PUEBLA, LA LETRINA DE LOS ÁNGELES, II Parte 2 de 2

Analizábamos en la primera parte algunos de los posibles motivos de la mala y muy mala calidad del aire a diario en los últimos seis meses en Puebla. Las emisiones del volcán en aumento, el crecimiento del parque vehicular, población e industria, la ineficiencia y corrupción, el aumento de la actividad humana y su ineficiencia en tiempos y contaminación para hacer lo mismo, así como los incendios forestales que rebasaron toda estadística histórica.

La mala calidad del aire ha sido notoria a simple vista pero pronto olvidaremos el tema porque ya ha iniciado la temporada de ciclones y con ello fuertes vientos y lluvias que limpiarán momentáneamente nuestro aire, pero volveremos cada temporada a respirar peor calidad del aire en Puebla y a propósito del 05 de Junio donde se celebra el día mundial del medio ambiente, necesitamos comprender y generar conciencia traducida en acciones organizadas ante lo que parece ser el peor año en la historia reciente del medio ambiente. Miramos por los mayores incendios en la Amazonia y Australia para voltear y dejar de ver los de Puebla, somos agentes y víctimas de grandes depredadores como Trump, Bolsonaro y AMLO, pequeños personajes que ejemplifican al gran depredador del planeta.

POLÍTICA Y GOBIERNOS
En las administraciones de Enrique Peña, AMLO, Moreno Valle, Galy y Barbosa el tema ambiental no existió, por el contrario, se encargaron de desmantelar los avances e impulso que en su momento hubo en los gobiernos de Felipe Calderón y en Puebla de Mario Marín a través de Francisco Castillo Montemayor al frente de Medio Ambiente estatal.

En el sexenio 2006-12 México logró ser el primer lugar mundial en reforestación plantando casi el 25% del total mundial y Puebla fue el estado que más contribuyó con el 32% del total nacional. En Cancún se celebraba por primera vez en México una COP. La COP-19 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático), donde México consolidaba un liderazgo mundial y en alianza con el Reino Unido logró cabildear y aprobar el “Fondo Verde” como forma de financiamiento que comprendió 30 mil millones de dólares en financiamiento de arranque rápido, proveniente de los países desarrollados para apoyar la acción sobre cambio climático en los países en desarrollo hasta el periodo 2010- 2012, con la intención de recaudar $100 mil millones de dólares en fondos a largo plazo para 2020 lo que posteriormente daría pie a los acuerdos de Paris que luego de Tokio representan el mayor avance mundial en la protección del medio ambiente a pesar de todas sus carencias, empezando por Trump y la salida de EUA de dichos acuerdos.
En la misma época en Puebla se consolidaba una secretaría del Medio Ambiente, no sólo para recaudar y multar a constructoras tal como se ocupa hoy; esta secretaría inició con un presupuesto muy modesto para terminar el sexenio de Marín con uno cercano a los 3,500 millones de pesos anuales, con desarrollo de areas de investigación, educación ambiental, grandes reservas territoriales o areas verdes, ampliación de viveros que llegaron a producir 35 millones de plantas por año, monitoreo de incendios y volcán, vinculación social y educativa a nivel local, nacional y mundial junto con una red de medición de calidad del aire metropolitano entre muchas otras cosas que se lograron con gran reconocimiento.
Independientemente de nuestras filias y fobias políticas, los colores no tienen afiliación ambiental. Mientras Felipe Calderón obtenía varios reconocimientos verdes como el del PNUMA ‘Campeones de la Tierra 2011’ entregado en EUA por la ONU, por su liderazgo internacional en la lucha contra el cambio climático. Hacia el final de su sexenio y empatado con Moreno Valle en Puebla, se lograba que la federación diera a Puebla $1,200 millones de pesos para sanear la presa de Valsequillo y parte del río Atoyac; aunque ambos personajes eran del mismo partido, el entonces gobernador y su secretario de Finanzas (Moya), se encargaron de desaparecer ese fondo y reducir 85% el presupuesto de la secretaría estatal de medio ambiente para dejar el tema ambiental al cobro de multas y las fotos de unos pocos árboles sembrados en el rescate de “Fraude Fantástico”, hoy parque metropolitano donde se lavó mucho dinero con agua del Atoyac que junto con la privatización de varios sistemas operadores de agua como el SOAPAP, se perdió toda medida para vigilar y prevenir descargas al río Atoyac; todo esto con el acompañamiento de las delegaciones federales omisas y corruptas y muchas de las prestigiadas universidades y organizaciones “más verdes” de Puebla quienes muy contentas impulsaron ese fondo y otros en un principio, pero luego fueron misteriosa y fácilmente excluidas y silenciadas de una u otra forma; a diferencia de la muerte del aviario, flor del bosque, reservas naturales y promesas rotas de un depredador que por lo menos tuvieron cierta oposición y valientes defensores.
El periodo de Galy fue tiempo perdido para pasar al de Barbosa y AMLO que con pretexto de austeridad y 4T redujeron presupuestos y recursos humanos en casi todas las dependencias del gobierno federal y estatal, al grado de anularlas por completo, tal como Conafor, Semarnat, Profepa, Conacyt, SMADSOT y otras vinculadas al tema ambiental.

