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Hacia un mundo mejor

Puebla quedó ayer impactada con la noticia del la caída del helicóptero en el que viajaban Marta Erika Alonso Hidalgo quién apenas 10 días antes había protestado a puerta cerrada como gobernadora de Puebla y su esposo Rafael Moreno Valle recientemente designado coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Senadores. Junto con ellos viajaban el piloto, el copiloto y un consejero del senador RMV quienes también perdieron la vida en este hecho.

La noticia sacudió a la sociedad poblana y de todo el país por tratarse de políticos ambos, que en las semanas previas habían participado destacadamente en los movimientos electorales que son de todos conocidos, razón de más para agregar conmoción por la noticia de su muerte aproximadamente alrededor de las 14:45, diez minutos después de haber despegado en un helicóptero privado del helipuerto situado en El Triángulo, centro comercial al sur de la ciudad.

Se ha agotado el tema de las condiciones en las que ocurrieron los hechos, se ha hablado ahora sobre las virtudes y atributos de los dos políticos, pero de particular interés resultan las reacciones de los panistas ultraconservadores oportunistas que más que lamentar el hecho mismo de que cinco personas hayan perdido trágicamente sus vidas, los mueve un odio en contra de AMLO que no pueden reprimir y que les brota por todos los poros en cuanta ocasión se les presenta, tal es el caso solamente por nombrar algunos, el de Felipe Calderón, Vicente Fox, Javier Lozano, el propio ex gobernador interino “Tony” Gali, quienes ahora aparecen como “amigos” de toda la vida, como “compañeros de lucha” de los esposos y los califican como “destacados políticos de la oposición”, “políticos jóvenes de gran futuro”, además de otros que de plano ya se pusieron a inventar versiones y a publicar videos en los cuales ya “comprobado” se ve que fue un bazookazo el que provocó la caída de la nave.

Hay también columnas en los periódicos donde se afirma que el odio que campea en las redes sociales se debe a que ha sido provocado por AMLO por enfrentar a los fifís y la mafia en el poder contra el pueblo, cuando lo que en realidad sucede es que son precisamente ellos quienes han fomentado este odio con sus comentarios racistas los que inducen este odio, los que se sienten aristócratas, y se sienten frustrados, ofendidos, de que haya llegado a la presidencia de la república un ciudadano proveniente del pueblo, sin pretensiones de aristócrata ni nada parecido, lo que les resulta insoportable. ¿Cómo es posible que alguien así sea presidente de México? ¿Quienes son sus papás?, ¿De dónde viene, dónde estudió? ¿De qué familia viene?, todo lo cual les resulta imposible de soportar, entonces quién más si no él puede ser el que haya mandado a matar a los políticos panistas que tuvieron la “valentía” de enfrentarlo.

De este modo es que acusando sin evidencia alguna, deciden que un panista tiene que ser el gobernador interino, que amenazan con que Puebla se verá sumida en hechos de sangre si no se hace justicia, acusando al vapor sin fundamento, Lozano dice que a él no le vengan con que fue un accidente: yo le pregunto ¿Quién le va a ir? ¿O por qué habrían de irle? ¿Qué autoridad tiene? Yo por lo que se está desempleado si hueso que roer, o Calderón que pide una investigación “imparcial”, descalificando ya de entrada a la autoridad estatal y federal como autoridades sesgadas; de Fox, ya mejor ni hablar, está tan desequilibrado, que no hay manera de dialogar o debatir con él, está tan disperso, desenfocado, desubicado, que no vale la pena tomarlo en cuenta, él es motivo de interés para científicos que estudian la mente.

De toda la horda desenfrenada y vergonzosa que se inventa historias producto de su mente enferma, afiebrada, convulsionada por el odio ciego, la verdad es mejor no entrar en debate con ellos, no hay manera de hacerlos entender, lo de ellos es el odio ciego contra AMLO, lo demás es secundario, pero es necesario investigar quién está llegando al extremo de pagar a alguna empresa que está realizando una encuesta telefónica en la cual llaman y preguntan mediante una grabación si creo que fue un accidente o un atentado, indicando que pulse uno si cree que fue atentado o dos si cree que fue accidente.

Eso ya da una clara idea del grado de obsesión que tienen quienes pagan este tipo de encuestas y quién sabe qué pretendan con ello, pero lo cierto es que este tipo de gente hace daño introduciendo dudas en gente que quizá ni lo había pensado y odio en quienes el hecho de que se realicen estas encuestas refuerzan resentimiento y odio que ya albergaban en sus conciencias manejadas por gente mal intencionada, que solamente piensa en provocar inestabilidad social con fines inconfesables, pero que de ninguna manera son favorables para el bien común.

Por: Enrique M. Díaz Sánchez

25/Dic/2018

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