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El 24 de febrero de 1936 se llevó a cabo la asamblea constitutiva de la Confederación de Trabajadores de México, ante los efectos de la “Gran Depresión” en nuestro suelo, la CROM, la agrupación sindical más antigua del país, fundada en Saltillo en 1918, había venido enfrentando acres disputas por el predominio en la representación sindical con una agrupación anarquista denominada Confederación General del Trabajo, y posteriormente con la propia disidencia de sus filas a la que se le terminó denominado “la CROM renovada”.


En la ocasión, Vicente Lombardo Toledano pronunció un discurso digno de figurar entre las más selectas antología de la retórica, junto a los discursos de Churchill pronunciados durante la guerra, cuya síntesis se aprecia en su célebre título “La Guerra Mundial”, el mismo que bien le ameritara obtener el galardón en literatura de la “academia sueca”.

La opinión general suele rememorar la declaración pública del crítico literario Georg Steiner en el sentido de que el “Nobel” otorgado a la historiografía como en el caso de Mommsen, o a la retórica política como en el ya referido de Churchill debería ser considerado un despropósito.


En “La Muerte de la Tragedia”, no obstante, al referirse comparativamente a Racine y al drama francés, señala la enrome relevancia literaria de la retórica de Churchill, y acaso, consideraciones por demás similares habrán de ser vertidas en relación a las alocuciones públicas de Vicente Lombardo Toledano.


En discurso de la asamblea fundacional de la CTM, a no dudarse, bien puede rememorar a Demóstenes, a Cicerón, al discurso más famoso de la historia consignado por Servio Tulio y que pronunciara Nemesio Agripa en el Monte Aventino, e incluso a las piezas de oratoria sagrada de San Juan Crisóstomo.


Al referirse a la bandera nacional con motivo de la celebración del día, señalando que se estaba en presencia de un símbolo que no debía circunscribirse a los grandes propietarios del país sino al conjunto de la masa trabajadora, deja traslucir el hecho de que en días previos había asistido a la representación escénica de la zarzuela bolchevique de Pedro Sorózabal “ Katiuska”, en cuya romanza central el protagonista entona: “cantáis a Rusia nobles señores, pero es que Rusia ya no es sólo vuestra, es de campesinos y de trabajadores, es nuestra”
Refiere la enrome relevancia de Jorge Dimitrov, ciudadano húngaro que, tras ser procesado por los tribunales alemanes acusado de provocar el incendio del parlamento, resulta absuelto, ocasionándose con ello la embestida del régimen hitleriano por obtener el pleno control del aparato de justicia; relevancia, olvidada en nuestros días con la notable excepción del historiador norteamericano Howard Zinn.

La Confederación de Trabajadores de México surgió como una agrupación combativa, en medio de una situación compleja y agitada tanto en el ámbito nacional como en el internacional; con el paso del tiempo, ha terminado por erigirse en una de las instituciones más conservadoras del país.
Tras la larga noche de la denominada “revolución conservadora” entronizada en la década de los ochenta, la fuerza sindical emerge en los días que corren, y entre nosotros, los trabajadores se aprestan a deshacerse de el enorme grillete que representa una institución que dejó de lado las raíces que en sus albores le nutrieran.

Por: Atilio Alberto Peralta Merino

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