“Las piedras rodando se encuentran y tú y yo algún día nos habremos de encontrar; mientras tanto cuídate y que te Bendiga Dios…” (Alex Lora).
Por increíble que parezca, 2022 se nos ha ido y ¡vaya que nos ha dado de que hablar!
Después de dos años tremendos, donde sufrimos cosas inimaginables por temas de salud como el cierre de empresas, cambios de hábitos de consumo y formas de trabajar así como – lamentablemente – bajas entre amigos y familiares, honestamente pensé que tendríamos un año, cuando menos, tranquilo. Todo lo contrario, este dos mil veintidós ha sido, por decirlo suave: sorpresivo. En esta columna nos ocupan los temas políticos y públicos, pero sería una omisión dejar de mencionar que en el plano empresarial y social también hubo cambios y reacomodos. El simple hecho de ver de nuevo la entidad con los comercios abiertos y el 90% de restricciones sanitarias superadas, ya fue una buena noticia que nos lleva a pensar en un año por venir esperanzador, siendo optimistas, el 2023 debe ser de “remontar el marcador”, volver a pensar en porcentajes de ventas e incrementos de márgenes de utilidad interesantes.
En el plano político, 2022 significó el primer año calendario completo para los alcaldes y diputados, por lo cual debió ser de consolidación tanto en imagen como en obra pública, tinta y tiempo se ha usado – y mucho – hablando de esos temas pero al final son los números los que nos dicen si cumplieron o debieron las autoridades correspondientes. También usted, apreciable lector, emita su opinión en nuestras redes sociales, el mejor juicio es el suyo.
En lo personal, creo que los ayuntamientos de la zona conurbada lo han hecho “bien”, así, como un 8 en la escala de calificación escolar. Sin embargo, después de algunos cambios en sus estructuras y ajustes presupuestales, un ocho se siente como muy bueno, con la idea que en 2023 se verán ya las paredes y el techo de los cimientos construidos bajo tierra durante 2022.
En particular, no es de extrañar que de quien más se espera, no sólo en la zona que nos ocupa, sino en todo el estado, es de Lalo Rivera, pues desde el día uno de su administración se comenzó a decir que es el candidato natural para la gubernatura en 2024. En el caso de Mundo Tlatehui y de Paola Angón, desde mi punto de vista su mejor escenario sería la reelección o una diputación federal, pero está en manos de ellos, de nadie más.
Otra vez diciembre se volvió aciago y nos dejó huérfanos de gobernador, por lo cual durante el primer trimestre se espera que veamos reacomodos, no como ya sucedió con don Guillermo en su interinato, sino más de fondo, pues Sergio Salomón tiene una oportunidad de oro para demostrar que en dos años SI se pueden hacer muchas cosas.
¿Cambia el escenario para los que ya se habían destapado como aspirantes? ¿Veremos el regreso de los exiliados políticos del extinto gobernador? Lo sabremos muy pronto. Y acá lo iremos comentando.
Por lo pronto les mando un abrazo estimados lectores y mis mejores deseos para este año.
Gabo Guillermo
Puebla, Puebla; enero de 2023