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Con la revelación del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de que fue el Partido Revolucionario Institucional–léase Alejandro Moreno Cárdenas- el que ofreció a Morena –o sea, AMLO- un “pacto político”, se corrobora, y confirma, que Alito negoció su libertad a cambio de traicionar al PRI y entregar en “bandeja de plata” el voto de los diputados tricolores para aprobación de la presencia de soldados en las calles en el territorio nacional, extendiéndolo del 2024 al 2028.


Dijo que la “negociación con el PRI” inició dos días antes –martes 30 de agosto- del Cuarto Informe del Presidente López Obrador –jueves primero de septiembre-

Por ello, la tarde del primero de septiembre en la Cámara de Diputados se dio la escena inusual entre Adán Augusto López y Alejandro Moreno, donde se “selló el pacto”.

La escena habla por si sola.

El titular de Gobernación en cuanto vio al legislador, y dirigente del PRI, apresuró el paso para ir a su encuentro.

Le extendió la mano y dio afectuoso abrazo.

Y, sin más, le susurró al odio.

Moreno Cárdenas asintió la cabeza.

López Hernández volvió acercarse y por segunda vez le murmuró en la oreja.

Alito afirmó y su rostro se iluminó.

Por tercera ocasión el tabasqueño le masculló al odio al campechano.

Éste sonrió pleno. Y con la mirada recorrió el salón de Plenos de la Cámara de Diputados.

Respiró hondamente y al exhalar el aire sintió que la vida le retornaba… su libertad estaba garantizada por “ya saben quién”.

Seguridad que partía del hecho de que Morena aceptó integrar la Sección Instructora con dos diputados suyos, uno del PRI y otro del PAN, lo que permitirá atorar o impedir que avance la solicitud de desafuero de Alito.

Amén, de que también se detuvo la orden de aprehensión contra Yolanda Cárdenas de Moreno, señalada de lavar dinero en operaciones irregulares a favor de su hijo Alejandro Moreno.

Así o más clara la negociación.

ESTEFAN Y CAMARILLO…

¿SIERVOS DEL BARBOSISMO?

Sirva lo anterior para dar contexto al entreguismo de Jorge Estefan Chidiac –el verdadero dueño de la “franquicia” tricolor- y Néstor Camarillo Medina al gobierno morenista de Miguel Barbosa Huerta, quienes gozan del apoyo y confianza absoluta de Amlito y/o Alito.

Así como Alejandro Moreno y Rubén Moreira –coordinador bancada del PRI en San Lázaro- se doblaron ante inquilino de Palacio Nacional, en Puebla el coordinador de los legisladores en el Congreso, Estefan Chidiac y el “líder” priista Néstor Camarillo se arrodillaron ante el huésped de Casa Aguayo.

Con ello, Estefan y Camarillo serán… ¿Siervos del Barbosismo?.

Tres hechos, al parecer, así lo demuestran.

Veamos.

Primero.- Jorge y Néstor cabildearon con los 58 alcaldes del PRI para que sus gobernados votaran -22 de abril pasado- a favor de la “Revocación de Mandato”, que propuso Andrés Manuel López Obrador, y que resultó fallido al sufragar 16 millones de mexicanos, cuando requería de 30 millones de votos para su aprobación.

A cambio del voto, les prometieron obras, recursos extraordinarios y visitas del gobernador a sus municipios.

Segundo.- Gracias a los acuerdos soterrados con el gobernador Luis Miguel Gerónimo Barbosa, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes, con fórceps instaló en la Presidencia de la Mesa Directiva del Congreso al converso “primor” Néstor Camarillo.

Tercero.- Don Néstor abrió la posibilidad de contender con Morena en las elecciones de 2024.

“El panorama político electoral que se vislumbra en los próximos dos años será el que definirá si su partido seguirá con Acción Nacional y el de la Revolución Democrática o se alía con Regeneración Nacional”, apuntó en la entrevista que dio a El Sol de Puebla.

Cierto y real… en política no existen las casualidades.

Resulta que la última aduana por transitar para que el Ejército se mantenga en las calles, ejecutando labores de seguridad pública hasta 2028, deberá ser aprobada por lo menos en 17 –de los 32- congresos estatales.

Y la 4T-Morena tiene mayoría en 15 legislaturas.

O sea, le faltan dos congresos.

De ahí, que Adán Augusto López Hernández en breve iniciará un recorrido por cada una de las 32 entidades federativas del País, para amarrar al cien por ciento la aprobación no solo en 17 congresos, sino en la mayoría, por no decir la totalidad.

Lo que explica el por qué Casa Aguayo avaló que el priista Néstor Camarillo presidiera la Mesa Directiva del Congreso, de septiembre 2022 a septiembre 2023.

Mejor aval no podía tener el Congreso de Puebla –y obviamente el gobernador- con el “ilustre” y “destacado” priista Camarillo Medina, ex alcalde de Quecholac a quien le persiguen los “fantasmas del huachicol” y su pasado Moreno-Vallista.

Con esos amigos, los priistas no necesitan enemigos.

Mucho menos los barbosistas.

Para ello, ya cuentan con “dos tricolores Siervos de la Nación”.

Y el mensaje de Bucareli:

“Si Paris bien vale una misa… el País bien vale un buen acuerdo”.

Al tiempo.

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