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Para estos días de descanso con motivo de la semana mayor como le dicen, me voy a permitir aderezar mis comentarios con una receta deliciosa por si no tienen ustedes algo mejor que hacer, o les da flojera salir a las ceremonias religiosas o no les interesa por profesar alguna creencia diferente o no profesar ninguna, mi nivel de catolicismo moderado no me obliga a hacer ayuno ni a abstenerme de comer carne, obligar a los creyentes a observarlo debe tener un origen mercadológico muy antiguo para fomentar el consumo de pescados y mariscos.

Lo primero que debe hacer es acudir al supermercado de su preferencia   para comprar en la sección de congelados “anillas de calamar” o “calamares limpios” que se los deben preparar en la pescadería de su preferencia, con esto se evita la monserga de tener que limpiarlos y lavarlos, una cebolla grande, una cabeza de ajo completa porque no se la venden fraccionada, con dientes preferentemente grandes, un atado pequeño de hierbas de olor, y dos sobrecitos de tinta de pulpo o de calamar, un jerez preferentemente dulce para usar una copita en la preparación de la salsa, una cucharadita de sal y media de pimienta negra.

Una de las tradiciones que me gustaba y que fue cancelada por el sesentero Concilio Vaticano Segundo era la visita de las siete casas que en mi ciudad de Puebla era muy fácil de completar por la cantidad de iglesias que pueblan nuestro centro histórico, dicho lo cual y ante la ausencia del tradicional paseo, nos queda tiempo para preparar unos deliciosos y suculentos calamar en su tinta, en su versión “anillas de calamar” o “calamares limpios”.

Poner a hervir los calamares que no están precocinados o precocidos por una media hora para que estén lo más suave que se pueda mientras le reza una jaculatoria a Nuestro Señor por la salud de todos nosotros o puede aprovechar el tiempo picando la cebolla y los dos dientes de ajo.

Cuando lo he cocinado de manera adicional para darle volumen y sabor, pongo a asar dos jitomates y les quito la cascara para echarlos a la licuadora con una cucharada de sal, media de pimienta negra, los dos sobrecitos de tinta de pulpo o de calamar y la copita de dulce jerez, tapa y enciende la licuadora hasta que la salsa este bien licuada y entonces la apaga, con este asunto de la reforma eléctrica no sabemos cómo nos va a salir el recibo de la luz.

Pone aceite de oliva en la olla en la que los va a cocinar, la cebolla picada, el ajo también picado y un pequeño atado de hierbas de olor.

Cuando la cebolla se pone más o menos transparente, dele una pasada a los calamares antes de  ´poner la salsa que previamente molió y déjelos hervir a fuego lento por un espacio de media hora, si su creencia se lo recomienda rece el santo rosario y por usted, sus parientes y sus vecinos y vecinas y al mundo entero, rece por que se acabe la guerra de los rusos en contra de los ucranianos y no se le olvide preparar un arroz blanco para remojarlo con la salsa de nuestros calamares navegantes.

alfonsodiazordaz@gmail.com

14 de abril de 2022

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