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Así, como suena. Para subirse a la parra. Cuando la vacuna se va de parranda y no llega a tiempo para la segunda dosis, ni siquiera para la primera. O, cuando el mitin rompe el confinamiento municipal. Y, si no, cuando la Junta Electoral Central (JEC) entra en el juego político, prohibiendo concentraciones en favor de presos y exiliados políticos, por “si acaso” roza el terreno electoral.

Y a todo esto, que no es moco de pavo, no quisiera ser alarmista, pero el Covid no descansa, ni en campaña electoral.

Cataluña sin reservas de vacuna anti-Covid. Obliga a cambiar de plan de vacunación. Todo, porque la farmacéutica AstraZeneca, quiera hacer su agosto con las vacunas, y en la sombra oferta al mejor postor, o algo así. Si no, no se entiende, que la vacuna de Oxford, la más barata, 1,78€ la dosis, frente a la Pfizer 12€, o la Moderna 14,68€, y deben ser dos dosis las que hay que ponerse, ha plantado a la UE, sin darle explicaciones sobre el recorte de un 60% de los pedidos y los retrasos en la entrega del medicamento. Tampoco hay por qué correr mucho. Alemania la ha señalado como poco clara en la efectividad para los mayores de 65 años. No olvidemos el cuento de la lechera, de nuestros gestores políticos-sanitarios, que según decían yo estaría vacunado para carnaval, o por lo menos en lista de espera. Aunque se me ha adelantado un militar, un cura, un alcalde, un concejal, un fiscal que había quedado rezagado y algún “cuñao” que pasaba por allí, y es que uno es un trozo de pan en estas cosas de saltarse la cola. Me falta geta. Cosa que a otros le sobra. Que, en esto de la sinvergüencería, cada uno apaña la puede, y a ti te encontré en la calle.

En cuanto a lo del decreto sobre libertad de movimiento para asistir al mitin del “líder” correspondiente y saltarse los confinamientos como si fuera una carrera con obstáculos, me ha tocado el alma y la yema del otro. Se me han puesto los pelos de punta, cuando he leído tal despropósito. Y lo digo en plan fino. Y es que, por un lado, nos están exigiendo (ellos llaman pedir) que limitemos al máximo los movimientos, y por otro nos ponen en bandeja la picaresca para eludir los confinamientos.

Podría enumerar algunas formas para llevar la picaresca a un mitin, pero, estoy seguro que vosotras y vosotros sabéis más formas de picaresca que los que nos narraban en las novelas del “Lazarillo de Tormes” o del “Guzmán de Alfarache” juntas. Y creo que lo hacen por aquello de quien hizo la ley hizo la trampa. Pero de esta no se salva una “calçotada” de amigos que se han apuntado a un mitin, por no hablar de los “almuerzos” de café y chupito, o de las barbacoas familiares, o no. Que todo sea por lo del “derecho fundamental de participación política”, que el de “expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones…” queda en manos de JEC y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que les gusta entrar en el juego político para matar el gusanillo del aburrimiento judicial. ¡Ah! Sobre todo, es muy importante llevar el certificado de autorresponsabilidad firmado por ti mismo, que eso da enjundia y boato al acontecimiento mitinero. Y no quiero dar ideas.

Y las elecciones del Barça ¿Qué? ¿Las echamos a los leones? Ya que lo de ir a un mitin es válido para saltar la valla, pero no para votar (elecciones del Barça). No está permitido saltarse la linde municipal. Si yo fuera culé, pensaría como Enric Masip (excapitán del Barça handbol), que “esto es un insulto y demuestra en manos de quién estamos gobernados”. Amen.

Por lo pronto, Aragonés (vicepresidente en funciones de presidente, pero muy limitadas, o algo así) defiende la movilidad libre para hacer campaña, pero con “sentido común”, faltaría más. Lo contrario de lo que predican los expertos sanitarios, cuanta menos movilidad, mejor ¿Es que hay alguien que se mueva sin sentido común? Yo le hubiera pedido eso a él, antes de meterse en camisa de once varas.

Como dice Bernat Dedéu (filósofo o algo parecido), en su artículo “Ven al mitin, reina” (ElNacionalpuntCat, 27/01/2021) que “en todo esto hay algo de lógico, e incluso de justicia poética, en el hecho de que la ineptocracia independentista expire su último aliento regalándose un absurdo privilegio que sólo alimenta el ego de la partitocracia y su sufrida militancia de autobús y bocadillo”. Y en esas estamos. Y sigue: “Tú piensas que, en un entorno donde la pandemia contraataca y con los médicos advirtiendo de que las UCI desbordan de enfermos, nuestros políticos tendrán la decencia de pactar una campaña streaming, con debates accesibles a todo el mundo en formatos propios del siglo XXI. ¡Pues no! ¡Haz un certificado de pacotilla, fírmatelo tú misma y ven al mitin, reina!”. Tal cual. Lo expresa tan claro que me es imposible recortar el párrafo.

Aunque mi estimado Iu Forn (periodista, y maestro de la ironía) tampoco se queda atrás y se hace dos preguntas sobre temas que interesan a la gente: “¿Puedes ir a un mitin?. Por supuesto. Y ¿comprar papel higiénico cuando hay confinamiento?”. También le da un toque al derecho a la participación ciudadana en la política y en qué pasa cuando la ley que nos garantiza el derecho sobrepasa la realidad.

Y como la cosa va floja, para caldear el ambiente vuelve al ruedo la Junta Electoral Provincial de Barcelona (JEPB). A la que eso de concentraciones semanales para dar apoyo a los presos políticos y exiliados, convocadas por la Assemblea Nacional Catalana  (ANC), les parece un despropósito, aunque no tengan contenido electoral de forma directa, en su retorcida mente inquisitorial, sí que ”indirectamente se hace apología de los derechos y cualidades de los líderes políticos que están en prisión o en el exilio que son figuras emblemáticas a la cabeza de partidos políticos que compiten entre sí…”. Y lo más curioso es que ha sido un organismo de la Consellería de Interior catalana, la que ha hecho la consulta. Al final se pegarán un tiro en el pie, que se ve venir. En el fondo, y en la superficie, es prohibir actos por la libertad de los presos que les parecen actos electorales. Y nos preocupaba lo de los lazos amarillos. Aunque lo de los lazos se lo dejan para Carrizosa (Cs) que disfruta más que un marrano en un charco.

¿No habíamos quedado en eso del derecho fundamental de participación política? Lo de la libertad de expresión ya sabemos que no gusta al “Deep State” del poder justiciero. Por cierto, este tipo de concentraciones se lleva a cabo desde el encarcelamiento de parte del Govern de la Generalitat, hace unos tres años. Son totalmente pacíficas y con actividades culturales, como lecturas de poemas, canciones lectura de manifiestos, etc. ¿A que le tienen miedo?

Y ¡Ojo! Que el TSJC ya ha decidido que las elecciones serán el 14F. Otro tribunal que tal baila.  ¡Venga! A hacer la lista de mítines que hay que saltar la valla.

Viñeta de Antón, publicada en El Correo

Paco González. 29/01/2021.

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