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La “Bilateral” (*) vuelve a casa después de tres años de vacaciones, o algo así. Al mismo tiempo la “Mesa de Negociación” se pone de perfil dejándole paso. Que todo sea por el autonomismo. Tal como la nueva ministra de Política Territorial y vocera mayor del reino, I. Rodríguez, se encargó, repetidas veces de señalar en la reunión, que era una reunión entre una comunidad autónoma y el Estado, que después os subís a la parra y no hay manera de bajaros.

¡Eh! ¡Oiga! Y de la In-de-pen-ci-a ¿Qué?

Aunque parecen las dos caras de la misma moneda, sólo es un efecto óptico debido al ángulo de reflexión de la luz, o como dijo Ramón de Campoamor:” En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Sin tener en cuenta quien tiene el cristal en su mano.

Como decía, vuelve la “Bilateral” con destellos, pero sin luces. Las partes muestran sus cartas, pero no las reglas del juego. Unas reglas sembradas de trampas como si fuera un campo de minas. Y es que, en política, las sonrisas se pueden convertir en rejones negros, o como mínimo en una “vizcaína” de hoja afilada.

Mientras que el Govern catalán arranca la partida con un montón de propuestas, alrededor de 56 traspasos pendientes, que ya es decir y, metiendo prisa que el carbón se acaba, en tanto que, los de la Moncloa van con la mano en el freno haciendo rechinar las ruedas.

Y no quiero enredar la madeja, pero se me viene al recuerdo, aquel “Memorial de Greuges” (agravios), llamado: ”Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña” que los representantes de las “fuerzas vivas” catalanas, unos VIP’s de primera línea (Jacinto Verdaguer y Àngel Guimerà, entre otros), presentaron a Alfonso XII, hijo de Isabel II y Paquito Natillas, el de “¿Dónde vas Alfonso XII, donde vas triste de ti? (otro Borbón) en 1885. Aunque detrás estaba el malestar de la burguesía catalana por los convenios con los británicos, y otras quejas locales. Esperemos que en este caso no sea así, y que la burguesía no esté enquistada en los partidos gobernantes de la Generalitat, aunque se llamen de Esquerra o vaya con Junts, que nunca se sabe hasta dónde llegan los tentáculos de su influencia. Es interesante el capítulo 42 de “Història de Catalunya” dirigida por Albert Balcells. Refiriéndose a que “Almirall intentó llevar la burguesía catalana hacia una ruptura con los partidos dinásticos españoles, pero no lo consiguió”. Y 50 años más tarde un nacionalista catalán de izquierda, Antoni Rovira i Virgili, escribiera: “Para los republicanos, Almirall era bastante catalanista, para los catalanistas bastante republicano. No había llegado aún el tiempo de la unión de los dos grandes ideales, de Cataluña y la República”.  Unas frases para reflexionar.

En medio del listado hay cuestiones que ya empiezan a saltar chispas, y sólo se han leído el enunciado. Pues eso, los representantes catalanes dicen que la reunión no vale ni una misa, que es lo mismo que sacar un “insuficiente” en el test de calidad. En tanto, que los de la Moncloa, tiran cohetes y dicen que “ha sido fructífera y muy ejecutiva”. Que es lo mismo que hacer el “paseíllo” y decir lo de “que Dios reparta suerte”. Aunque la realidad es que, sólo han elaborado un calendario, que ya debería estar hecho y “pelillos a la mar”. Porque, pregunto ¿Se van a formar tantas subcomisiones de esta comisión, como competencias hay pendientes? Bueno, tampoco hay que echarse a llorar que, por lo menos han elaborado un “calendario” de trabajo. Como los de antes que, se quedaban a las puertas de nuevas elecciones, para elaborar otro “calendario” y así, como el “Día de la Marmota”. En la reunión del verano de 2018, el conseller Ernest Maragall, salió como unas castañuelas, afirmando que “la ·única nota positiva de la reunión había sido acordar un Calendario”. Pues eso.

La primera en la frente. Sacan de la chistera, un acuerdo sobre la ampliación del aeropuerto del Prat (perdón de Josep Tarradellas, con el poco uso del nombre ya ni me acordaba), que ni siquiera se ha debatido en la reunión Bilateral, sino que estaba negociado aparte. Un tema que no estaba en el guion, y eso que preparar el orden del día no auguraba buen comienzo, sale por peteneras y ocupa las noticias de la prensa: “La terminal del Prat y los 1.700 M€”, que parecen haber llovido del cielo y, estamos hablando hasta el 2030, casi una década de tira y afloja, como el cuento de la lechera. He leído por ahí, que si lo del cambio climático sigue como hasta ahora, cuando se termine la ampliación del Prat, éste será una terminal de hidroaviones. Al tiempo.

¿Es que el PSOE sigue vendiendo humo?

Y de los temas principales que, dicen haber llegado a un acuerdo, son:

Por un lado, lo de las becas universitarias que se cerrará en el curso 22/23. Y, por el otro, lo de los 200 M€ que deberían haber abonado en 2018, del acuerdo a la deuda de la disposición adicional tercera del Estatut, con sentencia firme, pero que el Estado, o gobierno español, se ha ido haciendo el distraído, es decir lo deben y no debería ser negociable”. Pero aparece la voz de “Pedrosánchez” diciendo: “Estamos cumpliendo con el Estatut”,  y le añade la siguiente coletilla: “Creo que será la base para que Cataluña se  recupere  a más buen ritmo”. Por la boca muere el pez. Habrá que recordarle que aquel Estatut, votado por los ciudadanos que, fue cercenado por los caducados del TC.

Lo de las becas, es para llorar y no echar gota. Porque va sin presupuesto económico y, del año pasado, sólo aportaron el 27% del presupuesto de becas. En datos, es como decir, que la población estudiantil de Cataluña es el 17% del Estado, pero sólo recibe el 10% de las becas. Y el traspaso de becas agilizará el proceso para cobrarla, ya que, en la actualidad, el estudiante, lo percibe al cabo de medio año. Cosas de la maldita burocracia.

Resumiendo: la Bilateral no fue, ni casi bien, ni casi mal. Pero Aragonés ya dijo:” Nunca renunciaremos a la lucha por la Independencia”. Y que “las negociaciones son la mejor opción política”. “ahora tenemos una oportunidad histórica. Es decir, para resolver el conflicto mediante un diálogo mutuo…” MHP 132é, a ver si te enteras de una vez, y no quiero ser grosero, que lo de “diálogo mutuo” no existe, que el Estado español sólo se comunica en una sola dirección y la Moncloa no es porosa, es impermeable a cualquier diálogo.

Como señala Silvia Barroso en “El Món” (07/08/2021): “Si se ahogan en el vaso de agua del aeropuerto o de los MIR, es impensable que pudiesen soportar lo que sería una mesa de diálogo real sobre la autodeterminación”. Es como un epitafio para la Bilateral.

(*) Bilateral es el nombre que recibe las reuniones entre el ejecutivo del gobierno español y el Govern de la Generalitat para resolver los problemas de transferencias hacia el gobierno autonómico que hay pendientes, entre los diferentes gobiernos y que desde hace años no se tocan.

En cambio, la “Mesa de Negociación”, se refiere a las reuniones que se llevarán a cabo entre los dos gobiernos para llegar a “posibles” acuerdos sobre el referéndum en Cataluña, la autodeterminación y el conflicto político desde el 1 de octubre de 2017: los presos políticos y los exiliados. Problemas que el ejecutivo de Pedro Sánchez niega, repetidamente, que se puedan negociar. Detrás “revolotea” la Independencia de Cataluña.

Por: Paco González.

12/08/2021

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