor pretencioso, sencillamente cuenta con una mente brillante y gran capacidad de retención. Es un investigador innato -amante de las artes-, que devora y comparte conocimiento; ésta es la riqueza del autor, tanto como de su obra. En Ifigenia leemos y recordamos nuestros orígenes, escuchamos la música a través de sus versos, anécdotas culturas, o leyendas como la historia del Popocatépetl y la mujer dormida. Esta novela está escrita por un mexicano y para su gente, es un homenaje a nuestro país.
Un ensayo periodístico literario, escrito con una pluma certera; un maravilloso thriller que nos dice que “La historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa”, porque “El teatro es espejo mismo de la vida”.
Inés Récamier
albertoperalta1963@gmail.com

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