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El baile es parte del juego tanto en el sexo como en la política…

Y es un arte donde el movimiento corporal -casi siempre con música- constituye una forma de expresión lúdica, erótica, o de interacción social, muchas veces ritual, que define la idiosincrasia de una nación, región o núcleo social.

Hay danzas folclóricas, otras de carácter eminentemente popular y algunas de gran refinamiento y de cobertura universal que frecuentemente se vinculan con el teatro y se desarrollan en locaciones extraordinarias… Zonas arqueológicas, sitios monumentales, etc…

Los bailes modernos -generalmente populares entre los jóvenes- tienen enorme carga de identidad social que se refleja también en el léxico y en el vestir. La persona que baila expresa sentimientos y emociones mediante movimientos y gestos generalmente acentuados por la música que le acompaña.

Elementos fundamentales son: cuerpo(s), espacio (pista, escenografía, iluminación, etc.), movimiento, ritmo y coordinación que en conjunto -siendo espectáculo- llevan a la coreografía… 

En su mitología, los griegos dedicaron a la danza la musa Terpsícore, ligada al dios Dionisio -de la fertilidad y el vino-. Danza, poesía y música conformaron al teatro griego, en cuya catarsis se vinculaba a la persona con el Olimpo y así con su comunidad…

Podemos decir que el universo todo, baila… los astros… el mar… el viento… y que de la estética emana la ética de la danza, que implica bailar al son que la realidad impone, buscando las variaciones requeridas sin buscar el aplauso fácil.

Todo lo anterior tiene fuerte contenido sociocultural…  pero de su papel en el sexo podemos decir…

Los bailes privados son mucho más placenteros que los públicos, porque bailar con la persona amada y/o deseada es elevarse prendido de unos ojos febriles, donde las manos tocan y hacen sentir, los brazos envuelven y los muslos rozan… hablar al oído, acariciar el cabello, besar el cuello, incluso sutilmente cantar mientras te mueves al suave ritmo de la música… después de eso, una noche me dijeron oh la lá…!!! a lo que respondí… moodessstameeente…!!!

Así el baile es la expresión vertical de un deseo horizontal, pues es lo mejor que una pareja apasionada puede hacer con los zapatos puestos. Qué más se puede decir al respecto…

Más allá de lo dicho anteriormente, deben ser consideradas las implicaciones del baile en la política…

Cuando un actor político asume la postura de “ni un paso atrás”, si la contraparte domina el arte de la negociación le dirá… … … ni un paso atrás, pero un paso a un lado, otro al otro lado, una vueltecita y hasta bailamos… de este modo se pueden conducir satisfactoriamente muchos conflictos.

Se debe considerar que si se quiere dar un buen espectáculo, es más importante la coreografía que el bailarín, y que ésta implica los movimientos coordinados de muchos y diversos actores, unos en escena y otros diseñando y construyendo la escenografía, operando el sonido y las luces, o dando servicio a los espectadores, sin esperar sólo aplausos, pues ante un tropiezo puede haber risas o aun rechiflas… y desde luego es fundamental que todos conozcan el libreto…

Sin embargo, hay un personaje que creyéndose muy simpático sale a escena envuelto en flores como si fuera a bailar hawaiano, pero el porte no le ayuda para lucir “el wahine” (la falda típica) ni para mover ondulantemente el tafanario, ni para lucir un busto poco inspirador hasta para los escultores de la cultura olmeca (de ahí, su mero terruño).

Armó un equipo idóneo para representar el michoacano baile de “Los Viejitos”… Olga, Manuel, Porfi… todos lucirían ad oc.

La morena con la que sube a la pista a bailar, se ha prostituido y sus mejores atractivos resultaron falsos… Él mismo ha amenazado con dejarla…

Gusta armar tangos, pero los suyos son poco incitantes, pues sus movimientos son arrítmicos y desaforados, ha dejado caer a preciosas musas… a Naim, a Chela la de Mexicali, a CFErina la que da toques… y a muchas más, como las que cuidaban niños…

Aunque se dice autóctono, le gusta el flamenco… suele ponerse así, pero para bailaor no tiene estampa y las otras que usa contra el covid, sólo sirven para bailarse a los ingenuos…

A su Gatell lo ha puesto a bailar con la más fea, que cada semana de encierro se pone más y más fea… tan insoportable que ni el mole de guajolote la calma…

Es torpe al bailar… lejos de amenizar… lastima, pisa y embiste a quienes tiene cerca

Frecuentemente baila la bamba gritando que no es marinero… sino el mero-mero…

Y dice que todos debemos bailar al son que nos toque

Como cada mañana increpa a unos o a otros, puede ser el momento de enviarle de regalo unas zapatillas de ballet… para que el boquiflojo vaya de puntitas a ch.a.s.m…

Antes de que nos lleve al baile…!!!

Por: Luis Paredes M

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