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A Luis Mario Calletano Spota Saavedra Ruotti Castañares no debió costarle mucho trabajo escoger su nombre artístico, entre tantas opciones se decidió por “Luis Spota”,  mas corto que cualquiera de los otros componentes de su nombre, fonéticamente correcto para el marketing y para el que suscribe la presente colaboración, un hombre de letras y cultura, prolífico novelista mexicano y con muchos éxitos en su haber, de su primera época me gustan “Casi el Paraíso” y “La Estrella Vacía”, una fuerte crítica a la sociedad mexicana de mediados del siglo XX y al final, la serie llamada “La Costumbre del Poder”, un reflejo fiel de la clase política mexicana, en esta ocasión me voy a permitir usarla como referencia para ilustrar el despertar y el alivio que nos causa la transición política del país del norte.

Yo no se si allá, en el Washington de ayer y en el de hoy también se tiene la costumbre de descolgar los retratos del mandatario saliente para sustituirlos por el nuevo, supongo que sí, es parte de nuestra naturaleza humana, la gratitud es una virtud que frecuentemente tiene fecha de caducidad, en la política es una regla desde las viejas monarquías hasta nuestros “democráticos días” (así entre comillas) “ha muerto el Rey, viva el Rey”.

Esta mañana que es veinte de enero del 2021 me di cuenta que en Washington el día había llegado, en las paginas principales un atribulado gesto de despedida marcaba el final de la época en que el Señor Trump ejerciera el poder que se le confirió para menospreciar a los mexicanos, a los hispanos y los afroamericanos, a los migrantes y a los musulmanes,  para todos ellos llegó a su fin la pesadilla, sus votantes y electores, me refiero a los de Trump no tendrán de que preocuparse, no veo en lo personal al gobierno de Joe Biden un gobierno vengativo hacia el interior, ese es mi punto de vista personal, veremos si la realidad me lo confirma y si es así, merecerá desde mi lejano sitio, desde mi pequeño lugar en el universo, mi modesta aprobación.

Al Señor Trump le auguro como en las historias de Spota, días de soledad eterna, de tristeza absoluta y de decepción total, los fieles que creyó que eran permanentes se irán de su lado, dentro de muy poco tiempo se enterará que el juicio de la historia sobre su gestión habrá iniciado sin el menor indicio de misericordia, sus aduladores le condenarán y al final se encontrará más solo que nunca, en la calle, si es que se atreve a pisarla le sacarán la vuelta o le escupirán un ojo (Una forma de decir que lo despreciarán), no lo lamento, así es la vida, espero que tenga la entereza para sobreponerse y esperar el fin de sus días enclaustrado y solo, no creo que en su lenguaje exista la palabra arrepentimiento por lo que hizo mal, eso es seguro.

A México le deseo un buen comienzo en su relación con el nuevo gobierno de la gran potencia, sinceramente me preocupa y espero equivocarme, ya lo veremos en los próximos días, enhorabuena para todos.

Para terminar, me estoy imaginando la noche de este terrible día para el señor Trump, en la soledad de sus aposentos como en el final de la novela de Luis Spota: Apoyó la barbilla en el centro del pecho. Alcanzó a pensar: «Antes, hay que apagar eso…». No pudo ya darse cuenta qué roncaba.

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

alfonsodiazordaz@gmail.com

20 de enero de 2021

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