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La primera ocasión en la que asistí en la “Casa de la Cultura de Tabasco en México” a la presentación de un libro de la autoría de Luis García y Erdmann , fue a invitación de Humberto Hernández Haddad, el embajador hacía en la ocasión la presentación de “Compendio Diplomático” , obra por demás formidable y monumental .
En aquella ocasión el autor refería su experiencia como asistente a los funerales de estado de Zhou Enlai, con la consiguiente representación diplomática de nuestro país, debidamente acreditada ante las autoridades de Pekín; su narración, siempre elegante, breve, concisa y precisa patentiza la enorme relevancia de escuchar a las fuentes primarias y testigos directos de los acontecimientos.
El pasado lunes 11 de julio la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística a cargo de Hugo Castro Aranda brindaría la oportunidad de escuchar nuevamente a una de las figuras emblemáticas de la diplomacia nacionalista mexicana presentando su más reciente libro: “NASSER el hombre de su tiempo”, resultando particularmente interesante el pasaje en el que el líder egipcio reconoce en la radio un arma fundamental.
Instrumento de comunicación por medio del cual no sólo se escucharía en todo el mundo árabe la voz del líder egipcio, sino peculiares y extraordinarias manifestaciones culturales, como le siempre emotiva voz de la cantante Oum Kathoum( Oum Kalthoum Fakkarouni – YouTube); relataría al respecto el embajador Luis García que ante la presión externa para claudicar en el control estatal de la emisión de contenidos radiofónicos, Nasser consideraba que ello equivaldría a la claudicación total; presión a todas luces derivada del enfrentamiento militar contra las tropas de británicos, franceses e israelíes agresoras de Egipto tras la nacionalización del Canal de Suez. Por referencia de mi abuela, Celia Irigoyen, quién fuera siempre infatigable lectora, tengo la noticia de que Naguib Mahfouz aborda en la novela “Miramar” el episodio de la llamada “Revolución de los Coroneles de 1952” motivo por el que inquirí sobre la fidelidad de la narración de los hechos históricos, Luis García y Erdmann manifestó que, al igual que yo, no había leído el relato del premio nobel, y terminé por saber en voz del excelentísimo embajador de la República de Egipto en México Khaled Shamaa, que el abordaje de “Miramar” es al parecer bastante crítico del suceso en cuestión.
El embajador Shamaa destacó asimismo, los que a su juicio son enormes vasos comunicantes entre Egipto y América latina y nuestro país muy en Particular; a su entender, uno de ellos es , precisamente, la promoción del desarrollo industrial que impulsara Gamel Abdel Nasser en los mismos momentos en que México emprendía un proceso equivalente; y, asimismo, a su parecer, en la reforma agraria que cuya implementación le sugiere similitudes con las dramáticas movilizaciones de campesinos en Brasil a la que la prensa ha bautizado como las movilizaciones de “los sin tierra”.
Resulta curios que el embajador Shamaa no hubiese encontrado una relación más directa con Emiliano Zapata, lo que me hizo recordar la manifiesta admiración que el presidente Antuan Frangie de Líbano, manifestara por “el caudillo del sur” a principios de los años 70, momentos antes de que sobreviniera la sangrienta guerra civil de quince años .
En lo personal he disfrutado la crónica urbana y los sótanos de página policial de “El Callejón de los Milagros”, y la alegoría mística, esotérica de “Hijos de Nuestro Barrio” en la que se hace un retrato en la vida social del Egipto del siglo veinte de Adán, Abel, Moisés, Jesús y Mahoma loa grandes profetas del Islam; la presentación de la reciente obra del embajador García y Erdmann invita a leer conjuntamente “Miramar” y “NASSER el hombre de su tiempo”.

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