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En el sexo y en la política, como dijo Napoleón… “si tienes prisa, ve despacio”…

En el sexo, la prisa puede restar muchísimo encanto… a ello aplica lo mismo que los restaurantes que se anuncian como de comida lenta… Esos donde no llega uno a alimentarse, sino a degustar en calma, platillos artesanalmente elaborados, con selectos ingredientes combinados por chefs calificados…   Se sirven en sitios acogedores sobre mesas bien presentadas con vajilla, cubiertos y accesorios de buen gusto y calidad…   se preceden de un buen aperitivo, se acompañan con vinos bien maridados, culminando con postre, vino de postre y finalmente el digestivo… el contraste con esto es… ¡bocado engullido, su sabor perdido…!!!

Qué contraste con las comidas rápidas servidas en platos y cubiertos desechables, sobre mesas sin ningún arreglo, preparadas masivamente, acompañadas con refresco gaseoso y generalmente en medio de grandes flujos de gente, aunque en nalgunas ocasiones no dejan de ser una solución…

Así es el sexo… para disfrutarlo plenamente conviene desarrollarlo en entornos óptimos, tal vez empezando con comida lenta, buena música de fondo y todo sin prisas para ir gozando cada instante, cada gesto y cada acción y eso suele dar proyección al largo plazo… así es -sin duda- una buena forma de hacerlo…   Pero a veces no hay que dejar de apreciar que también en nalgunas ocasiones se pueden dar circunstancias que hagan del sexo furtivo algo sumamente excitante, cuando el momento parece concentrar toda tu vida… El rapidín aplica tanto a este caso como a una relación estable que de pronto sufre arrebatos de libídine… porque lo espontaneo -como lo furtivo- suele ser tremendamente estimulante… además de que un rapidín no implica las prisas propias de salaces inexpertos e insolentes…

En el sexo, sabiendo hacerlo…  los deseos más ardientes     ¡no tienen prisa y saben manejar los tiempos…!!!

En la política debe asumirse que la prisa es una trampa del tiempo y que no llega antes el que más corre, sino el que menos tropieza… que bien y pronto, sólo lo intenta un tonto, y que es mejor hacer más, que galopar perorando… porque mascullando sin soltura, todos los días a toda hora y sobre cualquier tema, se muestra la precipitación de un zoquete dándose aires de pontífice… y también se expone como el juez que sentencia pronto, porque es tonto…     La verdad se fortalece con la inspección y el examen reposado, mientras la falsedad se aprovecha de la prisa y la precipitación…

Pero a pesar de estos principios tan obvios y sencillos, la T de 4ª y el merolico madrugador, en su ardor están mostrando que la tarea de gobierno les quedó demasiado grande y no se dan cuenta de que la prisa es la madre del fracaso… el INSABI, la distribución de medicamentos, los dichos sobre la pandemia y muchas cosas más, muestran elocuentemente lo que estamos señalando… no admiten que el orden permite ganar tiempo y eficacia, así como prever para el largo plazo…

NO HAY POLÍTICA TRASCENDENTE SIN LA VISIÓN DEL LARGO PLAZO QUE PERMITE ACOPIAR RECURSOS PARA REALIZAR PORTENTOS… EN TANTO QUE LA PRISA ATA AL AQUÍ Y AL AHORA CON LAS SEVERAS LIMITACIONES QUE EL MOMENTO IMPONE…

Así pues, en la política es indispensable la visión de largo plazo, pero el sistema político -que parece diseñado por el crimen organizado- brinda periodos muy cortos* a los tres órdenes de gobierno, sobre todo al municipal… Las grandes obras y acciones que construyen el futuro de una comunidad o nación no son realizables en seis años ni mucho menos en tres, y menos bajo la presión iracunda de una oposición generalmente obtusa y más aplicada a bloquear que a colaborar…

*Alemania ha sido gobernada por Ángela Merkel desde 2005

 Rusia por Vladimir Putin desde 1999

Turquía por Erdogán desde 2003

En cuanto a las insensatas obras “emblemáticas” del merolico madrugador, iniciadas precipitadamente, sin los estudios previos indispensables ni las debidas autorizaciones, cabe decir que pronto y bien, rara vez juntos se ven, y para colmo se podrá decir que hechas con prisa… cosa de risa… o más… de lágrimas…   porque lo que de prisa se hace, despacio se llora… 

La rapidez pudo dejar atónitos a muchos otros actores políticos, económicos y sociales, a la vez que entusiasmar a los ingenuos que siguen lo que se oye bien, aunque no funcione…   Pero para los atónitos ha llegado el conteo de daños y la necesidad inaplazable de corregir el rumbo, en tanto que, para los ingenuos, la enfermedad, el desempleo, el empobrecimiento y la inseguridad les llevan a reconsiderar su entusiasmo y a empezar a dudar de la legitimidad de un desgobierno que descompone lo que aún con fallas, funcionaba y servía…

Se está viendo lo que sucede cuando el charlatán parlanchín en medio de un descocado furor arremete con prisa sobre todo aquello que construido con esfuerzo y paciencia a lo largo de muchos años funcionaba e iba ofreciendo a la comunidad nacional una vida cada vez mejor… mientras él y su pandilla no tienen capacidad de ofrecer, ya no digamos algo mejor, sino al menos algo… ¡Todo están destruyendo…!!!

 ¿Cuál prisa si sólo hay ideas vagas sobre lo que se pretende lograr…???   Bien harían en sentarse a pensar… en la política surgen sin duda cosas que apremian, pero deben atenderse sin precipitación…

Cualquier persona, cuando actúa movido por la prisa no logra todo lo que sus capacidades le permitirían, y si a eso agregamos las evidentes limitaciones del matutino predicador, no nos cabrá duda de la magnitud de la tragedia que asuela a nuestro México… El mamarracho parlanchín debiera darse cuenta de que el triunfo mal manejado…    ¡pronto se desvanece…!!!

En la política como en el sexo, la prisa implica sacrificar lo mejor y lo bueno por lo vulgar, lo corriente y lo insignificante… La prisa nunca es refinada, y menos en nalgunas ocasiones…

Y no es lo mismo urgencia que prisa… La primera es un apremio que nos impone el entorno… La prisa es un estado de ánimo agitado, y si bien la urgencia puede potenciar, la prisa suele desbocar…

Lo pertinente tanto en el sexo como en la política, es proceder sin prisas… ¡pero sin pausas…!!!

Por: Luis Paredes M

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