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Pegaso nació del cuello de la medusa y se convirtió en el monstruo de las siete colas

La mitología griega nos pinta un Pegaso, como un caballo alado que sólo puede ser domado por jinetes de buen corazón. Pero se convirtió en “monstruo” que en latín se dice “mostrum”, lo que es lo mismo que mostrar. Y ahí te quería ver, dando coces al viento para que los perversos no te montaran. Y como lo de buen corazón quedó para mejor gloria, ahora te has convertido en un “programa espía” y en un “vulgar troyano” en manos del gobierno miserable de turno, en nombre del poder. Y viendo la mano que mece la cuna de Pegaso, no podemos imaginar el alcance que puede tener la perversidad manejando a Pegaso sin riendas (legales), ni perrito que le ladre.

PEGASUS, es un programa espía creado en 2010 por la empresa NSO Group Technologies, fundada por militares expertos en ciberseguridad, o lo que es lo mismo que unas cloacas dentro del Estado israelí. Según la empresa, argumentó ante un juzgado de Tel Aviv (Israel) que su tecnología asiste a los gobiernos contra bandas criminales o terroristas. Aunque Amnistía Internacional, no comparte la misma idea, y señala al programa como “un elemento perjudicial para los derechos humanos y al ser utilizado por parte de los gobiernos, es abrir una puerta a la inmunidad y barra libre a una vulneración reiterada de los derechos fundamentales”.

Y, sólo, lo pueden comprar los gobiernos y las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia, como el Centro nacional de Inteligencia (CNI), por decir algo. Eso es lo que dice la empresa. Lo que no me queda claro es si el programa está bajo el control gubernamental o las fuerzas armadas van por libre, y hacen de su capa un sayo, controlando al “enemigo de la unidad patria”, y eso de la democracia y de los derechos humanos no vienen en el manual de instrucción de la dichosa herramienta. Tampoco dice si es compatible o no, con un estado de derecho. Aunque algunos estados se llamen de “plena democracia”, y nieguen, por lo bajini, que tienen a políticos contrarios bajo control.

A lo mejor es que se le han mezclado los listados de criminales, terroristas con los de políticos y no saben “distinguir” a los unos y a los otros. Yo, por no ir más lejos, desde que un juez criminalizó a la gaviota y la condenó por corrupción en el “Caso Gürtel”, estoy muy perdido en esto de crimen y política, pero no me hagáis caso que las neuronas están un poco cansadas. O, como dice The Economist Times, que es algo serio, es un seguimiento a periodistas, activistas de derechos humanos, abogados, etc., registrados por los gobiernos, o siguiendo el término utilizado por The Guardian: “gobiernos autoritarios”, refiriéndose a las administraciones que adquirieron los servicios de NSO Grup por medio de Pegasus. Resumiendo: han sido identificadas más de 1.000 personas, en más de 50 países. Entre ellos, “al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas (uno de los objetivos en esta lista fue el periodista mexicano Cecilio Pineda asesinado en México en 2017), y más de 600 políticos y funcionarios del gobierno, incluidos ministros del gabinete, diplomáticos y oficiales militares y de seguridad” (según lista publicada por el New York Times). México es el país con más afectados (15.000 dispositivos Hackeados)

¿Qué hay detrás de esta ciberarma del espionaje?

A simple vista, la técnica del “gusano espía” es meterse en el alma del sistema operativo del teléfono móvil, sea IOS (Apple) o Android y monitorizar todo lo que tengas en el “aparatito”, ya sea contactos, contraseñas, calendarios, correos electrónicos o mensajes de textos. Oyen conversaciones, acceden al disco duro o SD. Una pasada ¡Vamos! Que te hacen una llamada perdida y ya están dentro, con acceso a casi todo el terminal. Y tú sin enterarte. Ríete de los “hackers”. Esta gente juega en otro nivel, fuera de nuestro conocimiento.

Por poner un ejemplo de nuestro entorno. En 2019, los diarios El País y The Guardian, investigaron que el móvil del presidente del Parlament de la Generalitat catalana, Rogert Torrent, fue espiado por este método. Hecho certificado por la Munk School de la Universidad de Toronto, Citizan Lab, descubridores de Pegasus en las redes, que en un estudio habían localizado los móviles que habían sido “atacados”. En el juzgado de instrucción nº 32 de Barcelona se ha admitido a trámite una querella de Roger Torrent y de Ernest Maragall por sus casos de espionaje político contra el exdirector del CNI, Félix Sanz, y contra NSO Grup, que como suele ocurrir, denuncia que se perderá por los vericuetos judiciales del país de irás y no volverás, hasta que la justicia de la UE se la encuentre en el camino uno de estos años venideros.