Para darse una idea, la Profepa hasta hace pocos años tenía 5 verificadores para prevenir y castigar la tala ilegal en todo el estado de Puebla (totalmente insuficiente), la Conafor tenía una docena de brigadas y monitoreo para prevenir y combatir incendios. De esas sólo queda casi un voluntariado, si ya antes era insuficiente, hoy se reduce a casi “NADA”. En el primer año de AMLO se redujeron en promedio 67% los recursos al tema ambiental y en algunas entidades hasta el 87% (según diversas publicaciones porque ya no existe la trasparencia para conocerlo a ciencia cierta), al tiempo que en el mundo se triplicaron los incendios y México no fue la excepción, en parte por el cambio climático pero en su mayor parte, por una nula prevención y combate a tiempo, cuando los incendios ya no podían ocultarse al público, se envió a la guardia nacional, cuerpos de bomberos y voluntarios espontáneos por todo el país para tratar de apagar lo que a la fecha de hoy no se ha logrado hacer en niveles mínimamente aceptables o de años anteriores.

En el orden municipal las cosas no son mejores. El rastro lleva varios trienios siendo una cloaca de desechos insalubres, químicos prohibidos y cero transparencia, la planeación urbana se reinventa cada trienio y al final sólo existe en el papel con una única claúsula: La planeación estará superitada a la especulación inmobiliaria de empresarios locales coludidos con autoridades corruptas que juntos conforman el mejor ejemplo de la avaricia del tonto ya que vale más un area con árboles que una zona muerta, pero aún así sólo piensan en dinero fácil y rápido. Las oficinas de medio ambiente municipal sólo existen para la foto y generar multas, nadie vigila las descargas al río. En Puebla cada quien hacemos lo que le viene en gana y como ejemplo miremos la movilidad y la colocación de topes con y sin permiso, de todos colores y sabores. Desde Eduardo Rivera y Blanca Alcalá no termina la moda de poner topes por toda la ciudad especialmente junto a un semáforo o visceverza, un semáforo junto al tope junto con los bonitos bolardos de latón al triple de precio, ya sean estorbo o decorativos, mejor o peor puestos, pero todos de la misma duración máxima de dos años, ciclopistas caras, opacas, corruptas e inútiles que no duran más allá de un periodo de gobierno y en muchas ocasiones sólo quitan carriles en los pocos bulevares generando mucha mayor concentración del parque vehicular y por duplican contaminación, gasto y tiempos sin demostrar beneficio para una mayoría, mucho menos beneficios ambientales o de seguridad.
No existe un programa integral para reforestar y cuidar areas verdes de la ciudad desde camellones y zonas arboladas hasta los insuficientes parques en extinción que no alcanzan ni mínimamente las recomendaciones de la ONU de espacio de areas verdes por habitante. El pretexto siempre es la falta de recursos, pero hubieron administraciones que con 3 pesos que concesionaron a privados el cuidado de camellones y tuvieron buenos resultados, dicha política se ha venido mal copiando y hoy está más quemada que las promesas vacías de Claudia Rivera.

El río Atoyac es otra de las grandes fuentes de contaminación del aire en Puebla, siempre contaminado, nunca supervisado, las descargas al río que vienen desde Tlaxcala y se incrementan en su mayoría con la industria poblana terminan por evaporar químicos y particulas que al mezclarse con el resto de contaminantes multiplican los efectos y contaminación del aire.

Con los pocos datos e inexactos que hay en Puebla se puede hacer un cálculo aproximado. La producción de contaminantes atmosféricos en la zona metropolitana es producida mayormente por la industria (del 25% al 38%), el parque vehicular contribuye entre el 24% al 27% del total, de la contaminación que generan los vehículos 68% lo generan los vehículos de carga y pasaje, el resto, los autos privados; se calcula que el río Atoyac podría estar generando desde el 15% hasta el 35% en cuanto a cientos de toneladas de metano por día que combinadas con las emisiones de toneladas de azufre del volcán Popocatepetl, se combinan para generar la mayor parte de las partículas más tóxicas que respiramos (PM – particulas suspendidas).

que son mortales para el ser humano y NI SI QUIERA SE MIDEN EN PUEBLA.

La temperatura promedio ha subido, se han alargado las temporadas secas y de calor multiplicando los incendios forestales, la queja de pastizales no tiene control alguno, la austeridad, corrupción y falta de visión de nuestros gobiernos depredadores hoy apuestan por refinerías, combustibles fósiles y depredación de la selva para un tren poco viable, a este gobierno no le gustan “esos feos ventiladores”, liquida mediante nuevas leyes el fomento de energías limpias, deja sin personal y recursos la prevención y cuidado.
No existe un sólo factor para estar respirando aire de tan mala calidad, son todos estos y los que faltan, en orden y desorden, principalmente esto lo último, DESORDEN.

La buena noticia es que aunque sabemos que las actuales autoridades y grandes líderes no sirven, más bien estorban, sabemos bastante de las fuentes de contaminación, sabemos que es posible generar cambios locales porque ya han habido ejemplos aquí y en lugares como Costa Rica donde con muy poco han logrado más en temas ambientales que en el país más rico, civilizado y organizado del orbe.

Por: Bernardo Hinojosa Polo

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