El “presidente” del gobierno más “progresista” de la historia hispánica ha ido a la Asamblea General de la ONU a decir que “la democracia en el mundo, sin duda, está amenazada”. Porque, si no pasa lo que pasa en Afganistán, ni se hubiera enterado que desde hace 20 años, el estado “más democrático” del mundo arrebató el país a los talibanes, echando a los rusos, y gastándose más de 2 billones de $, que se sepa, para salir con el rabo entre las piernas, dejando tras sí un rastro de muertos civiles, alrededor de 6.500, y una tierra quemada por la guerra, para dejárselo a los mismos talibanes que intentó echar. Y, Farsánchez, sin ruborizarse una “mijita”, ha defendido “las libertades individuales”. Eso lo ha dicho un presidente que tiene presos políticos (indultados, pero inhabilitados), exiliados y una represión que no para de llevar ante las “togas puñeteras” a ciudadanos que defienden la libertad de expresión por un lado y por el otro la independencia de un país. Democracia justita
Con una “justicia” que, le falta un hervor para poder ser homologable con las que tiene a su alrededor y, con un pie al borde del precipicio judicial. Un poder judicial caducado que se agarra al sillón como una lapa que, no tiene la ética de dimitir de sus puestos, porque hay un partido político que bloquea su renovación, al tiempo que alardea que lo tiene controlado (al poder judicial) por delante y por detrás, sobre todo, la sala segunda del TS, la que judicializa a los opositores políticos independentistas catalanes, a los otros les amenaza sus propias cloacas, con muchos Villarejos, para que sigan acatando el catecismo de la Constitución, como única e inamovible ley sagrada, de la “unagrandeylibre”. Y por si no hay bastante, oímos a los de la gaviota clamar que “el PP tiene el apoyo de la mayoría de la carrera judicial”. Y sigo teniendo la duda si la justicia está colonizada o secuestrada por el poder judicial. Blanco y en botella. Democracia justita.
Con un exjefe de estado “huido”, el “sinmérito”, por corrupto y por alguna cosa más que la “manta” política tapa para que no salga nada del 23F, por decir algo, manta que también cubre aquello de los GAL y al señor X, ya que lo de las comisiones para investigarlo, hasta nueve, han sido rechazadas por la Mesa del Congreso y los votos de PSOE, PP y VOX unidos por la causa, son salvas de fogueo que no hacen ni humo. Para no extenderme sobre la monarquía y su postura democrática, sólo decir que fue restaurada por un dictador y que se coló en la Constitución del 78, la que quería iniciar una “Transición”, en contra de la idea de la sociedad que no la quería, según encuestas ocultadas. Por no hablar de la Ley de “punto final” y cerrada a toda investigación del franquismo. Pero con fundaciones enalteciéndolo. Democracia justita.
Como dice Domingo Sanz en DIARIO16 (20/09/2021) “con ello cometieron un delito de lesa democracia que, al quedar impune, ha contribuido decisivamente a convertir la sociedad española en el Reino de la corrupción”. Pero el ínclito presidente en la ONU, se las da de mentor democrático, hinchando pecho, y olvidando los polvos que crearon este fango. Y del “NipíoVI”, más vale correr un “estúpido· (o tupido) velo, al que también, le llama (Domingo Sanz) “veneno castrador para la memoria estudiantil”, puesto que, “en algunas aulas, de repente, un alumno grita “¡¡Viva España!!” al mismo tiempo que levanta el brazo como los nazis, y que otros compañeros lo imiten.” Pero ¿Qué podemos refutar, los tristes mindundis (palabra al uso de mi estimado Varela, una abraçada company, allá donde estés) cuando la misma exvicepresidenta del gobierno “más progresista” dice que estamos en una “democracia plena, de calidad equiparable”? ¿Equiparable a qué? ¿A Turquía? ¡Gensanta que cruz! a donde vamos a llegar. Democracia justita.
Con unas cloacas de Interior y de Defensa, los ministerios de la cosa oscura, que utilizan sistemas de espionajes, Pegasus y Cadira, para hacer seguimientos “ilegales” a los opositores políticos, bien sean independentistas o de Podemos, sin protección jurídica. Para eso tienen una “justicia” apegada al sistema. Además, es un ministerio parecido al “huevo de la serpiente”, que vemos como se va desarrollando en un cascarón traslúcido, pero dentro lleva un camuflaje de rancio abolengo fácil de detectar en sus cuartos de banderas donde la simbología en la intimidad luce con brillo propio. Un ADN soldadesco y golpista que, gracias a los grupos de WhatsApp y, a unas cartas hechas públicas, ha salido a la superficie democrática. Si no, que le pregunten al teniente Segura. Porque lo que lo son las instituciones públicas, siguen la consigna de ”omertá”, metiendo la cabeza debajo del ala. Democracia muy justita. Casi ninguna.
Y para no olvidar, que el franquismo sigue vigente y la democracia en pañales, hay cerca de 140.000 desparecidos en las cunetas o en tumbas sin nombre, porque la ley de Memoria Histórica es un parche que la llamada “Transición” dejó en el camino hacia la democracia.
Así que “presidente” de la farsa hispánica, mejor es arreglar tu casa antes de dar lecciones democráticas por esos mundos que, estamos con la Democracia justita, que lo de “plena” quedó en el nivel más bajo del ranking, el puesto 23 de 23 países.
Por: Paco González.