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A propósito del reciente descubrimiento de vestigios materiales de la base de una pila o fuente de agua debajo del piso del mercado del Barrio el Alto”, los periodistas entrevistaron a la empresa que está haciendo los trabajos de la intervención, a vecinos, a representantes del barrio y también a funcionarios de los tres niveles de gobierno (Los cuales acudieron al sitio primero por separado y luego juntos para deliberar sobre las decisiones de debían tomar). En general, la información proporcionada y publicada fue coincidente: a. Es la base de una fuente. B. También se encontró el caño de un acueducto. Las diferencias sucedieron en la datación de lo encontrado y el valor. Claro, no es casualidad que en esos aspectos haya sucedido ¿La causa? No se hizo el procedimiento completo, es decir, descubrir completamente los vestigios encontrados, registrarlos con técnica arqueológica (Planos, fotografías, contexto, materiales, técnicas y procedimientos constructivos, etc.), para conocer los procesos en la temporalidad que les corresponde y, por si mismos, se entiende el valor histórico, es decir, lo que significan para la historia de la obra hidráulica de Puebla que es tan importante o más que los monumentos históricos visibles.

La obra hidráulica a sido invisible desde finales del siglo XIX, pero, anteriormente, fue invisible por razones técnicas, de higiene y seguridad. Muy visible fueron los puntos públicos, es decir, donde la sociedad se apropia de la materia como parte de la vida cotidiana al tomar lo necesario para su casa o el trabajo o, incluso, allí mismo, las señoras se hacían lugar para lavar la ropa. Las calles se diseñaron para que el agua corriera libremente hasta el río y de paso las limpiara de la basura de los vecinos que tenían la costumbre de arrojarla a la calle.

El estudio de la obra hidráulica es necesario porque es uno de los temas faltantes en la historia de la ciudad y, considero, que este era un buen momento para contribuir con conocimiento en este tema porque seguimos sobreviviendo con mitos, anécdotas, relatos en torno a esas carencias, por ejemplo, el tema de los túneles está asociado, en parte a lo hidráulico; también el de los pozos extraños que suelen descubrirse en las casas (Antes pozos artesianos de uso cotidiano para la provisión del agua), y que decir de los canales o ríos subterráneos que se dibujaron en el escudo de la ciudad y si que existen (Hace muchos años, uno de estos ríos se destruyó una casa en la Junta Auxiliar la Libertad).

Pero ya se tomó una decisión que en la disciplina de la conservación del patrimonio se considera correcta: cubrir de nuevo el vestigio con objeto de protegerlo, solo deseamos que esa operación se haga correctamente y que sea reversible para que, cuando haya una autoridad que tenga recursos económicos, así como el deseo de construir nuevo conocimiento, se proponga un proyecto arqueológico que tenga por objeto, conocer, estudiar, analizar y poner en valor social un elemento de la obra hidráulica de un tiempo o de varios, porque el proyecto arqueológico puede descubrir vestigios de mayor antigüedad, por ejemplo, la primera pila de agua colocada en el convento más los dos acueductos: el de la ciudad que venía de la Cieneguilla y el de los jesuitas que venía de la Hacienda de Amalucan y también han sido documentados. Ambos pasaban por el barrio El Alto (Uno de ellos si se dibuja en el plano de 1698), además, también se conocerían los cambios que ha tenido la plazuela no solo con una fuente sino con varias.

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