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El controvertido asunto de la Guardia Nacional

Hacia un mundo mejor

El sexenio de Felipe Calderón estuvo siempre bajo sospecha, por decir lo menos, de haber alcanzado la presidencia mediante un colosal fraude electoral en el que resultó ganador con el 35.88% de votos mientras que López Obrador que se mantuvo adelante hasta que se habían escrutado el 97.7% de las mesas electorales “perdió” terreno faltando por contarse solamente el 2.3% de los votos alcanzando oficialmente solamente el 35.31% de la votación total.

Con casi dos terceras de la votación en su contra, Calderón trató de legitimarse en el cargo declarando unilateralmente una “guerra” (sic) contra el narcotráfico que al término de su sexenio dejó al país convertido en cementerio, bañado en sangre y con el ejército y la marina custodiando las principales ciudades del país, sujetas a impunidad, extorsión, violencia, secuestro y tráfico de drogas.

Enrique Peña Nieto continuó con la misma receta, dando por resultado un saldo de 250,000 muertos, +30,000 desaparecidos y 14,000 secuestros y casi 8 millones de robos totales en los últimos dos sexenios de FCH y EPN, cifras que podrían parecer las de un país en guerra efectivamente, en la cual el ejército y la marina de México fueron derrotados por completo, al dejar al país en este estado tan deplorable con el encargo de “mantener la paz”.

La Ley de Seguridad Interior Propuesta por EPN, fue desechada finalmente por la SCJN al considerarse que iba en contra de los principios de la Constitución. Ante este escenario desolador, en el que ambos mandatarios acusados de haber llegado fraudulentamente al cargo dejaron su administración, lo cierto es que no dejaron muchas opciones para devolver al país la calma y la tranquilidad.

En esas condiciones AMLO, presidente electo con la mayor votación desde Salinas de Gortari en 1988, elección que también se calificó de fraudulenta y que MMH en 2009 confirmó que había habido fraude mediante la “caída del sistema”, coludiéndose el PRI y el PAN para impedir la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia, AMLO como decía no tenía muchas opciones al tomar posesión el 1º. de diciembre de 2018 por lo que propuso la formación de una Guardia Nacional la cual estaría conformada por elementos del ejército, la marina y jóvenes que quisieran integrarse en esta nueva organización para buscar restaurar el orden y la tranquilidad hechos pedazos. La decisión de integrar de esta manera a la Guardia Nacional, despertó en la parte ultra conservadora del PRI y del PAN un total rechazo, con más olor a revancha que a razonamiento recto, les preocupan mucho los derechos humanos, como a todos, sólo que a estos fanáticos lo que les preocupa en realidad es que el pueblo los haya aplastado en las elecciones, eso y no otra cosa mueven sus feroces ataques en contra de AMLO, la idea de perder sus privilegios de forma PERMANENTE es la que los atormenta hasta el delirio, el pueblo para ellos es el populacho, útil solamente para obedecer órdenes y para emitir su voto a favor de ellos a cambio de tortillas duras en los comicios, que el pueblo hambriento les ha brindado una y otra vez por tantos años hasta que por fin se quitó la venda de los ojos en este 2018.

Pero ni las furibundas campañas ponzoñosas de Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva, Oscar Mario Beteta, Joaquín López Dóriga, Jorge Menéndez, José Cárdenas, Pascal Beltrán Del Río, Denisse Maerkel y demás fauna nociva del “periodismo” nacional otrora fuertemente maiceado por el gobierno en turno, han sido capaces de mermar el apoyo y la simpatía que produce en todo el país la presencia de AMLO, quien lamento tener que decirlo, pero está menospreciando el odio que esta casta desvergonzada le tiene y, mas temprano que tarde habrán de tomar venganza atentando contra su vida, contratando para ello alguien a quien no le importe su vida, porque seguro el pueblo lo hará pedazos en el mismo lugar donde se lleve a cabo el atentado.

Ojalá me equivoque, ojalá esto nunca suceda, porque además de quitar la vida a un gran patriota, sumergirán al país en una lucha intestina infernal que lo destruirá a tal grado, que cuando se restablezca el orden, lo más probable es que sea mediante la instauración de un gobierno fascista, que imponga sus condiciones mediante horca y cuchillo y haga volver a resurgir de las sombras a aquellos seres ultraconservadores atrabiliarios, de mentalidad cavernícola y servil al gran capital, que restaure sus perdidos privilegios tan añorados y sumerja en la desesperación y la miseria al grueso de la población, reconvirtiéndola en simples números para las estadísticas a las que son tan afectos, pero que no les han servido nunca para mejorar la forma de vida de la población inerme y que solamente cuenta con su pellejo para alquilarlo a cambio de un salario miserable, apenas suficiente para mantener la vida aunque sea en condiciones precarias e inhumanas que es el ideal del sistema capitalista neoliberal.

Por: Enrique M. Díaz Sánchez

19/Feb/2019

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