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Que difícil resulta para los humanos el momento de conciliar las versiones individuales de toda clase de hechos y creencias, el principio del universo y la evolución de la tierra dan motivo a la más variada exposición de teorías, más disparatadas unas de otras, lo que nos debiera colocar (a nosotros los humanos) en nuestra justa dimensión, lo dijo Sócrates “Solo sé que no sé nada” lo que me conduce a reflexionar si estamos en lo cierto, esa es la realidad.

Los libros de texto gratuitos para las primarias del País según se afirma, han sido revisados y se encuentran en proceso de publicación, los primeros fueron promovidos y entregados a los estudiantes y sus profesores en 1959 por Adolfo López Mateos, esos mismos que ahora se encuentran listos para ser entregados, han sido actualizados, en la mayoría de ellos no creo que exista problema alguno, a menos que contengan errores de contenido y no hayan sido revisados exhaustivamente.

Hay un problema, el contenido de los libros de historia, específicamente los de la historia de México, debieron ser diseñados y construidos con gran rigor, en la tarea debieron haber participado historiadores, profesores, escritores profesionales, abogados y funcionarios del ramo, explicarle la historia a los alumnos es un asunto superior aunque se diga que “la historia la escriben los vencedores”, me temo que este concepto no cabe en el proyecto que en todo caso tendría fecha de caducidad, mentirle a los niños acerca de nuestros héroes, de los símbolos, negarles que en el pasado hubo cosas buenas, muchas cosas buenas, es como reeducarlos, no están preparados para ello, no les pueden decir que tal o cual gobierno fue malo o perverso sin argumentos que lo sustenten.

Algunos funcionarios, políticos, ideólogos casados con sus ideas, afirman sin rubor que Hernán Cortés conquistó Tenochtitlan como si de alguna forma con este hecho hubiera conquistado al País que en esos tiempos no existía como tal, los mexicanos no existían, los mexicas existían, como los mayas, los toltecas, tlaxcaltecas, cholultecas y demás pueblos que no fueron dominados al mismo tiempo que los aztecas, al contrario, la mayoría de ellos se juntaron con los españoles para cobrar afrentas en su contra, los escritores de la historia debieron haber cuidado en todo su contexto esta situación.

Escribir la historia es como construir la biografía de un pueblo o de una persona, no quiero imaginarme que nos entreguen una historia de México cursi, incompleta y falsa, no están escribiendo el guion de una serie o una película, la biografía de nuestro País no es la vida Luis Miguel, Alfredo Palazuelos, Ana de la Reguera o Paquita la del Barrio, esas las escribieron para entretener televidentes y no valen nada literariamente hablando, ni mucho menos son un ejemplo de vida para los millones de paisanos que las miran, yo en lo personal no he visto ninguna de ellas, la verdad es que la televisión abierta y la de paga nos debe grandes historias ¿usted vería alguna de estas historias? ¡yo tampoco!

A mi en lo personal me hubiera gustado ver una serie completa de “María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra” mejor conocida como “La Güera Rodríguez”, la vida de “Porfirio Díaz Mori” (no soy su fan por cierto)sería muy interesante en cualquiera de sus versiones, la de la dictadura, discriminatoria y opresiva, la vida en rosa para los lectores de “Hola y Quién”, una versión especial al estilo “La Rosa de Guadalupe” que no tengo la menor idea de como sería, nunca he visto un minuto de dicha serie ni lo veré nunca, la del mandilón homofóbico y la del militar valiente y decidido.

Los personajes de la independencia, los revolucionarios, los hombres del poder, alguno que otro delincuente como “Goyo Cárdenas”, el multi homicida celebre e interesante harían nuestras noches entretenidas.

Debo aclarar que he encontrado en las biografías de las personas el motivo y la inspiración de algunas historias que he escrito y que hasta ahora guardo para mí, pero al mismo tiempo admito que es un género esplendido, que he pasado buenos ratos admirando y disfrutando las historias de vida que nos dejó el escritor de origen judío “Stefan Zweig”: Fouche, el genio tenebroso, Erasmo de Roterdam, María Estuardo, María Antonieta y muchos otros personajes, hasta cuando no hacía biografías de personajes, empleaba la misma técnica descriptiva como en su célebre “24 horas en la vida de una mujer” exquisita y muy didáctica.

Para terminar y hablando de biografías me voy a permitir continuar en Netflix la cinta “Marie Curie” que narra la historia de una de las mujeres más excepcionales de la historia, dos veces Premio Nobel (Física y Química) admirable por donde quiera que usted lo vea.

Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères

alfonsodiazordaz@gmail.com

21 de abril de 2021

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