Un mundo mejor es posible
Se acerca ya la fecha de las que el INE llama las mayores elecciones de la historia a celebrarse el próximo 06 de junio del presente año, cuando la élite, la clase más poderosa del país todavía no se recupera de las pasadas elecciones de 2018 en las que MORENA arrasó con la mayor parte de los cargos en disputa.
En un fenómeno social sin precedente en México, un partido político Morena, debutante en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social, (PES), obtuvieron el 53% de las preferencias electorales para presidente de la república y la mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en de Senadores, poniendo en evidencia que el electorado estaba harto de los partidos políticos PRI y PAN o el PRIAN como prefiere llamarlos la mayor cantidad de ciudadanos, dado que ciertamente tienen muchas coincidencias y afinidades, tal vez los únicos rasgos que los hacen “diferentes” es que los del PRI han dado sobradas muestras de deshonestidad, mientras que los del PAN se caracterizan por su monstruosa hipocresía y los del PRD, se aferran a un clavo ardiente para no desaparecer.
Hay evidencias fehacientes de que la elección pudo haber sido amañada, por las consabidas y muy conocidas prácticas fraudulentas de los partidos perdedores, a las que se sumó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fundado el 05 de Mayo de 1989 con una ideología política de izquierda, pero hecho pedazos por las corrientes internas que por ambiciones particulares de sus miembros socavaron su importante participación en los comicios de 2006, en los que resultaron ganadores con AMLO como candidato a la presidencia, aunque fueron despojados por el Instituto Federal Electoral (INE), en colaboración con el poder económico de México y con el apoyo decisivo de los medios de comunicación electrónicos Televisa, TV Azteca, Radio y la prensa escrita quienes urdieron un bien trazado plan para etiquetar a AMLO como “un peligro para México” que caló hondo en el ánimo de la gente, hasta el grado de producir un resultado la suficientemente apretado para facilitar el fraude, como fue.
En 2018, dado que el triunfo de Morena fue aplastante, no tuvieron margen para otro fraude, no se atrevieron, de modo que Peña Nieto no tuvo más remedio que ceder la presidencia a un presidente que llegaba con un respaldo formal del 53% pero que seguramente anduvo cerca de 70% real.
Sin embargo, la derecha no se ha quedado estática ¡que va! Ha reaccionado de manera virulenta usando los medios de comunicación como ariete para lanzar una furiosa embestida que se ve recrudecida conforme se acercan los comicios, ya no se guardan las formas, se han quitado la máscara; apoyados además por la prensa resentida no cesan en sistemáticos ataques a toda hora del día y tal vez de la noche – esto no puedo asegurarlo – de manera velada, matizada y descarada se dedican a desinformar, a dar noticias falsas, a tergiversar todo lo que el presidente informa en sus conferencias mañaneras, hay hasta quienes llevan la cuenta de las veces que el presidente repite algunas de sus palabras o frases como es el caso de Dr (sic) Luis Estrada, quién en el noticiero de las 13:30 de Telefórmula del inefable Joaquín López Dóriga le lleva la cuenta de los días que el presidente – según él – dijo que presentaría sus estudios de laboratorio y ¡no los ha presentado! Y del número de mentiras que el presidente ha dicho sin que haya nada que avale la validez de sus ridículos comentarios.
A los ya archi conocidos conductores de noticieros, hay que agregar los encarnizados ataques de sus editorialistas, entre algunos de los cuales se cuentan las “prestigiosas” plumas de Diego Fernández de Ceballos, Roy Campos, Luis Carlos Ugalde, Fco. Martín Moreno el dizque novelista que más parece cuenta cuentos, Maricarmen Cortés, “Pepe” Yuste, Marco Antonio Mares, José Fonseca, (verdadero dinosaurio), Rafael Cardona, Ruíz Healy y su grupo de regañados panistas, Leonardo Curzio, Macario Schettino, Amparo Casar, Beltrán Del Río y así podría yo seguir incluyendo los nombres de los golpeadores a sueldo de lo “noticieros” cuyos conductores ya no incluyo para no infectar más la página.
Por si fuera poco, cuenta la derecha retrógrada con la incondicional colaboración del INE organismo descastado pero que ha desempeñado un papel preponderante para llevar a cabo sus fraudes electorales como el de 2006, 2012 y 2018, en el cual ya no pudieron imponer al candidato de la derecha debido a que el triunfo de AMLO fue tan contundente que no les dejó ningún resquicio para consumar su cometido.
Acusan a AMLO de no respetar los resultados del INE más que cuando gana, y ponen de ejemplo que cuando ganó le reconocieron el triunfo en un alarde de desvergüenza y cinismo; pues a todo esto, ahora han sumado al TFEPJF (TRIFE) un asesor en materia electoral extraído de la inmaculada OEA (Organización de Estados Antropoides), para dar a sus dictámenes y resoluciones una mayor credibilidad (¿?), como si ese organismo gozara de credibilidad y no fuera sino una dependencia más del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Así es como se prepara el megafraude que viene el 06 de junio.
Por: Enrique M. Díaz Sánchez
13/Abr/2021