Ya entrados en el “fregao”, hablemos del cliente español. Un exempleado del Grupo NSO, asegura que España es cliente de la empresa desde 2015, confirmado por el medio de USA “Vice”. ¡Ay! Rajoy que te han visto, y como continuidad, un tal “Farsánchez” sigue en la brecha del clientelismo. Aunque quien lleva las riendas de “espiar que no es poco”, es el CNI, que parece que va a su aire, con eso de controlar a criminales y terroristas, como el caso del imán de Olot del atentado del 17A de 2017 en Barcelona, que hasta dos días antes estuvo controlado su teléfono, y además estaba a sueldo del CNI, pero como “desapareció” en la explosión de Alcanar, pelillos a la mar. También en las búsquedas hay políticos, y algunos con ideas cercanas al independentismo catalán. Ya que, no sólo Torrent, ha sido espiado, sino que alrededor de 1.400 “objetivos” están en la lista, entre los que destacan, Anna Gabriel (CUP), un trabajador de la ANC, Ernest Maragall (ERC).

El President Torrent ha pedido a la ministra de Defensa, jueza en su currículo, Margarita Robles, que el gobierno investigue al CNI, todos se van por la tangente. La cual insinúa, que hasta donde ella sabe no ha sido el CNI. Entonces ¿Alma de cántaro! ¿Quién ha sido el cotilla que se ha saltado todas las líneas rojas democráticas?  Mientras que el ministerio de la cosa oscura, de un tal Marlaska, junto a la Policía Nacional y Guardia Civil, niegan haber contratado el programa, el CNI sigue la consigna cristiana de que mentir a medias no es mentir, y dice que “actúa siempre de acuerdo con el ordenamiento jurídico”. Y, ahora, me pregunto, ¿Eso del ordenamiento jurídico quiere decir que los “justicieros caducados” están en el meollo de la cuestión y permiten poner el programa en marcha, sea terrorista, criminal, político, alcalde, o pregonero de la fiesta mayor del pueblo, siempre que sea indepe?

Aunque no hace falta llegar tan lejos. Un poco más cerca, en la misma Casa de los Leones, hay un grupo llamado “Junta de Portavoces” del Congreso de los Diputados, que se pasan por el arco de la “democracia plena”, aquello que es propuesto por las minorías políticas, que no interesa sea debatido en las Cortes, por ejemplo, crear una comisión de investigación sobre el espionaje a políticos independentistas. Y es que para vetar estás minucias de comisiones, el PSOE se suma, en comparsa, al PP, Vox y Cs, que para estas cosas no les remuerde la conciencia política, si la tuvieran. Y otras más como la de investigación: del rey “sinmérito”.

Y la cosa no queda ahí, otro programa pirata, de la empresa israelí Candiru competidora directa de Pegasus. Está visto que en esto de saltar la valla de la decencia democrática Israel y sus “expertos” se llevan la palma. Y según Microsoft, más de un centenar de personas ha sido espiada, entre ellas ciudadanos catalanes (Carles Puigdemont y su entorno). Un paquete que sólo se vende a agencias gubernamentales. Y seguimos con la cantinela…

Jordi Puigneró ((vicepresident y conseller de Polítiques Digitals de la Generalitat) dejó en su Twitter el siguiente mensaje: “Controlar Catalans. Curiosa agenda del “reencuentro” del Gobierno d’Espanya. Després s’enfaden quan surten al costat de Turquia en materia de derets humans”.

A todo esto, espero que el llamado Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), considere algo más que intolerable esta forma de espiar, dándole una patada en el culo a los ”gobiernos” que usen estos artilugios contra los derechos humanos. Y no sólo consideren intolerables los programas televisivos de cotilleo, porque dice que violan el Art. 8 de la Convención de Derechos Humanos, que señala: “toda persona tiene derechos a su vida privada y familiar”.  Pues eso. Que sí, que están en ello, que han dictado algunas sentencias a rebufo del régimen de vigilancia masiva del Reino Unido, pero la cosa queda corta, hay que estirar más el brazo y no esperar a que caiga la breva de la demanda judicial sobre Pegasus, o Cadiru. Ahí lo dejo.

No sólo de collejas viven los gobiernos de “democracias plenas”, También conviene fustigarlos cuando no dan la talla democrática que el nivel europeo necesita.

Por: Paco González.

02/08/2021

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