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Un plan para mantener los bolsillos llenos a los de siempre

Con el almidonado título de “Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia”, el gobierno “progresista” nos quiere meter o, mejor dicho, nos va a meter un puyazo en toda la “cruz” del espinazo económico, que nos va a crujir el bolsillo. Me refiero a eso que corre por las “esquinas” mediáticas hablando de peajes de autopistas y de autovías.” Un proyecto de País que traza la hoja de ruta para modernizar la economía española”. Pero poniendo en marcha un sistema de pago en las “red de vías de alta capacidad”. ¡Ojo! Con el vocabulario, que es tan fino que no nos deja ver el “engaño”. Que nos hará “derrotar” por el lado que más interese al gobierno de “Blabálos”. Que lo de la subida del carburante será un juego de niños comparado con lo que se avecina. Que cuando nos hablen de “minimizar el riesgo de histéresis sobre el tejido productivo, la inversión y el empleo derivado del shoch sufrido en 2020”, nos va a dar un yuyu al intentar traducir al lenguaje vulgar todo el “emperifarfullo” que utilizan en las descripciones. Un ejemplo de lenguaje es llamar a las autopista y autovías, “red de alta capacidad” para que lo “entendamos” mejor.

Empieza hablando de “La irrupción de la pandemia del COVID 19”, para sensibilizar al personal de pie, es decir, a nosotros, los súbditos del “reino de la corrupción”, después sigue con una importante inyección de recursos públicos, pero al final todo quedará en “aguas de borraja”. Na, de na, de na… Y nos engolosina hablando de unos “nuevos instrumentos comunitarios de financiación Next Generation EU, y el “instrumento REACT-EU, que dan “alas” al proyecto, que viene como el “llorado” Plan Marshall” retratado por Berlanga en aquella película de una España en Banco y Negro, donde, la banda de música hacía el paseíllo en la lejanía, mientras el “Plan” se veía en lontananza bajo una polvareda. Ahora se trata de140.000 M € que “lloverán del cielo europeo, cuyo BCE, también lo financiamos con nuestros impuestos”, que nos permitirá atar a los perros con longaniza, porque “las inversiones y reformas estructurales, harán una España más verde, más digital, más cohesionada desde el punto de vista social y territorial, y más igualitaria”. ¿Igualiqué?

Y, a todo esto, el “Corredor del Mediterráneo seguirá esperando que terminen el “Corredor Central”, el “Corredor del Atlantico”, el “Corredor del cantábrico”. Sobre todo que unan todos los puertos de la península pasando por el KM. Cero. Pero ¿No habíamos quedado que el que quieren en Europa es el del Mediterráneo?

Pues nada. A ordeñar las autovías y autopistas que, hasta ahora eran gratuitas. Las de Cataluña no. Y a seguir engordando a las empresas del IBEX, que serán, al final, las que se lleven la mayor parte del pastel europeo.

Las autopistas son como las vacas lecheras. Hay que ordeñarlas hasta la saciedad desmedida de los gobiernos, sin distinción de color, ni de mano. Unos gobiernos escasos de ideas sociales y repetitivos en su forma de llenar las arcas del Estado. Que se encuentran entre el quiero y no puedo, porque detrás tiene a la Unión europea enseñándole la zanahoria del liberalismo y por detrás el palo del “poder”.

La hemeroteca, esa maldita hemeroteca que saca los colores a cualquiera que no tenga pinta de político en el gobierno, se recochinea cada vez que oye a un representante del gobierno decir que las autopistas serán libres. Pero, no dice lo que piensa en realidad, que serán libres cuando se proteja al ciudadano de los “cuervos” que se esconden detrás de las concesionarias que vigilan que esto no ocurra.

En el “Informe de 2017 sobre el sector de autopistas de peaje en España” se retrataban treinta sociedades, aunque detrás había un “Deep State” que maneja los hilos financieros. Que sobre los, aproximadamente, 3300 Kms en régimen de concesión disponían de porcentajes que iban desde el 14,5% de ACESA hasta la más pequeña, TÚNEL DE SÓLLER con el 0,1%. Con unos 3300, empleados entre todas las concesionarias. Y dentro del meollo, están las constructoras: Abertis, Itinere, Cintra y Grupo Sacyr, destacan en el reparto del pastel.

Alrededor de17.000Km. con posibilidad de peaje, es un pastel demasiado apetitoso para que se quede en el aire a merced de los “vientos más huracanados” de la política de “izquierdas”. ¡Gensanta! Dije de “izquierdas” aunque con comillas, que tampoco vamos tirar cohetes con esto de socializar la economía. Pues no. No sólo es la izquierda la que se pierde dando bandazos a un lado y a otro de las “autopistas”. La derecha, que es más lista, y tiene los hilos en todas la “marionetas” del espectro económico y político, y judicial, y… y… es la que mostró el camino de la “perdición”, entre asfalto y peaje se ha hecho la reina del “tablao”. Aunque la música la lleva los representantes de la banca, que esta si que no se casa con nadie. Lo suyo es “ordeñar” cualquier teta que pueda alimentar sus arcas.

Sin remontarnos muchos años atrás, vemos que esto de privatizar lo “productivo” de las instituciones públicas le viene genéticamente. Desde aquellos “coleguillas” que se sentaban en mismo banco del cole, que se intercambiaron la Telefónica, ha habido muchas “regalías” de lo público a lo privado.

Por: Paco González.

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